Publicado en 24/08/2015 por Jorge Gonzalez
La guerra contra el pueblo
venezolano no sólo incluye el contrabando de alimentos y productos de higiene
personal. En la frontera con Colombia nuestra moneda, el Bolívar, también es
blanco de una guerra feroz. En este trabajo especial te explicamos el origen de
este problema y el impacto que tiene en nuestros bolsillos, en el abastecimiento
en Venezuela y en el contrabando hacia Colombia.
El epicentro de esta guerra
contra el Bolívar es la Resolución 8 aprobada por el Banco Central de
Colombia en el año 2000. Esta resolución autoriza el intercambio directo de
monedas con los países vecinos, sin pasar por el dólar. La Resolución
8 establece una doble
legislación sobre el intercambio de monedas en Colombia: una legislación
oficial, establecida por el Banco Central de Colombia; y una legislación
especial solo para las fronteras.
Juan Carlos Tanus, miembro
de la Asociación de Colombianos y Colombianas en Venezuela, explica que la Resolución n° 8 se aprobó en el año 2000 por el
gobierno de Andrés Pastrana como parte del Plan Colombia. “Esta Resolución buscó
en primer momento generar un proceso de empobrecimiento del Bolívar para tener
un mecanismo de control de Venezuela. Con ese mecanismo los productos entrarían
a Colombia mucho más barato que por la vía Tratados de Libre Comercio”.
“¿Esto qué significa?
Significa que el Banco de la República de Colombia tiene para el día de hoy una
tasa de cotización del Bolívar en 232 pesos, pero si revisas, el mercado que
empobrece el Bolívar en la frontera, tiene un valor de 4,8 pesos por cada
Bolívar. Mientras el Banco de la República en Bogotá reconoce que un Bolívar
vale 232 pesos, en Cúcuta y en el eje fronterizo, me pagan por un Bolívar, 4
pesos con 80 centavos. Este nivel de empobrecimiento del Bolívar es el
principal incentivo para el contrabando”.
Esta operación cambiaria
fronteriza es el resultado concreto de la Resolución
8 del Banco Central de
Colombia. Esta operación se realiza con el visto bueno de las autoridades
colombianas y ha destruido el valor de nuestra moneda. Incluso algunos diarios
colombianos como La Opinión, publican diariamente esta tasa cambiaria de la
frontera.
Ahora bien, ¿qué tiene que
ver esto que pasa en la frontera, con la economía venezolana? ¿Cómo esta
situación provoca el desabastecimiento en Venezuela y estimula el contrabando de
extracción hacia Colombia? Juan Carlos Tanus nos explica que en Colombia se
puede comprar un kilo de arroz con 2.700 pesos. “Si convertimos esa cantidad de
pesos a bolívares empobrecidos, nos daría 551 bolívares. Con ese monto podríamos
comprar en Venezuela entre 20 y 22 kilos de arroz. Si luego, esos 22 kilos de
arroz se contrabandean a Colombia y se vende cada paquete a 2.700 pesos, las
ganancias son escandalosas. Esta situación, provocada por la Resolución 8, es la
que mantiene el gran negocio del bachaqueo”.
¿Cuál es la causa del
problema? ¿Los precios regulados en Venezuela? ¿O el sistema cambiario impuesto
por Colombia en la frontera? El problema no son los precios regulados, porque si
fuese así, solo escasearían los productos regulados. Pero las redes de
contrabando hacia Colombia se están llevando casi todo lo que se ofrece en
Venezuela.
Se están llevando a suelo
colombiano los alimentos de la cesta básica, los productos de higiene personal,
la comida para animales, maquinaria industrial, aparatos electrónicos, línea
blanca, los medicamentos, repuestos para vehículos. Todo lo que se vende en
Venezuela, sin importar el precio, se puede contrabandear y revender en Colombia
con ganancias exorbitantes. La causa no son los precios venezolanos. La causa es
la tasa de cambio en la frontera que convierte a nuestro Bolívar en una moneda
basura.
El punto de partida de esta
guerra contra el pueblo venezolano y nuestra moneda es laResolución
8 de Colombia que legaliza una
situación irregular: el intercambio de bolívares muy por debajo del precio real.
Pero ¿si esta resolución se refiere a todos los países fronterizos con Colombia
porqué solo está afectando a Venezuela? Tanus nos responde que esta doble
legislación colombiana y esta legislación de frontera está orientada en términos
políticos para tener el control económico de Venezuela.
“La Resolución 8 dice haberse trazado para los países
vecinos, pero cuando revisas la legislación con Panamá, te das cuenta que un
Balboa vale justamente un Dolar, y que Colombia reconoce que un Balboa vale
3.003 pesos, lo mismo que un Dolar. Con Ecuador la economía está dolarizada. No
hay ninguna dificultad para establecer una política de cambio. Con Perú y Brasil
no hay mucho intercambio comercial porque hay montañas y selva. Significa que la
Resolución 8 fue diseñada exclusivamente para Venezuela. La Resolución 8 se
aprueba en el año 2000 como parte del Plan Colombia y justamente cuando en
Venezuela se redactaba una nueva constitución, y arrancaban las políticas
sociales de la Revolución Bolivariana que tanto molestan a los gobiernos y las
oligarquías de EEUU y Colombia”.
¿Entonces qué puede hacer el
estado venezolano para que el Banco de Colombia derogue laresolución
8? ¿La misma resolución que da luz verde al intercambio ilegal de pesos por
bolívares sin respetar la cotización oficial? El Gobierno venezolano solo puede
reforzar las leyes contra el bachaqueo, resguardar las fronteras y luchar
contras las redes de contrabando que ha promovido la misma resolución 8 de Colombia. Pero ninguna de estas
acciones resolverá el problema de fondo. El problema de fondo es que Colombia
legalizó una situación irregular destinada a atacar la moneda venezolana como
parte de la estrategia del Plan Colombia y el gobierno de EEUU para controlar a
Venezuela.
Esta situación no solo
provoca desabastecimiento en Venezuela, sino que afecta a millones de
colombianos honestos que viven y trabajan en Venezuela. Antes de la Resolución
8, las remesas que enviaban a Colombia eran de gran ayuda para sus familiares.
Ahora, con laResolución 8, el valor
de las remesas a Colombia se ha diluido por la tasa de cambio ficticia en la
frontera. Por eso, los colombianos y colombianas residenciados en Venezuela van
a exigir una demanda de nulidad contra la Resolución
8.
Sin el apoyo del estado
colombiano, será mucho más difícil derrotar a los promotores de esta guerra
contra el Bolívar, nuestra moneda. Esta guerra nos afecta directamente a todas y
todos. Los hombres y mujeres, los pueblos en general, son del tamaño de las
dificultades que se le presentan, y sabemos que más temprano que tarde también
venceremos en esta nueva guerra. Parafraseando al cantor del pueblo, Alí
Primera, sólo la conciencia salvará al pueblo.
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