Posted: 13 Jul 2017 01:20 PM PDT
Por Carlos Aznárez / Resumen Latinoamericano
El abandono de las fuerzas guerrilleras de ciertas regiones se nota, pues allí aumentó la penetración del paramilitarismo y aumentaron los asesinatos.
Juan Fernández es integrante de la Comisión Internacional del Congreso de los Pueblos de Colombia, una organización de organizaciones sociales, sindicales, indígenas, que lucha por la justicia social y la concreción del sueño de ver a Colombia libre de oligarcas y cómplices del imperialismo. Resumen Latinoamericano dialogó con él recientemente en Bolivia, al finalizar un encuentro de organizaciones populares.
¿Cómo ven desde el Congreso de los Pueblos, la situación difícil de Colombia, en el sentido de que se habla de un proceso de paz, mientras son asesinados y asesinadas lideresas y líderes sociales tanto del Congreso de los Pueblos como de Marcha Patriótica. Y por otro lado, cómo ven ustedes, esta política errática de Santos, siempre coqueteando con EEUU, y pensando más en lo electoral que en el proceso de paz; porque está claro que en lo que él piensa es en cómo continuar en el poder.
-En Colombia estamos en un momento crucial. El desmonte de las FARC, que decidieron pasar a ser un Partido político y dejar la lucha armada. Más allá de que podamos estar o no de acuerdo con la lucha armada, es un golpe fuerte para todo el movimiento latinoamericano revolucionario, pues el desmonte de una organización de 53 años es duro, y eso también se siente en Colombia. El abandono de las fuerzas guerrilleras de ciertas regiones se nota, pues allí aumentó la penetración del paramilitarismo y aumentaron los asesinatos. Se sabía que esto iba a venir, y estamos preparados para eso.
La situación actual del país es de pre-campaña, los candidatos ya están lanzándose a las presidenciales y a las gobernaciones. Ya falta casi un año y todo se mueve alrededor de lo que se está haciendo electoralmente. Eso también hace que el país entre en una dinámica determinada y que la negociación pase a un segundo o tercer punto. Nosotros decimos que esto no puede influir en el movimiento social, estamos trabajando por un proyecto de país nuevo, un país para la vida digna, y lo electoral es coyuntural, es decir, van a pasar las elecciones y nosotros vamos a seguir aquí.
Hoy en Colombia hay una situación distinta a la que vende la prensa cuando dice que el tema de la paz es lo principal. En realidad la paz es uno de los diez temas que le pueden interesar a la sociedad, pero es uno de los últimos temas. De parte del Estado no hay una pedagogía de paz, se remiten sólo a un slogan: “Dejación de armas, y parar la violencia”, ya que según ellos, la violencia viene de la insurgencia, pero los índices indican que la violencia que ejerce la insurgencia no alcanza a un 15%, es decir que esa violencia -que de acuerdo a la visión del Estado ejerce la insurgencia- es mínima. Esto significa que la violencia la ejerce mayoritariamente el Estado y los paramilitares, ellos son los grandes hacedores de la violencia en el país, sin contar el hambre y la miseria que vivimos, que para nosotros, también es violencia.
Entonces la situación del país es esa: ahora te embarcan en una campaña electoral y las negociaciones de paz con el ELN pasan a un segundo o tercer plano. Esto va a generar que se recrudezca la guerra en algunas regiones, y además el ELN todavía tiene cierta influencia en algunas zonas. Nosotros no queremos la guerra continua, queremos que haya una participación de la sociedad en las negociaciones para que no suceda lo que pasó con el proceso anterior, donde ellos mismos dejaron en claro que en Colombia no hubo visibilización de su proceso, ni participación de la sociedad. Parte de la autocrítica que se hacen los compañeros es esa. Si bien entendemos que ahora hay una situación compleja: va a pasar todo por lo electoral y la mesa del ELN no termina de arrancar -todavía siguen en el primer punto-, en realidad siempre estuvo difícil. Ahora se suma lo que sucede en Venezuela donde la situación está también complicada. Pero bueno, nosotros seguimos luchando, nuestros ánimos no decaen. Acabamos de salir de dos insurrecciones populares sin mucho movimiento social atrás, es decir, se armaron las ciudades y salieron a cortar las calles, cerraron el principal puerto de Colombia durante 17 días, los maestros y maestras hicieron una huelga de 37 días, es decir, el país sigue sus luchas, los movimientos siguen peleando. Ahora estamos proyectando un Paro Nacional con el Comando Unificado de Paro; que es donde estamos todas las organizaciones sociales, las centrales sindicales y varios partidos políticos, y creo que en 10 o 15 días vamos a hacer el paro nacional, un avance importante porque esta unificación no se lograba desde hace muchos años. Si eso avanza más, iremos a la huelga general.
www.resumenlatinoamericano.
