Eugenio Matta / Resumen Latinoamericano / 21 de marzo de 2019
La izquierda chilena que defiende la revolución bolivariana y además es admiradora de la ex presidenta Michelle Bachelet tiene un problema político serio.
Las recientes actuaciones y opiniones de la actual Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, en el que acusa detenciones arbitrarias, torturas y hasta asesinatos extrajudiciales en Venezuela es una opinión contra la revolución que tiene impacto mediático.
El apátrida venezolano Juan Guaidó, la derecha chilena, los partidos de la internacional socialista valoraron el discurso realizado por la ex Mandataria en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, opiniones que según ellos confirman sus denuncias.
Para todos los bolivarianos se plantea el problema, se le cree a Bachelet y su equipo o se le cree a la revolución bolivariana.
¿Quién tiene la razón? Es una pregunta atingente.
La razón la tiene sin lugar a dudas el gobierno y el pueblo revolucionario de Venezuela.
Como en todo país existe una institucionalidad y la actuación de agentes del Estado pueden ser interpretadas por los afectados de diferente manera. Eso sucede en Europa, en Estados Unidos, en Colombia, en Chile, etc.
No tengo dudas que en Venezuela se respetan infinitamente más los DDHH que en cualquiera de los países mencionados. Qué decir de los gringos y sus cárceles como Guantánamo donde los presos no tienen derechos legales y la tortura es norma, o de las atrocidades que se cometen en Colombia, es cosa de visitar sus cárceles.
Acá en Chile en tiempos de Bachelet, como en los de Piñera, fueron asesinados por agentes del Estado comuneros mapuche y dirigentes sindicales, se aplicó la ley anti-terrorista, se militarizó el wallmapu, decenas de miles fueron detenidos en movilizaciones sociales y golpeados brutalmente por la fuerza policial.
Actualmente en Venezuela, buena parte del pueblo exige la aplicación de la ley contra todos aquellos apátridas que se autoproclaman, llaman incluso a la intervención militar extranjera, apoyan no solo verbalmente, sino prácticamente, acciones de sabotaje diario, trabajan para servicios de inteligencia gringos, llaman a sedición en las FFAA, pagan para que deserten publicitariamente militares. ¿Si todo aquello sucediera en Chile o en EE.UU. qué cree usted que pasaría? ¿Qué haría Bachelet si fuera presidenta?
Bachelet devela lo que siempre ha sido, una aliada del imperio, una integrante de la internacional socialista, de la cual es parte Juan Guaidó. Michelle es partidaria del capitalismo del siglo XXI desde hace rato.
Si alguno/as guardaban cierta esperanza de un actuar digno, latinoamericanista, de la mamá de Sebastián Dávalos estaban muy equivocado/as.
Fuente: El Rodriguista