Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.

25 de septiembre de 2015

La concentración obscena de los medios de comunicación en Colombia


No hay que ser un genio para darse cuenta de lo evidente: Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más rico de Colombia, dueño de un número desconcertante de bancos y otras empresas boyantes, es también el accionista mayoritario de la Casa Editorial El Tiempo. Mejor dicho, el periódico más leído de este país, ese que llega a más casas por suscripción, y tiene más lectores fijos por internet, que le rinde intereses a su dueño, informa también sobre tarjetas de crédito, proyectos de infraestructura, crisis petrolera e impuestos.
¿No va siendo hora de que sepamos, a ciencia cierta, quiénes son estos empresarios detrás de los medios? ¿No es importante para una democracia que haya una prensa transparente, que rinda cuentas, que explique sus métodos de financiación? ¿Qué tanto fiscalizamos como sociedad el poder que tienen los medios? ¿Y qué tanto dejan ellos aproximarse a la verdad detrás de la portada de primera página?

En el mundo del periodismo colombiano impera la noción de que los colegas no se pisan las mangueras entre ellos. Con los medios no se hace la misma indagación sospechosa que sí se ejerce frente al poder. Las duras críticas que hay en el gremio de los periodistas (sobre la financiación y su influencia sobre los contenidos) se quedan en un corrillo de sala de redacción y de ahí no salen. Dicen que es una cuestión de libertad de prensa: dejar hacer al otro lo que le venga en gana. Pero ese principio, exacerbado hasta el extremo, no permite tampoco un diálogo sereno y transparente con la ciudadanía. Eso, de paso, va haciéndole una herida a la legitimidad de los periodistas.

Un informe de Poderopedia, una plataforma periodística coordinada por Consejo de Redacción que hace visibles a quienes tienen el poder político y económico en el país, para luego trazar las formas en las que se relacionan entre sí, presentó el pasado 10 de septiembre un informe sobre los dueños de los medios en Colombia. Lo primero que hay que mencionar de esa investigación es que nace de una preocupación moderna: los medios pasaron de ser apropiados por parte de grandes familias a ser uno más de los insumos de grandes conglomerados económicos. Eso trajo consigo consecuencias visibles y directas: la información perdió su filosofía propia y se maneja hoy como un producto.

El informe deja muy claro que, como raro, no hay en Colombia una información sistematizada de los medios (sobre todo prensa e internet), ni tampoco es fácil llegar a ellos y preguntar por su estructura económica, su historia, su junta directiva. Fueron reacios a responder. Para que los datos del informe fueran fiables, se usaron estudios académicos, datos de entidades oficiales y una labor de archivo en la Cámara de Comercio de la ciudad donde la empresa dueña del medio de comunicación fue registrada.

De igual forma, hay una preocupación generalizada por las narices del Estado en todo esto: no solo no hay normas que regulen a los medios y les busquen formas de financiación no atadas al Estado, sino que muchas políticas, como el tercer canal privado, no se adelantan por culpa del lobby que hacen los "lagartos" (lobbistas) enviados por las empresas al Congreso. Algo curioso que queda después de la lectura es el poder de la prensa gratuita regional: Q'Hubo y ADN, en sus diversas versiones, y sumados en las regiones que llega, tiene más lectores al año que El Tiempo.

Los sectores más recurrentes en donde se mueven las empresas que son dueñas de los medios son: inmobiliario, agroindustria, construcción, financiero, mercado de valores, seguros y transporte.

VICE hizo un resumen de, al menos, los cinco dueños de los medios que más influencia tienen en Colombia.

LOS CINCO DUEÑOS DE LA INFORMACIÓN EN COLOMBIA

1. EL BANQUERO

De acuerdo con Forbes, Luis Carlos Sarmiento Angulo es el hombre más rico de Colombia (y el número 85 en el mundo), con una fortuna avaluada en 13.400 millones de dólares. Su riqueza se expande y fortalece a través del Grupo Aval (los cuatro bancos enteritos, con fiduciarias y empresas de financiación incluidas), e inversiones en sectores como la construcción (Construcciones Planificadas), infraestructura (Concesionaria Panamericana), energía e hidrocarburos (Promigas, Empresa de Energía de Bogotá, Gas Natural, Terpel), hotelería (Cadena Estelar), minería (Mineros S.A.,) manufactura (Tesicol, Lehner) y agroindustria (arroz, sorgo, maíz, caucho, madera palma)... Todo, básicamente

Su plata se invierte en 16 publicaciones impresas: El Tiempo, Portafolio (de economía), Llano 7 días, Boyacá 7 días, ADN (que es gratis en cuatro ciudades), Don Juan, Aló, Motor... Canal El Tiempo, City Tv, CarroYA, Fútbol Red... Grandes tentáculos informativos.

