Momento en que un militante del MST es detenido en Santa Catarina | Foto: CUT
En diversas ciudades hubo represión policial; en São Paulo, la policía trasladó manifestantes a la comisaría
En Brasil, movilizaciones en defensa de derechos y contra las
reformas del presidente golpista Michel Temer, del PMDB, registran casos
de represión contra manifestantes y contra un sindicato. Este viernes
(30) hubo represión policial en manifestaciones de calle y militantes
fueron detenidos en por lo menos tres estados, São Paulo, Santa Catarina
e Rio Grande do Sul, y la policía invadió un sindicato en Rio de
Janeiro.
Desde las primeras horas de la mañana, diversas categorías
de trabajadores paralizaran y sindicatos y movimientos populares han
levantando bloqueos y siguieron realizando protestas en todo el país.
Las manifestaciones hacen parte de la “huelga por derechos”, convocada
por centrales sindicales, que se movilizan contra las reformas laboral y
de las pensiones de Temer. Las manifestaciones en apoyo al paro,
convocadas por los frentes Brasil Popular y Povo Sem Medo (Pueblo Sin
Miedo), ocurren en diversas ciudades.
São Paulo
En la capital de São Paulo, dos militantes de la Central de
Movimientos Populares (CMP) fueron detenidas por la policía militar,
alrededor de las 8:30 de la mañana. Elaine Gonçalves da Silva y Antonia
Glaucia de Araujo estaban desayunando en una panadería en la región
central de la ciudad cuando fueron abordadas por policías sin ninguna
justificación, señala el movimiento. Antes, las dos habían participado
de un bloqueo de calles en el cruce de dos avenidas céntricas, Ipiranga
y São João.
“Estaba tomando mi café cuando los policías llegaron, me
arrastraron hasta el coche, me dijeron que me llevarían a la comisaría,
me golpearon, quitaron mi celular y empezaron a escuchar los audios de
Whatsapp, me esposaron. Yo no tengo nada que ver con eso, fue terrible”,
relató Elaine en un video publicado por la organización.
En el análisis de Raimundo Bonfim, coordinador de la CMP,
la acción refleja el proceso de “criminalizar la lucha social e impedir
el derecho, garantizado por la Constitución Federal, de manifestarse a
la luz del día”.
“Como siempre, la Policía Militar brasileña, en especial la
policía de São Paulo, comandada por el gobernador Geraldo Alckmin (del
PSDB), actúa en la manifestación con su modus operandi: la
total represión”, completa el dirigente que esta mañana también fue
amenazado de detención en una de las manifestaciones, la que ocurrió en
la Rodovia Anchieta, una de las carreteras del estado de São Paulo.
Elaine y Antonia fueron llevadas a una de las comisarías del centro de la ciudad para averiguaciones. El Brasil de Fato
intentó contactar a la comisaría para esclarecer los motivos de la
detención, pero esta no contestó hasta el cierre de este reportaje. Las
dos manifestantes fueron liberadas.
En la ciudad de São José dos Campos, en el interior del
estado, 21 trabajadores – entre maestros, directores del sindicato de
los químicos, de los metalúrgicos, activistas sin-techo y sin-tierra –,
que participaron del acto contra las reformas fueron detenidos y
conducidos para el Primer Distrito Policial del municipio. La detención
ocurrió tras dueños de tiendas de la región alegaren que se
sintieron constreñidos con la protesta, lo que podría ser clasificado en
el artículo 197 del Código Civil, como crimen de constreñimiento. Todos
fueron liberados algunas horas después y tras los dueños de las tiendas
no reconocieren a ninguno de los activistas.
Por la noche, la Policía Militar reprimió y detuvo a
manifestantes que participaban de una protesta de estudiantes que seguía
de la Plaza de la Sé hacia la Avenida Paulista, en la ciudad de São
Paulo. Según informaciones desde el local, seis personas fueron
conducidas para el 78º Distrito Policial (DP), en el barrio de Jardins.
El Brasil de Fato intentó contactar al DP, pero no obtuvo respuesta.