¿Cómo ven desde el Congreso de los Pueblos, la situación difícil de Colombia, en el sentido de que se habla de un proceso de paz, mientras son asesinados y asesinadas lideresas y líderes sociales tanto del Congreso de los Pueblos como de Marcha Patriótica. Y por otro lado, cómo ven ustedes, esta política errática de Santos, siempre coqueteando con EEUU, y pensando más en lo electoral que en el proceso de paz; porque está claro que en lo que él piensa es en cómo continuar en el poder.
-En Colombia estamos en un momento crucial. El desmonte de las FARC, que decidieron pasar a ser un Partido político y dejar la lucha armada. Más allá de que podamos estar o no de acuerdo con la lucha armada, es un golpe fuerte para todo el movimiento latinoamericano revolucionario, pues el desmonte de una organización de 53 años es duro, y eso también se siente en Colombia. El abandono de las fuerzas guerrilleras de ciertas regiones se nota, pues allí aumentó la penetración del paramilitarismo y aumentaron los asesinatos. Se sabía que esto iba a venir, y estamos preparados para eso.
La situación actual del país es de pre-campaña, los candidatos ya están lanzándose a las presidenciales y a las gobernaciones. Ya falta casi un año y todo se mueve alrededor de lo que se está haciendo electoralmente. Eso también hace que el país entre en una dinámica determinada y que la negociación pase a un segundo o tercer punto. Nosotros decimos que esto no puede influir en el movimiento social, estamos trabajando por un proyecto de país nuevo, un país para la vida digna, y lo electoral es coyuntural, es decir, van a pasar las elecciones y nosotros vamos a seguir aquí.
Hoy en Colombia hay una situación distinta a la que vende la prensa cuando dice que el tema de la paz es lo principal. En realidad la paz es uno de los diez temas que le pueden interesar a la sociedad, pero es uno de los últimos temas. De parte del Estado no hay una pedagogía de paz, se remiten sólo a un slogan: “Dejación de armas, y parar la violencia”, ya que según ellos, la violencia viene de la insurgencia, pero los índices indican que la violencia que ejerce la insurgencia no alcanza a un 15%, es decir que esa violencia -que de acuerdo a la visión del Estado ejerce la insurgencia- es mínima. Esto significa que la violencia la ejerce mayoritariamente el Estado y los paramilitares, ellos son los grandes hacedores de la violencia en el país, sin contar el hambre y la miseria que vivimos, que para nosotros, también es violencia.
Entonces la situación del país es esa: ahora te embarcan en una campaña electoral y las negociaciones de paz con el ELN pasan a un segundo o tercer plano. Esto va a generar que se recrudezca la guerra en algunas regiones, y además el ELN todavía tiene cierta influencia en algunas zonas. Nosotros no queremos la guerra continua, queremos que haya una participación de la sociedad en las negociaciones para que no suceda lo que pasó con el proceso anterior, donde ellos mismos dejaron en claro que en Colombia no hubo visibilización de su proceso, ni participación de la sociedad. Parte de la autocrítica que se hacen los compañeros es esa. Si bien entendemos que ahora hay una situación compleja: va a pasar todo por lo electoral y la mesa del ELN no termina de arrancar -todavía siguen en el primer punto-, en realidad siempre estuvo difícil. Ahora se suma lo que sucede en Venezuela donde la situación está también complicada. Pero bueno, nosotros seguimos luchando, nuestros ánimos no decaen. Acabamos de salir de dos insurrecciones populares sin mucho movimiento social atrás, es decir, se armaron las ciudades y salieron a cortar las calles, cerraron el principal puerto de Colombia durante 17 días, los maestros y maestras hicieron una huelga de 37 días, es decir, el país sigue sus luchas, los movimientos siguen peleando. Ahora estamos proyectando un Paro Nacional con el Comando Unificado de Paro; que es donde estamos todas las organizaciones sociales, las centrales sindicales y varios partidos políticos, y creo que en 10 o 15 días vamos a hacer el paro nacional, un avance importante porque esta unificación no se lograba desde hace muchos años. Si eso avanza más, iremos a la huelga general.
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