De: "Isabel Alcega" <isabelalcega@larouchepub.com
Fecha: Mar, 28 de Febrero de 2012, 8:13 pm
Amigos:
Con este correo les mando el nuevo volante que el movimiento de LaRouche empezó a circular en los Estados Unidos este lunes, 27 de febrero 2012, junto con unas notas que contrastan los esfuerzos del comando militar de los Estados Unidos y el liderato de Rusia y China para evitar la guerra global, con los intentos que hace la monarquía británica dirigidos a provocar la guerra termonuclear a como de lugar.
Enlace para el volante en PDF:
http://spanish.larouchepac.com/files/pdfs/flyers/2012/0227_clintons_mistake.pdf
El holocausto termonuclear de Obama: El terrible error del Presidente
Clinton
Declaración urgente de LPAC; 27 de febrero de 2012
Mientras nos ocupamos hoy de nuestros quehaceres cotidianos, pocos de
nosotros tenemos la más mínima idea de que vivimos tiempo prestado. En
realidad, si no fuese por los esfuerzos del Jefe del Estado Mayor Conjunto
de EU, general Martin Dempsey, y de un puñado de otros oficiales de
nuestras fuerzas armadas patriotas, buena parte de la civilización humana
ya hubiese sido aniquilada en una guerra termonuclear global.
Solo se necesita ver cualquier periódico para saber que todo el sistema
financiero global podrido no es nada más que un cadáver en descomposición.
El hecho no es ninguna novedad. Sin embargo, enfrentado a la bancarrota de
todo el sistema transatlántico, el imperio británico moribundo está
utilizando actualmente la amenaza de guerra termonuclear para inducir a
las naciones de Rusia y China a que abandonen su compromiso con la
soberanía económica y el progreso. Si China y Rusia se siguen rehusando a
someterse, Londres pretende provocar un intercambio termonuclear entre
Estados Unidos y Rusia que provocaría la extinción de la especie humana.
Si se iniciara un ataque desde Estados Unidos, Rusia y China no tendrían
ninguna otra opción que la de responder con sus capacidades plenas. Las
implicaciones de este escenario significa la extinción probable de la
civilización humana a como la conocemos, precisamente como lo han
implicado las advertencias del general Dempsey. Esta es una verdad que muy
pocos de los llamados líderes de Estados Unidos están dispuestos a
enfrentar. Y como lo ha advertido Lyndon LaRouche, las próximas elecciones
del 4 de marzo en Rusia, podrían ser el detonante para que dejen volar
esos misiles. Y pegarán de repente y sin aviso.
A pesar de los intentos del imperio británico por llevar el ``cambio de régimen'' a Moscú, Vladimir Putin sigue firme y ha resistido todos los
esfuerzos para doblegarlo. Se han publicado amenazas de muerte abiertas en
la prensa principal, de las cuales es emblemático el artículo de la
revista {Foreign Policy}, ``Putin ya está muerto'', y el comentario de
Boris Berezovsky en el sentido de que Putin merece el ``tratamiento
Gadafi''. Sin embargo, en extremo contraste con todos los líderes
nacionales de Europa, Rusia se ha rehusado con determinación a entregar su
soberanía nacional al imperio monetario de Londres, y más bien, en
asociación con China, ha procurado fomentar un compromiso vigoroso con la
ciencia y el progreso --la energía nuclear, la investigación de fusión
nuclear, la exploración del Ártico, y la colonización de la Luna-- todo lo
que ha rechazado el mundo transatlántico a nombre de ``adoptar lo verde''.
Pero el aspecto más peligroso de la situación actual es que el Presidente
de Estados Unidos, Barack Obama, es un títere homicida del imperio
británico. Obama ya se ha mostrado como un asesino; vean el precedente de
Muammar Gadafi. Igual que Hitler antes que él, Obama eliminará a sus
opositores a menos que se le destituya del cargo antes. ¿A quién más está
Obama preparado para matar?
