A un total de 3.318 años fue condenado
este miércoles 26 de agosto el ciudadano James Holmes, autor de uno de
los crímenes más sangrientos perpetrados en los últimos tiempos en los
Estados Unidos. Este joven, de 27 años de edad, se salvó así de recibir
la pena de muerte, siendo acreedor a cambio de una sentencia que lo
obligó a cumplir 12 cadenas perpetuas, una por cada persona a la que
asesinó.
Recordemos que Holmes, en el año 2012,
lanzó gas lacrimógeno en un cine de Aurora, estado de Colorado. En este
local se estaba transmitiendo la película "Batman: The Dark Knight
Rises". El individuo en cuestión, después de tirotear al público
asistente, le causó la muerte a 12 personas e hirió a otras 70. Para
aquel entonces tenía apenas 24 años.
El hoy condenado, cabe destacar, se
identificó en su momento como el Joker, uno de los emblemáticos enemigos
de Batman. En su apartamento, a la hora de las pesquisas, se encontró
un entramado de cables, detonadores y material explosivo que los
funcionarios correspondientes debieron desactivar antes de proceder.
Este juicio, por cierto, se convirtió en
uno de los más largos que se han llevado a cabo en el país del Norte
(11 semanas aproximadamente). Ya el pasado 16 de julio Holmes había sido
declarado culpable de 165 cargos, 24 de ellos por asesinato en primer
grado.
"Si hay algún caso que merezca una pena
máxima es este. El acusado no merece ningún tipo de simpatía", señaló el
juez encargado. El criminal, quien previamente ya había confesado su
culpabilidad, en su último testimonio se declaró inocente, pues según
él, padece de una enfermedad mental.
(LaIguana.TV)