Por: Contagio Radio
Jueves, 14 Enero 2016 07:17
Con la venta de ISAGÉN en 6,49 billones
de pesos a la firma canadiense Brookfield, diversos sectores de la
sociedad colombiana aseguran que era “lo que le quedaba por raspar a la
olla”, como lo ratifica el analista económico, Libardo Sarmiento, quien
asevera que "cerca del 80% de la economía en Colombia la manejan las
transnacionales”.
“Ya no quedaría más por privatizar y desnacionalizar”, añade el analista, afirmando que todos los gobiernos desde Virgilio Barco hasta el actual, tienen responsabilidad frente a la privatización del patrimonio colombiano.
“Desde el gobierno de Barco, pasando por el de Gaviria, privatizaron todo, acabaron con el agro, el sector energético, el petróleo, entregaron el negocio de la salud y la educación al sector privado y los recursos públicos, ya lo de raspar la olla era la venta de ISAGÉN”, asegura.
Además, precisa que pese al rechazo del Centro Democrático a la venta de la empresa generadora de energía eléctrica, “hablar de Uribe, es hablar de un caso patológico”, y asegura que "ese tipo de reacciones del Centro Democrático son acciones histéricas que solo buscan mantener su oposición obteniendo rendimientos políticos”.
A su vez, ese rechazo de los uribistas frente a la venta de ISAGÉN, contrasta con las decisiones de Uribe Vélez cuando fue presidente de Colombia, y quien en el año 2007 vendió el 20% de las acciones de ISAGEN, y en el 2010, Óscar Iván Zuluaga, quien era el Ministro de Hacienda dio inicio con el proceso de enajenación de la totalidad de las acciones de la empresa.
Así mismo, el economista toma como ejemplo lo que ocurrió con las regalías petroleras, ya que cabe recordar que desde el gobierno de Andrés Pastrana y con las medidas legislativas tomadas por el ahora senador Uribe, el país perdió el 60% de la participación en los negocios petroleros. De tal manera que el expresidente “No tiene ninguna autoridad moral para oponerse a venta de ISAGÉN”, señala el analista.
Y el panorama continúa nublándose con la llegada de Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá, quien ya ha planteado su intensión administrativa y política de privatizar la empresa de telefonía de la ciudad, la ETB, y el Acueducto de Bogotá. Lo que, según Sarmiento, impide que los Estados vuelvan al control de sectores estratégicos para responder a las necesidades de los ciudadanos y a la sostenibilidad de la sociedad.