No hay esperanza para Estados Unidos, ni para nadie en este planeta, a
menos que el Presidente que se elija no sea ninguno de los cuatro
republicanos en contienda, ni el traidor remedo del antiguo emperador
romano Nerón, el títere imperial británico y asesino en masa confirmado
Barack Obama.
Cualquier demócrata que apoye la postulación de nuevo de Obama debe ser un
deficiente mental, o como lo ha descrito Lyndon LaRouche, un ``demócrata
que padece una tendencia a la falta de valor excesivo para la causa
verdadera'', en este momento de verdadera crisis existencial mundial.
Consideren el caso del ex Presidente Bill Clinton. Bill Clinton es
sumamente inteligente y por lo común un patriota estadounidense sumamente
moral. Pero, ha cometido un error terrible al capitular y aceptar darle
apoyo público a Obama. Es un error que, si no se corrige, puede resultar
fatal para la nación. ¿Qué excusa posible puede dar cuenta de esto? Quizás
argumentará que los candidatos republicanos son peores. O, quizás la
excusa tácita es su intento de proteger a su esposa de una brutalización
mayor a manos de Obama. O quizás el ex Presidente está temeroso luego del
asalto que se le hizo (y que casi le costó la presidencia) a raíz de su
intento de hace algo grande: iniciar un nuevo orden económico mundial más
justo. A final de cuentas, ninguna de las excusas es importante. La
capitulación del Presidente Clinton frente a Obama está desmoralizando a
los demócratas, al insistir en tratar de movilizarlos en torno al Partido
Demócrata en vez de darles una alternativa viable real. El apoyo a Obama
puede significar la muerte de la mayoría de la gente en Estados Unidos; no
obstante, Clinton lo sigue impulsando.
En una declaración emitida hoy, Lyndon LaRouche habló sin tapujos:
``¡La operación de Obama es clave para enviar a Estados Unidos a una
guerra global termonuclear! Solo en la medida en que actuemos para
destituir a Obama, vamos a poder salvar posiblemente de la destrucción a
esta nación. Por lo tanto, a cualquiera que apoye a Obama se le tiene que
denunciar como un maldito tonto, o peor. Si obramos en serio, esa es la
cuestión. El Presidente Clinton ha cometido un error terrible. Esperamos
que lo corrija. Lo que él ha planteado como política puede resultar en la
muerte de la nación''.
(Textos relacionados)
General Dempsey: Israel no debe atacar a Irán; no se debe dar armas a la
oposición siria
20 de febrero de 2012 (LPAC)- En la emisión preliminar de la entrevista
que grabó la cadena noticiosa de televisión CNN con el general Martin
Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto de EU, dijo:
"Pienso que es prematuro tomar una decisión para armar al
movimiento de oposición en Siria porque yo retaría a
cualquiera a que me identifique con claridad al movimiento de
oposición en Siria en este momento. Y déjenme ampliar la
conversación un poco. Siria es ahora mismo el campo en el que
juegan diversos intereses. Y lo que quiero decir con eso es
que hay potencias involucradas. Turquía tiene claramente un
interés, un interés muy importante. Rusia tiene un interés muy
importante. Irán tiene un interés. Y lo que vemos que está en
juego no es solo esos países, de hecho, potencialmente no
todos ellos en cualquier caso; también vemos que diversos
grupos pensarían que lo que está en juego es una competencia
entre sunnitas y shiítas por el control regional".
A la pregunta sobre un ataque preventivo sobre Irán, dijo:
"Yo pienso que sería prematuro decidir exclusivamente que
tenemos encima el tiempo para una opción militar. Yo creo que
las sanciones económicas y la cooperación internacional que
hemos logrado reunir en torno a las sanciones comienzan a
tener un efecto. Creo que nuestra diplomacia tiene un efecto y
nuestro estado de preparación. Quiero decir, en lo
fundamental, tenemos que estar preparados. Y eso incluye, por
lo general, en este momento, estar preparados defensivamente".
