A través de un comunicado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, expresó su preocupación por la información en torno a la actuación de la fuerza pública y el Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD, durante el paro cívico de Buenaventura y llamó al gobierno de Colombia a que se neutralicen los estereotipos raciales y se atiendan las necesidades de las comunidades afrodescendientes.
La CIDH manifestó que el 2 de junio recibieron denuncias que ponen de manifiesto el uso excesivo de la fuerza que incluyó, por ejemplo, el uso de tanques entre civiles y el empleo desmedido de gases lacrimógenos muy cercanos a viviendas con niños y mujeres embarazadas: “se utilizaron gases lacrimógenos contra manifestantes pacíficos, incluidos niños, personas mayores y personas con discapacidad.”
En el comunicado la CIDH manifestó que la protesta de las comunidades se desarrolló en exigencia de derechos básicos: “Las movilizaciones fueron en reclamo de acceso a fuentes laborales, vivienda, agua potable, educación y salud, entre otros derechos económicos, sociales y culturales”, por lo que se entendería que con la actuación del ESMAD no se respetó el derecho a la protesta.
En ese sentido la CIDH recordó que todos los Estados “deben adoptar medidas a fin de garantizar que todos los sectores de la sociedad puedan ejercer su derecho a participar pacíficamente en protestas, sin temor a sufrir actos de violencia”, recordando, de esta manera, que el Estado colombiano firmó la Carta Interamericana y está obligado por sus leyes a cumplirla.
ELIMINAR EL RACISMO AL ATENDER LAS EXIGENCIAS DE LAS COMUNIDADES NEGRAS
En ese marco la Comisión Interamericana reafirmó que “La conducta de las fuerzas de seguridad debe respetar en todo momento las normas internacionales de derechos humanos y cumplir con los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad”.Por otra parte, la CIDH instó al Estado colombiano a destinar fondos, recursos humanos y de todo tipo para que se eliminen los estereotipos raciales tanto en el Estado mismo como en la atención a las exigencias de las comunidades afrodescendientes y “mejorar las condiciones de vida de las personas de ascendencia africana con respecto a la atención médica, la vivienda, la educación y el trabajo.”
