Por Marco Teruggi
A la izquierda, los grupos de choque callejeros de la derecha
-encargados de incendios, destrozos, asesinatos. A la derecha, un
arzobispo. Pasó ayer en la ciudad de
Barquisimeto. Ayer también en Barquisimeto, después de la bendición, la
derecha sicarió a dos trabajadores de la Misión Alimentación, es decir a
dos chavistas. No lo lograron, están vivos. El escenario es claro, van a
agudizar todas las variables hasta intentar el punto de quiebre.
Tienen, lo han dicho, unos 40 días para lograrlo, es decir antes de la
votación de la Asamblea Nacional Constituyente el 30 de julio. Todo será
válido para ese objetivo: bendecir las fuerzas de choque/paramilitares,
asesinar chavistas, quemar instituciones, atacar las zonas cercanas al
Palacio de Miraflores, asaltar cuarteles de policía, agudizar la
confrontación de poderes del Estado, intentar crear un gobierno
paralelo, caotizar hasta sumar las fuerzas necesarias para romper la
correlación de fuerzas. Porque hoy no tienen suficiente fuerza. Les
duele y lo reconocen con piruetas retóricas: no sumaron a sus acciones a
los barrios populares. Todo está en pleno desarrollo. Imágenes como
estas quedarán para la historia de estos meses de nuevo intento de Golpe
de Estado de una derecha que algunos “intelectuales” terminaron
defendiendo.