Aug 10, 2017 Carola Chávez
El antichavismo, adicto al fracaso, nunca había tenido un momento tan bajo, pero como éste, ninguno.
La gente decente y pensante de este país no entiende cómo terminó dejándose arrastrar por los delirios de grandeza de un psicópata de metro y medio, que los enreda, que los hunde, que los pulveriza. Si yo fuera malpensada, diría que Audi Guevara es un agente infiltrado para acabar con la oposición.
Lo
que empezó hace 4 meses con lo que debía ser una protesta
libertaria que debía resolverse en 15 días y que todos estaban
dispuestos a
asumir, no contaron con la violencia encapuchada que los convertiría en
rehenes
del odio.
Cuatro
meses con resultados políticos, económicos y sociales,
espantosos.
Cuatro
meses que se fue apagando entre oootro y oootro llamado a trancazo que
nadie
quiere más acatar. ¿Para qué? Si ya la ilusión inmediatista del golpe
recibió
su estocada final con un plebiscito y una “Hora Cero” que ni siquiera
despeinaron a Nicolás.
Trancazo-Paro-Huelga
de 48 horas, tuitea el líder de metro y
medio, y un chorro de insultos recibe de sus seguidores.
El
paro fue un éxito, vuelve a tuitear, y la paciencia agotada de su gente
agota
el catálogo de insultos, mientras le exige que acepte la realidad.
La
realidad? El fracaso!
Guevara,
y la Generación Mascachicle, con meticulosa torpeza, condujeron al
antichavismo
al más hondo de sus fracasos, de esos de los que no tienen vuelta a
atrás.
Desinflaron
a la oposición al punto del hartazgo, que a su vez reanimó al chavismo!
La
Generación Mascachicle logró lo imposible, que más del 80% de los
venezolanos,
chavistas o no, se unieran en rechazo a la violencia, único programa de
gobierno que esos irresponsables saben hacer muy bien y nos quieren
imponer a
la fuerza.
Finalmente
y como siempre, venció la paz.
http://www.radiomundial.com.ve/article/fracaso-mascachicle