"…Si hay alguna crisis humanitaria
importante, es decir, un colapso de la economía, al punto que necesiten
desesperadamente alimentos, agua y cosas como esas, entonces podríamos
reaccionar a eso, sólo si nos lo piden la ONU, la OEA o la FAO…", fueron
esas las palabras del entonces jefe militar del comando sur de EE.UU.,
John Kelly, el pasado 28 de octubre de 2015, durante una entrevista
otorgada a CNN.
Resulta curioso que apenas meses después
de las citadas declaraciones de Kelly, este martes “las soberanas”
fracciones de oposición que hacen vida en la Asamblea Nacional (AN),
declararon una supuesta "Crisis Humanitaria" en Venezuela, alegando la
falta de medicinas e insumos sanitarios.
Al corriente de la línea emanada por el
Departamento de Estado, el debate del segundo punto del día en la agenda
de la AN, ahora presidida por la ultraderecha venezolana, se centró en
la problemática del acceso a las medicinas y crisis del sistema de
salud.
Lo que no dijeron los diputados de la
autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), durante el debate de
este martes en el hemiciclo, es que las transnacionales Pfizer, Abbot,
Roche, Glaxo, Novartis, Bayer, entre otras farmacéuticas, son las
empresas que más dólares preferenciales han recibido del Estado y
continúan sin suministrar los medicamentos a las distribuidoras,
alegando la imposibilidad de expender a precios regulados porque "no es
rentable".
Lo que ocultan es que realmente es un
negocio redondo, donde los “empresarios” con mucha audacia reciben
millones dólares, no traen los rubros para los que se les asignan las
divisas, generan el desabastecimiento, confrontan a la población y se
enriquecen mientras hacen la contrarrevolución.
Tampoco mencionaron, los diputados de la
MUD, que Venezuela es uno de los países del mundo donde las medicinas
son las más baratas y uno de los pocos donde los medicamentos de alto
costo se entregan gratuitamente a la población.
La diputada por la bancada de la patria y
periodista Érika Ortega, señaló que han quedado claras dos cosas: la
primera es que la oposición recibe su línea discursiva y de acción desde
EE.UU. para sentar las bases para una intervención militar extranjera, y
la segunda, es que el desespero que tenemos los venezolanos al no
conseguir medicamentos para nuestros pacientes se debe en gran medida a
la decisión de estas transnacionales de "torcerle el cuello" al pueblo
de Venezuela por permitirse una Revolución Bolivariana y Socialista.
(LaIguana.TV)