Lo que más destaca es una presunta
extorsión a Francisco D’agostino, empresario y cuñado de Henry Ramos
Allup, quien estaría implicado en una estafa mil millonaria al Estado a
través de las empresas Derwick-Dayco.
La estafa de Derwich se habría dado
entre los años 2010 y 2012, cuando luego de la primera emergencia
eléctrica, el Estado decidiera invertir en plantas termoeléctricas de
ciclo combinado, para aliviar la carga de las hidroeléctricas en época
de sequía.
Derwick fue la empresa designada para la
construcción de estas plantas, apoderándose de un monto de 5 mil
millones de dólares, de los cuales se estima que $3 mil millones habrían
sido sobrefacturados.
En esta multimillonaria estafa está
involucrado el cuñado de Henry Ramos Allup, Francisco D’agostino junto
con sus socios, los hermanos Betancourt López, a los que Bocaranda les
asignó el nombre “Bolichicos”, para de alguna manera vincularlos con la
Revolución Bolivariana.
Lo extraño del caso es que entre las
historias de los “Bolichicos”, Bocaranda nunca mencionó a Francisco
D’Agostino y de su relación con las familias Betancourt-López-Trebbau y
la sobrefacturación de aproximadamente $3 mil millones.
La razón se debe a que
presuntamente Bocaranda le solicitó una suma grande de dinero a
D’agostino para que no lo incluyera en las fantásticas historias de los
“Bolichicos”, que eran publicadas periódicamente por su medio de
comunicación que servía como fuente para los medios electrónicos,
especialmente antichavistas.
Aunque Bocaranda no es el único
extorsionador de este caso. Aparentemente, existe un trabajo en equipo
entre el periodista Rafael Poleo y él, para el chantaje de los dos
grupos de accionistas del megafraude: el de los “runrunes” estaría
pidiéndole dinero a los D’agostino y Poleo a los
Betancourt-López-Trebbau. Si se revisa el histórico editorial de cada
uno de los medios en manos de estos dos, se podría verificar que no
existe ni una nota negativa hacia la parte de donde se recibe su
respectiva coima.
Un periodista con mucho billete
Una de las cosas que pusieron en evidencia de Nelson Bocaranda, es la vida lujosa y de excesos que no posee todo periodista: Una casa con piscina en la Urb. La Lagunita, un apartamento en Nueva York cerca de la sede de la ONU y constantes viajes a Europa, EE.UU. y África, donde se hospeda en hoteles muy costosos y visita los restaurantes más caros.
Este status de “nuevo rico”, fortalece
las tesis del enriquecimiento a través de la extorsión y del
financiamiento extranjero para la constante difamación del Gobierno
Bolivariano y de sus principales liderazgos.
Con el caso de la empresa Derwick y la
multimillonaria estafa, Bocaranda habría recibido el pago de coimas a
través de la empresa D’agostino y Compañía (Dayco), propiedad de la
familia de la esposa de Henry Ramos Allup, entre 2011 y 2013, para
garantizar su silencio con respecto a la participación de Francisco
D’agostino en el desfalco de $5 mil millones a la Nación.
El acceso a estas riquezas, también le
ha permitido “igualarse” con familias tradicionales de la burguesía
nacional, un ejemplo de ello es el regaño que altaneramente le propinó
al alcalde David Smolansky: “Dame un número que atiendas… Ni tu
asistente atiende”, reclamaba Bocaranda al alcalde del Hatillo,
perteneciente a dos familias de castas sionista y católica conservadora.
El difusor de la “línea gringa”
Luego de diversas acusaciones de “vende Patria” debido a su constante actividad acosadora hacia la Revolución Bolivariana, se pudo comprobar a través de su “hackeo” que Nelson Bocaranda efectivamente recibe órdenes directas del gobierno estadounidense y sus organizaciones paraestatales como la Usaid y la NED: se pudo apreciar en una conversación filtrada con el periodista colombiano Juan Forero, jefe del Wall Street Journal para Latinoamérica: “Tengo varias cosas de Ramírez y Salazar y Baldo… Me dan LINEA gringa y te llamo”, indicaba Bocaranda a Forero, con respecto a la orden de un superior estadounidense con respecto al tratamiento informativo de sus “runrunes”.
