El cierre de la
frontera con Venezuela, ordenado por Maduro y que ya cumple más de dos
meses, tiene descuadrados los indicadores de abastecimiento de gasolina
en varias regiones del país, que han visto disminuidas sus existencias,
incluso a niveles por debajo de lo que establecen las disposiciones
legales.
En medio de un fuerte hermetismo, tanto en el
sector petrolero como de las entidades oficiales, los agentes
relacionados con el tema señalan que las normas vigentes estipulan que,
para poder operar, los distribuidores mayoristas deben demostrarle al
Gobierno capacidad de almacenamiento para nueve días. (Infografía: Consumo de combustibles liquidos del sector transporte)
Pero a raíz del cierre de los puntos
fronterizos, el promedio nacional de estos inventarios ha descendido a
niveles de tres días, lo que indica un bajonazo de por lo menos el 50
por ciento en este frente (incluso pueden ser del 60 por ciento), hueco
que ha dejado en evidencia las grandes magnitudes de gasolina de
contrabando que estaban llegando al país provenientes del vecino país.
Una alta fuente de la industria le dijo a EL
TIEMPO que se calcula que este contrabando se disparó hasta los 11
millones de galones al mes, cifra que ha tenido que asumir la cadena
interna mediante la reasignación de cupos, y que demuestra, de forma
clara, que el contrabando pasaba sin ningún problema por los puntos
aduaneros y por los puentes internacionales.
“Es una lógica elemental. Existía el mito de
que la gasolina entraba por unas trochas o cruzando los ríos, pero si
cerraron los puntos oficiales como el puente Simón Bolívar y al hacerlo
se generó el desabastecimiento allí, quiere decir que el contrabando
pasaba por las narices de los funcionarios de la Dian”, dijo el
consultado.
Según datos del sector, las mayores
preocupaciones se registran en Nariño, en el Valle y en el Cauca,
regiones que son las primeras damnificadas de la situación porque el
poliducto que lleva el producto llega hasta el Valle, y desde ahí sigue
su ruta por carrotanques.
“Los que están en la cola son los que primero se secan”, agregó la fuente.
Mientras las fuentes recalcan que no se puede
hablar de desabastecimiento, este diario consultó al Ministerio de Minas
y Energía sobre las cuentas que la Dirección de Hidrocarburos tenía al
respecto de la evolución del abastecimiento de combustibles por
regiones, pero la respuesta fue un mensaje de correo electrónico
diciendo: “Lo invitamos a consultar esta información con Ecopetrol
directamente”.
Ecopetrol, hasta ahora, no ha respondido una
solicitud acerca de los volúmenes entregados en las diferentes regiones
por parte de la Refinería de Barrancabermeja, antes y después del cierre
de la frontera. Sin embargo, otras fuentes conocedoras del mercado
señalaron que en los próximos meses en los balances de la petrolera se
verá un incremento en sus ingresos, pues está vendiendo más combustibles
en razón a la reducción de los días de inventario.
El miércoles, al presentar las medidas para
conjurar un riesgo de apagón en el país, el ministro de Minas y Energía,
Tomás González, reconoció que en los departamentos de frontera se
incrementó la demanda de combustibles líquidos en más del 50 por ciento.
Más áreas afectadas
Una fuente de la cadena de distribución reveló
que se ha triplicado el cupo mensual en Norte de Santander, al igual
que en Arauca, mientras que lo doblaron en La Guajira, departamento al
que se van a comenzar a enviar volúmenes de la distribución nacional y
no de la dispuesta para las zonas de frontera.
Pero además, estos menores inventarios se han
visto también en las regiones del centro del país, concretamente en los
departamentos de Huila, Tolima, Cundinamarca, Boyacá e incluso en
Bogotá.
En los últimos meses la situación se ha
acentuado porque, a raíz del menor gas disponible para las centrales
térmicas, estos agentes comenzaron a requerir cantidades importantes de
combustibles líquidos, principalmente diésel. Incluso, pese a que estas
centrales se atienden de forma individual, dentro del mercado se ha
visto que en algunos casos el combustible destinado para los automotores
terminó siendo vendido a las térmicas, que se pueden ‘comer’ en dos
días la demanda de un día de diésel.
Hoy en día el consumo nacional de combustibles
se ubica entre los 190.000 barriles por día y los 200.000 barriles, de
los cuales unos 115.000 corresponden a diésel y 85.000 barriles a la
gasolina.
EL TIEMPO conoció también que mientras en el
primer semestre se importaron unos 75.000 barriles por día, ahora, por
la situación con Venezuela y la mayor demanda de las térmicas por el
fenómeno del Niño, entre otros factores, este nivel hoy ya llega a los
95.000 barriles diarios.
Alivios al mercado, desde marzo
Aunque la nueva Refinería de Cartagena ya
comenzó a operar los primeros crudos, un alivio al mercado interno solo
se dará en el corto plazo para el diésel, pues solo a partir marzo del
próximo año van a poderse producir las gasolinas, cuando la planta esté
en producción.
“La única salida por ahora son las
importaciones y para esto están trayendo lo que pueden y de hecho van a
habilitar unas plantas alternas que hay”, señaló una fuente cercana a la
operación.
Sin embargo, la fuente señala que es hora de
que se piense en subir el precio en Norte de Santander, para
racionalizar el consumo de gasolina, y posiblemente en La Guajira, pues
si no hay contrabando o su nivel es mínimo, lo que sucede es que en esas
zonas del país se dispara la demanda de los mismos.
Dentro del mercado de combustibles se comenta
que el cierre de la frontera ha sido bueno, aunque genere estos
problemas de potencial desabastecimiento, pues se está demostrando que
sí había un contrabando enorme y que las zonas de frontera sí pueden
funcionar sin gasolina de procedencia ilegal.
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Subeditor Economía y Negocios
En Twitter: @omarahu
Subeditor Economía y Negocios
En Twitter: @omarahu