Sobre el liderato de Teherán:
"Les diré que he estado confrontando esa pregunta desde que
llegué al Comando Central en 2008. Y somos de la opinión que
el régimen iraní es un actor racional. Y es por ese motivo,
creo yo, que pensamos que el rumbo actual en el que vamos es
el rumbo más prudente en este momento".
El diario israelí The Jerusalem Post señala que Dempsey dijo
que un ataque israelí sobre Irán sería "desestabilizador y no
lograría sus objetivos de largo plazo... No es prudente en
este momento decidir atacar Irán". Pero dijo que no
necesariamente ha logrado persuadir a los israelíes de esto.
Putin advierte de nuevo: Rusia es una potencia nuclear y no aceptará un
"cambio de régimen" por la fuerza en Irán
27 de febrero de 2012 (LPAC)- El primer ministro ruso, y candidato
presidencial, Vladimir Putin, le recordó de nuevo a los británicos, a
Estados Unidos y a la OTAN, de los peligros que encierra la pretensión de
continuar con el escudo antimisiles en Europa y demás provocaciones de
guerra. Los comentarios los hizo Putin durante una mesa redonda sobre
política de defensa con varios expertos militares de alta graduación que
se llevó a cabo en la ciudad cerrada de Sarov. De acuerdo al informe
publicado en Russia Today, Putin dijo:
"Cuando se trata de desarrollar nuestra relación hacia un
sistema de defensa antimisiles conjunto [conocido en inglés
por sus siglas AMD] en Europa, ellos no quieren hablar en
serio con nosotros. Evitan las pláticas directas sobre el
asunto. Lo que sucede es que quieren hacerlo aparecer como si
nuestra relación estuviese por desarrollarse. Tenemos algo que
debiera impulsar a nuestros colegas y socios hacia une
colaboración más constructiva de la que hemos visto hasta
ahora. Hace algunos años nos dijeron, no directamente, pero
sabemos que Estados Unidos le dijo a sus colegas de la OTAN,
'dejen que Rusia haga lo que sea, todo lo que tiene es puro
fierro oxidado'. Bueno, ese ya no es el caso... Si algún
neoconservador empieza a tratar de apretarnos más las tuercas,
pueden hacerlo hasta las tuercas revienten".
Más adelante, Putin fue también tajante en cuanto a los casos
específicos de Siria e Irán: "Creo que nuestra posición sobre
Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU muestra que no
vamos a seguirle la corriente a nadie. Esperemos que eso sea
así siempre". Y sobre Irán: "Bajo el disfraz de tratar de
impedir la proliferación de armas de destrucción masiva, ellos
[EUA] pretenden algo más completamente distinto y buscan metas
distintas: cambio de régimen... Cambiaron regimenes en el
norte de África. ¿Qué van a hacer luego? Al final, Israel se
puede hallar entre el demonio y el mar profundo".
Precisamente poco antes de la reunión de los "Amigos de Siria"
en Túnez, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia,
Sergei Lavrov, también había denunciado esa política, y
advirtió que "las exigencias de un cambio de régimen
conducirán a más muertes... y una guerra civil".
Rusia y China no van a ceder ante el "cambio de régimen" extranjero en
Siria
24 de febrero de 2012 (LPAC)- Las superpotencias nucleares, Rusia y China,
se mantienen firmes frente a la exigencia británica y de Obama para
repetir en Siria la guerra "humanitaria" de la OTAN en contra de Libia,
que dejó a Libia en ruinas y en un nuevo refugio para Al Qaeda. Ambas
potencias se negaron a asistir hoy a la reunión en Túnez de los llamados
"Amigos de Siria" y están dejando en claro que se siguen coordinando
políticamente en esta batalla crucial.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia informó ayer que el ministro de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov habló
con su contraparte china Yang Kiechi y se manifestaron ambos
opuestos a cualquier intervención extranjera en Siria. El
despacho de Lavrov informó que los dos cancilleres
"reafirmaron la posición conjunta de Rusia y China" sobre este
asunto e hicieron un llamado a que se ponga "un rápido fin a
todo tipo de violencia en Siria y se inicie un dialogo
inclusivo entre las autoridades y la oposición, sin
precondiciones, para llegar a un acuerdo pacífico que excluya
la injerencia extranjera en los asuntos sirios".