2. LOS NIÑOS RICOS

En el segundo lugar del podio, se encuentran Alejandro y Andrés Santodomingo, hijos del potentado Julio Mario, quien hizo carrera con los cimientos que dejó su padre en Barranquilla. La fortuna de ambos niños es de $4.400 millones de dólares. ¿Empresas? Bavaria, fusionada con Sab Miller, es la emblemática. Pero hay varias más: el portafolio bogotano (hay otro en Nueva York) llamado Valorem S.A. tiene el control de empresas como Decamerón, Supla, Ditransa, Gases del Caribe, Cine Colombia, Data IFX, Canal Clima, Virgin Mobile...

La plata va para la financiación de los siguientes medios: El Espectador (el segundo diario nacional en influencia), Cromos, Caracol Televisión (que les dio a los hermanos una jugosa ganancia de 760 mil millones de pesos el año pasado), Blu Radio y la revista Cromos.

3. EL PROVEEDOR DE GASEOSA

Sigue don Carlos Ardila Lülle (como le dicen algunos periodistas de RCN), el cuarto millonario colombiano en el orden del listado. Su fortuna llega a través de cosas simples, como bebidas: Postobón, Projugos, Central Cervecera de Colombia. También carros: Los Coches, Los Autos. A través de alimentos: Incauca, Ingenio Providencia, Ingenio Risaralda, Sotará. E incluso a través del fútbol: el equipo Atlético Nacional es de él.

Su fortuna financia OAL, una compañía que controla RCN Televisión (586 mil millones de pesos hizo año pasado), que se divide en internacional, novelas, Nuestra Tele, RCN Cine. También la cadena radial (189 mil millones de pesos), que llega a oídos de los colombianos con 12 marcas divididas en chicos y grandes. Y otras cuantas, como Win Sports, con Direct TV y Mundo Fox, o NTN24, exclusivo de noticias.

4. EL EJECUTIVO DE LOS MEDIOS

A Felipe López Caballero el Partido Liberal le corre por la sangre: su papá fue Alfonso López Michelsen y su abuelo Alfonso López Pumarejo. No aprovechó tremendo papayazo que concede la política hereditaria de este país, pero sí se dedicó a consolidar la prensa (neo)liberal de forma provechosa: Semana, la revista de actualidad más leída, es suya. Y con ella las no pocas filiales que tiene para subsistir con gracia: Soho, Dinero, Jet-Set, Arcadia, Cocina Semana, 4 Patas, Decora Semana, a la par de los muchos publirreportajes que tiene la revista, y la unidad de negocios especializada que cubre los medios de Avianca, Ecopetrol, Pacific Rubiales. El increíble emporio pertenece, en su 89,5%, a la Sociedad de Administración de Inmuebles e Inversiones S.A.S. Ventas netas: 93 mil millones de pesos imprimiendo páginas. Octavo lugar en empresas mediáticas según el especial que él mismo hizo en la revista.

Aunque sus manos van más lejos: pequeñas participaciones (8,62% y 6,5%, nada menos) en Caracol Radio y Caracol TV.

5. LA DINASTÍA BARRANQUILLERA

Fuad Char (y sus hijos Arturo y Alejandro, el candidato más opcionado a la alcaldía de Barranquilla) es el dueño de la Organización Radial Olímpica, dividida en seis marcas radiales. Una de ellas, la popular Olímpica Stereo, es la emisora más escuchada del país, con más de tres millones de oyentes fijos. El año pasado la familia Char ganó, por cuenta de su emisora, la bicoca de 73 mil millones de pesos (14% más que en 2013), y Olímpica es también (si ya lo sospechaba) la farmacia y el almacén donde millones de colombianos compran cosas del día a día. Sus ingresos de 2014 fueron 4 billones de pesos.

Así cualquiera gana una alcaldía (un paseo por Barranquilla evidencia la influencia que tiene la familia Char).


Septiembre de 2015.


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