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Normalmente cuando nos duele el
estómago, la cabeza o se nos presenta un dolor muscular, nos auto
medicamos con ibuprofeno o paracetamol, siendo estos los fármacos
más comunes en el mercado y las personas no tienen idea que si abusan de
ellos pueden tener riesgo en la salud, este es el caso específico de
Paracetamol que se corre el riesgo de sufrir de un infarto.
La Universidad de Ohio ha realizado unos estudios investigativos en el paracetamol, los
cuales revelaron que lel paracetamol puede incrementar el malestar
físico y generar cambios drásticos en las emociones, ocasionando
trastornos en su capacidad de sentir, identificase con las cosas y
percibir, es decir este medicamento coarta el fluido natural de la
tristeza y la alegría, convirtiendo a la persona insensibles y neutros,
sin emociones.
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El consumo de este medicamento en
altas cantidades puede generar daños hepáticos irreversibles, y en el
caso de los bebés puede ser letal, si se consume en altas dosis y sin
supervisión médica. Es recomendable no medicar a los bebés con
paracetamol, sin autorización de su médico. Este medicamento en dosis
muy altas y por tiempo prolongado produce una gran cantidad de
sustancias tóxicas que el hígado no puede depurar, lo que genera un daño
en el órgano.
Es un medicamento que se encuentra con facilidad en farmacias, sin récipe facultativo, es decir de libre compra, sus propiedades son ideales para cualquier dolor y para la fiebre, es seguro y eficaz cuando se consume con la dosis indicada por el médico.
Inicialmente el paracetamol se
comercializó a partir del año 1955, con el nombre de Tylenol y al poco
tiempo se ha convirtió en el calmante más popular de los tiempos.
Actualmente es el medicamento genérico con más venta en el mundo. Las
personas carecen de sentido común o mejor dicho no poseen la información
necesaria, toman medicamentos como si fuera agua y eso no debería ser
así. En el año 2012 Desiree Philips una chica de 20 años falleció a
consecuencia de una sobredosis de paracetamol para aliviar los dolores
de una operación menor, por indicaciones de una persona allegada a ella,
es decir no era médico.