Por su parte, el presidente ruso Dmitry Medvédev habló por
teléfono con el presidente de los Emiratos Árabes Unidos y los
dirigentes de Arabia Saudita, Irán e Irak en los dos últimos
días. Su mensaje, según el informe del Kremlin sobre las
llamadas, es que "la injerencia extranjera, el intento de
evaluar la legitimidad de la dirección de un Estado desde el
exterior, va en contra de las normas del derechos
internacional y están plagados de amenazas de
desestabilización regional y global".
El Real Instituto de Asuntos Internacionales de Gran Bretaña dará a
conocer un plan de guerra en contra de Rusia
25 de febrero de 2012 (LPAC)- Los individuos del Real Instituto de
Asuntos Internacionales de Gran Bretaña (conocido como Chatham House, por
la residencia que lo alberga) dieron a conocer que van a la próxima
semana van a publicar un pronóstico de lo que ellos esperan suceda en
Rusia en los próximos seis años, es decir, luego de las elecciones en las
que muy probablemente ganará la Presidencia Vladimir Putin de nuevo.
Estos imperialistas pronostican que se hará añicos y incluso su
desintegración.
El estudio despliega el odio de la monarquía británica hacia
Vladimir Putin por haberse negado a ajustarse a las reglas de
su juego. Bajo el título de "Putin de nuevo. Implicaciones
para Rusia y Occidente" la Chatham House anuncia que su
informe prevé un futuro "crudo", en el que "está en riesgo el
tejido social mismo de Rusia, así como también su lugar en el
mundo". Se les declara "corruptos y no fiables" a Putin, a los
instrumentos del gobierno y de las fuerzas de seguridad; las
elecciones a la Duma (parlamento ruso) de diciembre pasado, se
califican de 'arregladas'; las relaciones con Europa (excepto
con Alemania, admiten) pobres; y como muy probables de no
incrementarse los préstamos internacionales a bancos y
compañías rusas.
Así que podemos esperar leer más sobre los planes británicos
para convertir las protestas de oposición en "organizaciones
establecidas" capaces de derrocar a Putin y luego al Estado
ruso. A veces hasta pudiera ser divertido leer el parloteo de
los equipos de peritos de la monarquía británica sobre
política exterior, sobre cómo "los rusos empiezan a ejercitar
sus músculos como ciudadanos en vez de comportarse meramente
como súbditos"! (lo cual es muy divertido proveniente de un
país que oficialmente no tiene ciudadanos precisamente, sino
sólo súbditos de una monarquía!).
Haití condena la doctrina británica de "atrocidades en masa"
25 de febrero de 2012 (LPAC)- La red de médicos y profesionales de la
salud que conforman el Sistema de Asesoría Epidémica de Haití (SAEH), que
muy a menudo lleva atención médica a las zonas más remotas de Haití,
cuando nadie más está dispuesto a hacerlo, alertó esta semana que la
epidemia de cólera que se desató en octubre del 2010 como consecuencia de
las condiciones inhumanas de vida en los escombros que dejó el terremoto
que nunca fueron reconstruidos, está otra vez repuntando, inclusive
anticipándose a la estación de lluvia de este año, que comienza en marzo.
El SAEH advirtió que está recibiendo informes de un "aumento en el número
de pacientes y los ya clásicos y típicos informes sobre pacientes que
fallecen a los lados de los caminos en las montañas de la parte central de
Haití".
A pesar de todas las pláticas y las promesas de ayuda del
extranjero, Haití sufrirá muy pronto otra ola de muertes en
masa a consecuencia del cólera, cuando comience la estación de
lluvia. No se ha proporcionado ni los centros de tratamiento
del cólera ni las condiciones generales de la asistencia
sanitaria, como salubridad, alimentos, y viviendas, necesarias
para detener la epidemia.
