"La ciudad es tan grande y de tanta admiración, que aunque mucho de lo que della podría decir deje, lo poco que diré creo es casi increible, porque es muy mayor que Granada y muy fuerte, y de tan buenos edificios y muy mucha más gente que Granada tenía al tiempo que se ganó, y muy mejor abastecida de las cosas de la tierra, que es de pan y de aves de caza y pescado de los ríos, y de otras legumbres y cosas que ellos comen muy buenas. Hay en esta ciudad un mercado en que cuotidianamente, todos los días, hay en él de treinta mil almas arriba vendiendo y comprando, sin otros muchos mercadillos que por la ciudad en parte. En este mercado hay todas cuantas cosas, asi de mantenimiento como de vestido y calzado, que ellos tratan y pueden haber. Hay joyerías de oro y plata y piedras, y de otras joyas de plumaje, tan bien concertado como puede ser en otras plazas y mercados del mundo. Hay mucha loza de todas maneras y muy buena, y tal como la mejor de España. Venden mucha leña y carbón y yerbas de comer y medicinales. Hay casas donde lavan las cabezas como barberos y las rapan; hay baños. Finalmente, que entre ellos hay toda manera de buen orden y policía y es gente de toda razón y concierto"
Gustavo Pereira, Historias del Paraíso, Develación y saqueo del Nuevo Mundo, Libro primero, p. 114, Biblioteca Popular para los Consejos Comunales, Fundación Editorial El perro y la rana. Caracas 2007.
Nota: Toda esta cultura fue destruida a la llegada del capitalismo europeo a quien solo le interesaba saquear el oro. En apenas cincuenta años asesinaron cincuenta millones de almas: un millón por año, dosmil ochocientos al día. Y nunca se han detenido. Nuestra lucha tiene 500 años y aunque pasen 500 más jamás olvidaremos tanta barbarie. Por eso jamás seremos derrotados, porque nuestra rebeldía es y será eterna.