El Papa Francisco emitió un serio comunicado a los obispos
venezolanos, donde repudió la actitud violenta y poco mediadora por
parte de la Conferencia Episcopal Venezolana y sus representantes
afirmando que el diálogo y la paz son la verdadera salida a la situación
que se vive en el país e invitó a los obispos a ser garantes de ello al
referir: “Estoy persuadido de que los graves problemas de Venezuela se
pueden solucionar si hay voluntad de establecer puentes, de dialogar
seriamente y de cumplir con los acuerdos alcanzados”.
El máximo jerarca de la iglesia católica exhortó a “evitar
cualquier forma de violencia, a respetar los derechos de los ciudadanos y
a defender y promover la dignidad humana y los derechos fundamentales”
en Venezuela, cosa que bien sabemos evitan al máximo los representantes
de la CEV.
Debemos recordar que el pasado 1 de mayo el presidente Nicolás
Maduro, convocó a una Asamblea Nacional Constituyente buscando la paz
ante la negativa de la derecha para buscar solución a la crisis, sin
embargo, CEV en su continuo afán de creerse partido político en vez de
representante de la iglesia católica, se pronunció rechazando
totalmente “la convocatoria a esa Asamblea Constituyente, y exhortamos a
la población en general a no resignarse, a levantar su voz de protesta,
pero sin caer en el juego de quienes generando violencia quieren
conducir al país a escenarios de mayor confrontación con el fin de
agravar la situación y mantenerse en el poder”.
Lo que obviamente generó descontento y malestar en la máxima
representación de la iglesia católica ante el mundo, y logró que este se
pronunciara en contra de las acciones fascistas de quienes dicen velar
por el amor y la paz en nuestro país mientras nosotros como ciudadanos
que es todo lo contrario.