Posted: 04 Jul 2018 06:04 AM PDT
De
acuerdo con un artículo publicado en Bloomberg, el virtual ganador de
la elección presidencial no debe cometer los mismos errores que el
expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Según analiza el columnista Mac Margolis, Andrés Manuel López Obrador ha adecuado su mensaje para hablarle a diferentes grupos.
“El domingo, seguro de su aplastante victoria, López Obrador, conocido como AMLO, se dirigió al histórico Zócalo de la Ciudad de México
para saludar a sus seguidores como un redentor. Luego, en otro discurso
a los políticos y líderes empresariales, se moderó, prometió proteger
la disciplina fiscal, respetar la autonomía del banco central y cumplir
los acuerdos con las empresas en el país y el extranjero”, escribe el
autor.
Explica que hay dos tipos de políticos: los
carnívoros, que pueden parecer dictadores y los izquierdistas
vegetarianos; pero recomienda al próximo presidente ser “omnívoro” y
mantener el desarrollo de México, pero ayudar a cambiar la desigualdad
del país.
“López Obrador haría bien en estudiar el ejemplo
brasileño, incluso por sus deficiencias. Después de sorprender a todos
con su giro hacia la moderación en 2003, Lula perdió su toque. En lugar
de aprovechar su capital político para promulgar reformas
estructurales vitales, él y su derrochadora sucesora, Dilma Rousseff,
despilfarraron el auge de las materias primas, encaminando a Brasil a
la peor recesión de su historia y convirtiendo a la mayor petrolera de
la región, Petrobras, en un comedero de compinches partidistas. Lula
ahora está en la cárcel, la captura más importante en el mayor
escándalo de corrupción política del continente”, explica.
Margolis añade que López Obrador no se puede considerar un político dictador o populista, ya que cuando dirigió la Ciudad de México lo hizo como “un pragmático, no un populista, y sus probables opciones para el gabinete son tecnócratas, no ideólogos”.
Agrega
que “hay mucho que arreglar en México, pero también mucho que
preservar. En una región donde el crecimiento ha sido errático, la
economía mexicana se ha estado expandiendo de forma sostenida, aunque
moderada, durante años. El desempleo (por debajo del 3.3%) está en un
mínimo de 12 años, mientras que el comercio es robusto”.
Finaliza
diciendo que “la histórica elección le ha dado a México un líder
carismático con un mandato abrumador para luchar contra la corrupción y
la injusticia. Hacer todo eso y mantener la segunda mayor economía de América Latina en buen camino sería difícil para cualquier presidente entrante. Es por eso que lo que México necesita ahora es un omnívoro”.