Dos años después del terremoto que mató más de un cuarto de
millón de personas, Haití se encuentra en una situación de
vulnerabilidad todavía mayor ante las catástrofes naturales, y
todavía no tiene la capacidad para hacer frente a
"acontecimientos todavía más pequeños", alertó la semana
pasada el primer ministro Gary Conille, durante una visita a
Washington, D. C. y a Miami. Tiene que haber una distribución
más rápida de la ayuda y mejor coordinación entre los
donantes, de manera que se pueda reconstruir Haití, dijo. Ni
siquiera el Hospital de la Universidad del Estado, dañado por
el terremoto, se ha podido reconstruir.
El estadista estadounidense Lyndon LaRouche y otros
estadounidenses prominentes le propusieron al Presidente
Obama, después de que sucedió el terremoto de enero del 2010,
que Estados Unidos le ofreciera a Haití su enorme capacidad
logística para ayudar a los haitianos a reconstruir su país,
rápidamente y con una base mucho más segura, y así sentar las
bases para su desarrollo completo.
Obama rechazó esta propuesta de inmediato. Así mismo, mientras se abandona
a Haití a manos de la muerte, el 4 de agosto pasado, Obama ordenó la
implementación de una "Junta Interinstitucional para la Prevención de
Atrocidades en Masa", formulada como la implementación de la supuesta
doctrina en la que la comunidad internacional tiene la "Responsabilidad de
Proteger" a los pueblos en contra de sus gobiernos, y que se designa como
"R2P".
¿Dónde están las quejas de los "especialistas en atrocidades
en masa" que proliferan en todo el mundo, en contra del
genocidio que sucede actualmente en Haití? Susan Rice, quien
aboga por la doctrina de las "atrocidades en masa", la
embajadora de Obama ante las Naciones Unidas, estuvo en Haití
la semana pasada. No expresó ninguna preocupación por la
enorme cantidad de muertes que están ocurriendo allí, sino más
bien se pronunció en contra de los planes que tiene Haití de
reconstruir sus fuerzas armadas, las cuales sustituirían a las
fuerzas de paz de las Naciones Unidas que han estado en Haití
por los últimos 8 años, con unas fuerzas armadas capaces de
proporcionar la capacidad logística necesaria para la
reconstrucción nacional.
Haití es una demostración de que a la gente de la R2P le
importa nada la humanidad; su juego es la guerra. Ellos
llevaron a Sudán a su división, hicieron la guerra contra
Libia, y ahora la organizan contra Siria enarbolándola como
bandera de sus éxitos. La intención de esta doctrina no es el
desarrollo de la humanidad, sino la de aplastar cualquier
oposición al principio oligárquico, por medio de atrocidades
en masa. O, como lo pone uno de los centros de la Universidad
de Oxford que dirigen este proyecto más imperialista, la
intención es de asestarle "un golpe mortal a la noción arcaica
de Estado soberano" a fin de tumbar "al envejecido edificio de
la soberanía del Estado".
Esta es una doctrina anticonstitucional que el títere de los
británicos Barack Obama ordenó institucionalizar como política
exterior de Estados Unidos, con la implementación de la Junta
para la Prevención de las Atrocidades en Masa. ¿Está ya
funcionando esta junta? ¿Quienes la forman? ¿Hasta dónde llega
su mandato? La Casa Blanca no ha respondido a ninguna de estas
preguntas, pero la reorganización de los cuerpos de oficiales
del Ejército de Estados Unidos para hacer cumplir este
mandato, que es anticonstitucional e imperial, ya está
caminando. Los estudios de las mentadas "Operaciones de
Respuesta a las Atrocidades en Masa" (MARO, por sus siglas en
inglés) se han ampliado hasta el entrenamiento de
funcionarios. El programa del curso alega que la "competencia
en este área" se necesita porque el "director de inteligencia
nacional (DNI) puntualizó que, hay más de 80 países, que en
los próximos 5 años tendrán el potencial de hacer asesinatos
en masa".
