Algunos analistas dejaron de asustar a
los inversores con las expectativas de nuevas reducciones en los precios
del petróleo y ahora esperan un crecimiento de 15 dólares para el final
del año 2016. Bloomberg ha compilado la media de 17 pronósticos que
señalan que el precio del petróleo WTI tendría un costo de alrededor de
46 dólares por barril, mientras que el Brent estaría sobre 48 dólares.
Además, se espera que la producción en EE.UU. se reduzca en 620.000
barriles por día, o un 7%, según un informe de la Administración de
Información de Energía del país. Sin embargo, la Agencia Internacional
de Energía espera que la producción de petróleo en los países que no
forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) se reducirá en 600.000 barriles por día.
Esta disminución de la producción será
el principal motor de crecimiento de los precios del oro negro, opina
'Vesti Finance'. Además, lo confirman muchos bancos internacionales,
como Citigroup, UBS y Societe Generale. Con relación al tema, un experto
de Goldman Sachs estima que el último trimestre del 2016, la producción
en EE.UU. caería hasta 8,49 millones de barriles por día.
Así, el pasado 20 de enero, el precio
del WTI se desplomó hasta los 26,55 dólares, su mínimo en casi 13 años,
mientras que el Brent europeo cerró en 27,88 dólares y el barril de la
OPEP cotizaba a 23,85 dólares. Esto fue seguido por un rebote, que fue
la consecuencia de las expectativas de posibles recortes de producción
de la OPEP y Rusia, aunque se destaca la disminución diaria de tal
probabilidad.
Los precios baratos en el sector
petrolero tienen su repercusión en las economías de Occidente. En los
últimos cinco años todo el mundo ha estado acostumbrado a un lento
crecimiento económico y a los altos precios del petróleo. Así, su caída
causó la quiebra de numerosas empresas y llevaría a la economía mundial a
una gran recesión. Las dificultades de los países petroleros se han
reflejado de manera negativa en los planes de inversión en el sector de
la energía. Así, el año pasado sus inversiones se redujeron el 20%. La
sobreabundancia de hidrocarburos lógicamente llevó a una caída en la
demanda de alternativas, incluidos los recursos de energía renovable.
Asimismo, desapareció el dinero barato, con el cual los exportadores no
sabían qué hacer, y por lo tanto invertían en una variedad de proyectos
por toda Europa.
(RT)