También, el viejo y amañado periodista
es acusado de tener un trato privilegiado por el aparato de inteligencia
estadounidense encabezado por su Agencia Central de Inteligencia (CIA),
además de ser el enlace entre los infiltrados y traidores dentro del
proceso Revolucionario: desde órdenes que le daba a la periodista
ex-chavistaVanessa Davies, mientras esta formaba parte del círculo de
confiaza del Comandante Chávez, hasta conversaciones con el ex ministro
corrupto y traidor, Hebert García Plaza quien le estaría revelando
algunos secretos de Estado y algunos planes conspirativos en que
estarían participando militares y ex funcionarios del Estado, quienes
estarían buscando la manera de legitimar capitales provenientes de la
corrupción.
Por otro lado, también tiene una
relación muy estrecha con el propagandista antichavista Alberto Federico
Ravell, quien también ha creado un emporio comunicacional a partir de
la extorsión y el financiamiento de ONG extranjeras. En uno de los
mensajes filtrados se puede ver una conversación en la que Ravell le
solicita a Bocaranda “alguna información picante que tenga por ahí”,
para poder promocionarla.
El puente de la traición y la corrupción
Los mensajes develados por el hacker de Nelson Bocaranda evidencian que sirve como enlace entre los ex funcionarios señalados por corrupción y una parte del aparato político económico estadounidense, con el fin de legalizar los bienes obtenidos del desfalco al Estado venezolano. Tal es el caso del ex ministro de Alimentación y del despacho de transporte Acuático y Aéreo, Hebert García Plaza, quien habría usado al periodista como contacto con diversos cuadros políticos y de inteligencia estadounidense, para poder legalizar el dinero proveniente de los fraudes cometidos mientras fue titular de dichos despachos.
Lo mismo estaría haciendo con Rafael
Isea, ex titular de la cartera de Finanzas y de la gobernación de
Aragua, quien para lavar la inmensa fortuna que adquirió de manera
fraudulenta se ha aliado con los factores políticos más fascistas que
controlan la Central de Inteligencia Estadounidense (CIA).
Otro señalamiento muy delicado es que
también mantuvo contacto e influencia sobre cuadros supuestamente
chavistas, mientras se encontraban dentro del movimiento; y peor aún,
mientras el Comandante Chávez estaba en pleno ejercicio de la
Presidencia de la República y al frente de la Revolución Bolivariana. Un
ejemplo de ello es la relación que mantenía con la periodista
ex-chavista y ex integrante del comité disciplinario del PSUV, Vanessa
Davies, quien recientemente habría abandonado la Revolución alegando
“descontento” y “desacuerdo” con los liderazgos. Sin embargo, Davies
habría intercambiado información importante y habría recibido órdenes de
Bocaranda durante una entrevista realizada a Fidel Castro el 09 de
agosto de 2010.
Por otro lado, Bocaranda también estaría
vinculado a una red de tráfico de influencias para conseguir vehículos
Chery, al tiempo que por su medio habla constantemente de los
“enchufados”, término asignado despectivamente a las familias que
reciben el beneficio de los planes sociales del Gobierno Bolivariano,
donde curiosamente están los vehículos Chery.
Durante el “hackeo” de la cuenta de
Bocaranda se expusieron otros temas y se filtraron otras conversaciones
que se borraron por la recuperación de la cuenta. Estaremos ampliando
esta información a medida que tengamos acceso.Para colaborar con el
archivo de las filtraciones, puede escribir a nuestro correo daleconelmazo@gmail.com.
(conelmazodando.com.ve)