Posted: 05 Jul 2018 12:14 PM PDT
El
presidente Donald Trump acaba de suspender medidas dictadas por Barack
Obama que abrían posibilidades de ingreso a universidades a hispanos y
negros.El ex presidente Obama había dictado entre 2009 y 2016 más de 20 normas que viabilizaban tal propósito.
Así lo informó, este martes, en Washington la agencia noticiosa española EFE.
Al respecto, el fiscal general Jeff Sessions en un comunicado consideró que esas medidas eran “innecesarias, desactualizadas, inconsistentes e inapropiadas con la ley vigente”.
Sessions trató de justificar su impopular criterio basado en una orden ejecutiva firmada por Trump en febrero del pasado año, con el objetivo de eliminar las regulaciones que se consideren no aceptables.
Por otro lado, el partido demócrata reitera que dichas medidas tienen vigencia porque eliminarían la discriminación sufrida por esos sectores de la población.
Y también hace referencia al inalcanzable costo de los estudios superiores para las minorías en Estados Unidos.
Un informe de la Universidad Georgetown en 2013 afirmó que estudiantes blancos acuden cada vez más a instituciones privadas, mientras, aumenta la de las minorías hacia centros públicos.
Esa decisión gubernamental fue aprobada poco antes de realizar un juicio a la Universidad de Harvard para determinar hasta donde fueron discriminados estudiantes asiáticos durante su ingreso al centro.
Y es en 2018 cuando Donald Trump decide cerrar las puertas universitarias a negros e hispanos residentes allí.
Expertos alertaron la posibilidad de que lo sucedido incremente el debate sobre la admisión de minorías a las universidades,
¿Acaso el presidente de Estados Unidos no es capaz de anticipar el peligro de que en algún momento pudiera desencadenar una bomba de tiempo racista?
Un mandatario con evidentes señales de desgaste y sostenido, en lo fundamental, por sectores de la ultraderecha de su país.
Y no es precisamente discriminando a estudiantes negros e hispanos que ganará más amigos, todo lo contrario.
¿En qué momento sucede? Cuando se torna, cada vez más intrincada la realidad, política, económica y social de muchos estadounidenses.
Y precisamente cuando tienen lugar acontecimientos como lo sucedido en México, donde el saldo de sus recientes elecciones arrojó un significativo retroceso para lo peor de la sociedad de esa importante nación fronteriza.
¿Es acaso una señal de posibles cambios en la correlación de fuerzas que actúan en el área?
