16 de mayo de 2016 --
Helga Zepp-LaRouche, fundadora y presidente
del Instituto Schiller, fue invitada a participar en las sesiones temáticas
sobre intercambios entre centros de estudio, que se realizaron el 14 y 15 de
mayo en Pekín como parte del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación
Internacional. El primer día, Zepp-LaRouche fue comentarista en la sesión sobre
“Franja y Ruta para facilitar una economía global fuerte,
equilibrada, incluyente y sustentable”. Y el
segundo día, fue ponente en la sesión de la “5a Cumbre global de
centros de estudio: El acopio de sabiduría para promover el crecimiento
global”. El siguiente es el texto de la
ponencia de Zepp-LaRouche:
La
Franja y la Ruta se vuelve el puente terrestre
mundial
En los tres años y
medio desde que el Presidente Xi Jinping la anunció en 2013, la dinámica de la
Nueva Ruta de la Seda ha sido impresionante. La Iniciativa de la Franja y la
Ruta tiene el potencial obvio de convertirse rápidamente en un Puente Terrestre
Mundial, que conecte a todos los continentes a través de la infraestructura, tal
como túneles, puentes, reforzada por la Ruta de la Seda Marítima. Como tal,
representa una nueva forma de globalización, pero no determinada por el criterio
de maximizar la ganancia del sector financiero, sino para el desarrollo armónico
de todos los países participantes sobre la base de una cooperación ganar-ganar,
en donde todos ganan.
Es por lo
tanto muy importante que no sea vea a la Iniciativa de la Franja y la Ruta desde
el punto de vista de un contador, que proyecta su punto de vista estadístico de
costo-beneficio hacia el futuro, sino que pensemos en ella como una Visión para
la Comunidad de Futuro Compartido. ¿En dónde queremos que esté la humanidad en
su conjunto en 10, 100 o incluso 1000 años? ¿No es el destino natural de la
humanidad, como la única especie creativa en el universo hasta hoy, que vayamos
a construir villas en la Luna, a desarrollar un entendimiento más profundo de
los billones de galaxias en nuestro universo, que resolvamos el problema de las
enfermedades todavía incurables, o resolvamos el problema de la seguridad
energética y de materias primas mediante el desarrollo de la fusión
termonuclear? Si nos concentramos en los objetivos comunes de la humanidad,
podremos superar la geopolítica y establecer un nivel superior de razón para el
provecho de todos.
Es obvio que
el Puente Terrestre Mundial es ideal para completar el desarrollo de las zonas
de nuestro planeta sin litorales. La colonización del espacio cercano será la
siguiente fase obvia de la apertura de infraestructura del hábitat natural del
hombre.
Si vemos el
mapa del mundo, Estados Unidos no es solamente un país rodeado por dos océanos y
dos vecinos, sino que puede ser la parte central de un corredor de
infraestructura que conecte la punta más al sur de Iberoamérica a través de
América Central y del Sur con el sistema de transporte de Eurasia a través de un
túnel bajo el Estrecho de Bering. Dado que el Presidente Xi Jinping hizo el
ofrecimiento al Presidente Trump para que Estados Unidos se una a la Iniciativa
de la Franja y la Ruta, ahora hay una propuesta práctica sobre la mesa, en donde
Estados Unidos puede llegar a ser parte integral del Puente Terrestre Mundial.
Las necesidades de infraestructura de Estados Unidos, que son enormes, pueden
ser la oportunidad perfecta para convertir todo o parte de los $1.4 billones de
dólares que mantiene China en valores de la tesorería de Estados Unidos, en esas
inversiones a través de un banco de infraestructura. Por ejemplo, Estados Unidos
necesita en realidad unas 40,000 millas de líneas ferroviarias de alta
velocidad, si quisieran emparejar al plan chino para conectar toda ciudad
importante en su país mediante trenes rápidos para el año
2020.
La economía de
Estados Unidos experimentaría un empuje tremendo con esa inversión en
infraestructura a gran escala, y a su vez podría exportar hacia los mercados
chinos que crecen rápidamente, y en cuanto se sustituya la competencia con la
cooperación, las oportunidades para inversiones conjuntas entre Estados Unidos y
China en terceros países son enormes.
Ya que el
Presidente Trump ha declarado su intención de reintroducir el Sistema Americano
de Economía de Alexander Hamilton, Henry C. Clay y de Abraham Lincoln, y de
reintroducir también la legislación Glass-Steagall de Franklin D. Roosevelt, se
acerca la posibilidad del establecimiento pronto de un Banco Nacional y de un
Sistema de Crédito a fin de canalizar las tenencias chinas hacia la
infraestructura.
En tanto que
cada vez más naciones europeas, dentro y fuera de la Unión Europea, reconocen
los tremendos potenciales de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y expresan la
intención de ser un polo para la cooperación europea, la Unión Europea misma se
ha mostrado reservada, para decirlo en forma
diplomática.
Sin embargo,
hay un enorme desafío, en donde los Estados miembros de la Unión Europea podrían
ser convencidos para cooperar con la Iniciativa: La crisis de refugiados. La
única forma humana de sanar esta herida moral de Europa es la integración activa
de las naciones europeas en un Gran Plan de desarrollo para toda África con la
Iniciativa de la Franja y la Ruta.
La nueva
perspectiva positiva de la distensión entre Estados Unidos y Rusia y de la
cooperación militar en Siria, junto con el proceso de Astana, ahora pone a la
vista la estabilización de toda la región. Ya está el ofrecimiento de China para
extender la Nueva Ruta de la Seda hacia el Sudoeste de Asia.
La Nueva Ruta
de la Seda, como lo hizo la antigua, debe conducir a un intercambio de las
expresiones más bellas de la cultura de todos los países participantes para que
tenga éxito. El verdadero significado de la cooperación ganar-ganar no es solo
el beneficio material de la infraestructura y del desarrollo industrial, sino el
de hacer el descubrimiento feliz en otras culturas de la belleza de su música
clásica, su poesía y su pintura, y al conocerlas, fortalecer nuestro amor por la
humanidad toda.