Aún en la capital de São Paulo, una parte de la protesta
convocada por los sindicatos y los movimientos, que empezó en la Avenida
Paulista, caminó en dirección a la Alcaldía y fue reprimida por la
Policía Militar. Este grupo tenía fuerte presencia de jóvenes y
anarquistas. Una estudiante de la secundaria, menor de edad, fue
detenida, según relatos desde el local.
Santa Catarina
Las movilizaciones en el estado de Santa Catarina fueron
duramente reprimidas por la Policía Militar, que disparó balas de goma y
gases lacrimógenos, según los relatos de los manifestantes. Dos
militantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST)
fueron detenidos por la policía, según ellos, sin justificación, durante
el bloqueo de la carretera BR 101, cerca del municipio de Navegantes.
“Llegaron disparando. Estábamos tranquilos, los motoristas
también. No había ningún motivo para llegar así. Empezaron a disparar y
corremos para refugiarnos en la gasolinera”, relató Révero Ribeiro, del
MST, que estaba presente en el momento de las detenciones.
“La segunda persona detenida había intentado dialogar con
la policía y fue esposada, en una actitud totalmente represiva, porque
las esposas sólo deben ser usadas cuando alguien se resiste al arresto”,
comentó Daniela Cristina Rabaioli, abogada del movimiento, sobre las
circunstancias de la detención.
La Policía Militar no informó para cuál local condujeron a
los manifestantes. Para la abogada que acompaña el caso, el hecho
representa una arbitrariedad, pues es un derecho del ciudadano saber
dónde se lo llevan.
Daniela también presentó que el recelo se basa en un
precedente del año 2010, cuando un militante del movimiento fue detenido
y se quedó incomunicable y sin derecho a la defensa por casi 12 horas,
pues la policía no informó para dónde lo habían conducido. “La
incomunicabilidad del detenido es una violación de derecho muy grave”,
completa.
Después de por lo menos tres horas, los abogados supieron
que los dos militantes fueron llevados a una comisaría en el municipio
de Itajaí.
Rio de Janeiro
En el estado de Rio de Janeiro, representantes del
Sindicato de los Empleados del Comercio de la ciudad de Nova Iguaçu
denunciaron que la Policía Militar irrumpió, sin identificación, en la
sede del sindicato por la mañana, poco antes de la manifestación que
iria ocurrir en el municipio.
Uno de los dirigentes del Sindicato, José Roberto, relató, en conversación con el Brasil de Fato,
que la policía invadió el local cerca de las 9h de la mañana e intentó
conducirlo a la comisaría, pero la movilización de los trabajadores
presentes en el espacio la impidió. “Fue una maniobra para desmovilizar a
los trabajadores que participan ahora de una gran protesta en Nova
Iguaçu. Intentan impedir nuestra lucha a todo momento”, dijo el
dirigente.
El reportaje contactó a la Comisaría de Policía Judiciaria
Militar de Nova Iguaçu a través del teléfono y del correo electrónico,
pero esta no contestó hasta el cierre de este texto.
Porto Alegre
Dos dirigentes de la Central de Trabajadores y Trabajadoras
de Brasil (CTB) fueron detenidos en la mañana de este viernes, durante
un piquete frente a la cochera de la empresa Carris, em Porto Alegre, en
Rio Grande do Sul [región sur del país].
Según la asesoría de prensa de la organización, los dos
manifestantes fueron llevados al Palacio de la Policía y fueron
liberados.
La CTB optó por no informar el nombre de los dirigentes de
la central que fueron detenidos. Según la entidad, los dos militantes
estaban frente a la cochera de la empresa de transporte cuando fueron
abordados por dos guardias de paisano, los hicieron arrodillar y los
golpearon. Uno de ellos se quedó con el rostro hinchado por los golpes,
pero no denunció las agresiones ni fue conducido al hospital, según
informe.
En las redes sociales circulaban informaciones sobre
detenciones de otros dos dirigentes de la Central Sindical y Popular
Conlutas; se contactó la organización, pero esta no ha presentado
informaciones oficiales sobre el caso.
El Brasil de Fato también contactó el
Palacio de la Policía, que no supo informar sobre el ocurrido y que
aguarda el retorno de la oficina pública responsable por la revisión de
delitos en flagrancia de la ciudad.
Edición: Vivian Neves Fernandes | Traducción: Luiza Mançano