Esos
productos que usted señala,
claro que se encuentran (aceite, margarina, mayonesa,
azúcar, pañales,
toallitas...) pero están donde no deben, así de simple.
Alguien, como usted o
yo, tiene en su lacena una parte de lo que correspondería al
vecino, al obispo,
a su hermano, al dirigente sindical, al basquetbolista o al
desempleado; lo
guarda en su instinto animal de conservación, y eso es
teóricamente explicable
como una reacción al síndrome de una guerra no declarada por
unos personajes
siniestros que actúan públicamente, pero paradójicamente son
invisibles para dicen
que no son ellos; estos personajes de un cuento de ficción
de la realidad son
los encargados de tocar el estómago y la asepsia del animal
político, suerte de
ámbitos y teatros de operaciones de las nuevas guerras no
convencionales que
todo el mundo sabe que existen pero que sus promotores y
benefactores lo niegan.
Inteligentes son para darse cuenta de que la ecuación del mercado
nacional, funciona pero
como una desigualdad. Es la guerra del hambre sin hambruna y
con dinero a
borbollones para comprar.
Otros
innombrables de la perversidad
humana de esta guerra sin cuartel contra este gobierno y los
anteriores de la
Quinta, los acaparan para su especulación en la eficiente
lógica del libre
mercado. Buena parte de los productos existentes se utilizan
para el eficiente
contrabando de extracción al detal y al mayor. Y otros
productos nacionales se
están produciendo en cantidades que apenas responde a la
voracidad del que
compra para revender y de quien hace la cola por necesidad
de verdad.
Por
otra parte, una considerable cantidad
de los productos requeridos no están entrando al país con la
facilidad del
caso, porque la economía nacional está desorbitada, casi
fuera de control del
Estado y bajo la tutela de las fuerzas económicas
parasitarias de ayer y de hoy
que fagocitan todo lo que encuentran en su paso en celestina
compañía de un
sector de infiltrados h.de.p que es enemigo interno del
proceso que habla hipócritamente
en nombre del proceso, de
los pobres y
de la honradez. Nada que comentar de los errores del
gobierno que funciona son urea
y riego para la maleza.
Y
mire que no quiero tocar el
ficticio y, a la vez, real y eficiente "Dólar to Day", el
bachaquismo
criollo convertido en la
fase superior
de la miseria humana, la inocente MUD que nada hace sino
orar por la paz, el
imperialismo financiero, los diarios EL
País, el Miami Herald de la pequeña Venecia dorada y el
Diario Frontera, menos tocar
a los Caballeros del Apóstol Santiago de la ciudad del
hombre de la capota roja
postrados en el CU-ULA esperando que comiencen las clases
para solicitar “ahítamente”
al Gobierno Nacional apruebe el presupuesto adicional de
todos los años, para
luego decir como si fuese una grabación hecha en 1982, que
ese dinero no alcanzará
porque antes de que salga la resolución de Tesorería
la inflación
se lo tragaría como si
fuese un hueco negro que devora todo lo que se llama
mercancia. Oír todos los
años el mismo ritornelo es como estar leyendo cualquier
novela de José Saramago.
II
Termino
esta nota recomendando a mis
amigos de FACES, sólo a mis amigos , que deberían estudiar
en la Facultad de
Economía este fenómeno de la economía informal del
bachaquerismo. Este
emprendimiento es tan criollo como si
fuese un dulce de mamones machos. Esta
iniciativa de trabajo sin riqueza es de alta rentabilidad,
tal como la especulación
financiera del gran capital mundial. Quien quita y salga de
allí un Diplomado
al comienzo y luego una Licenciatura con La Católica o la
Santa María. Sin ser
tontos, y una especialidad y después un Ph.D. no estaría
mal.
Estoy
seguro que no abrían
suficientes cupos para atender la demanda nacional, o cual
repercutiría
favorablemente solventando
el déficit económico
de esa Facultad y buena parte de la ulita de mi vida. De los
profesores no habría
que preocuparse, saldrían de las colas, de las casas de
reventa, de los comercios
disfrazados de abastos y distribuidores al mayor, de los pasos verdes a
frontera, de los
infiltrados en el gobierno y de unos cuantos dueños de
quepis de policías y
charreteras militares de suboficiales hasta generales,
dueños de casas de
cambio de Cúcuta, pinpineros y todo aquel que demuestren que
todo producto importado
con dólar Cadivi o como se llame puede dar márgenes de
rentabilidad por encima
de 2000%.
El
problema estaría en ver si Apula los
acepta como agremiados. Quien quita y digan que sí pero ya.
Consecuencia de
ello se crearía en el Estatuto De Personal Docente y de
Investigación una
categoría de Personal Docente llamado Docente Bachaco
Tercerizado, niveles I,
II y III y IIII y IIIII. Esta tarea se le encomendaría al
Ingeniero Pedro Montilla,
albacea permanente e incambiable del Estatuto, y
representante profesoral ante
el cuerpo de gobierno universitario que tiene una sola, y
sólo una cabeza, para
pensar y decidir.