¿En qué se ha convertido Estados Unidos como nación, que en
vez de revivir el orgullo de la tradición de West Point, de
entrenamiento científico y tecnológico avanzado, que los
próceres fundadores ordenaron para los oficiales de las
fuerzas armadas de Estados Unidos, en vez de eso, hoy los
oficiales se someten a las locuras de un "Programa de estudios
sobre genocidio y atrocidades en masa" que se imparte en el
fuerte de Leavenworth?
“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”. Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
29 de febrero de 2012
27 de febrero de 2012
Las cartas sobre la mesa
José Vicente Rangel - www.aporrea.org
27/02/12 - www.aporrea.org/actualidad/n139282.html
José Vicente Rangel - www.aporrea.org
27/02/12 - www.aporrea.org/actualidad/n139282.html
1 La suerte está echada. Las cartas están sobre la
mesa. Ya no hay espacio para la ambigüedad. Entramos a vivir tiempos de
definiciones y, por tanto, lo que se plantea de ahora en adelante es que cada
quien asuma lo que piensa y lo que quiere para Venezuela.
2 Una vez más Hugo Chávez aborda la situación en términos inequívocos. Lo hizo durante su intervención en el acto conmemorativo, en la Asamblea Nacional, del nuevo aniversario del Discurso de Angostura. Chávez es un fajador nato. Alguien que acepta el desafío en cualquier terreno. Que domina la política con singular destreza. Que sabe combinar la teoría con la acción; lo principista con lo pragmático. Que se maneja con habilidad en los momentos más complicados y difíciles. Lo demostró el 4-F, lo ratificó el 11-A; lo hizo de nuevo durante el terrible sabotaje a la industria petrolera, y lo ha confirmado en reiteradas ocasiones en los procesos electorales, aceptando la derrota con absoluto respeto por el resultado adverso o administrando la victoria para profundizar los cambios revolucionarios, sin menoscabo del Estado de Derecho. Chávez es un hueso duro de roer. Tiene clara conciencia acerca de que si un proceso revolucionario se paraliza o retrocede, se hunde. La historia es elocuente al respecto. Acepta el ataque del enemigo, no lo elude, y está presto a responder. Es lo que explica que cada vez que ha sido derrotado, bien sea mediante la acción violenta o electoralmente, haya sido capaz de reaccionar con acierto y superar la contingencia.
3 Escribo en función de lo dicho por Chávez en el acto de la Asamblea Nacional y posteriormente. Al ubicar las primarias de la oposición en un contexto normal, sin sucumbir a las especulaciones que suscitó la participación de un apreciable número de ciudadanos, y al hacer la comparación con otros episodios. Lo mismo cuando sinceró lo ocurrido, aceptando la realidad de que la oposición tiene garantizado un determinado número de votantes. Y cuando caracterizó al adversario: su orientación política e ideológica. Como expresión de una política definida de derecha, de la gran burguesía, los monopolios y los intereses norteamericanos. Cuando luego apuntó algo esencial: la estrategia del candidato de la derecha de enmascarar el mensaje. De revestirlo con la oferta populista. Con cambios en abstracto irrealizables. En función de un proyecto con el cual se pretende reformular el capitalismo que se derrumba en el mundo.
4 Esa "operación maquillaje" destinada a confundir a los ciudadanos, promovida por los sectores que apoyan a Capriles, consiste en desenterrar el viejo proyecto de la clase dominante venezolana en la crisis de los 80, cuyo fin no era otro que el desmantelamiento del Estado y la degradación de la soberanía nacional. Semejante política sólo puede ser derrotada con el planteamiento socialista como alternativa cierta, consistente en el fortalecimiento de la independencia nacional, el rescate pleno de los atributos del Estado y la participación ciudadana en el proceso de "transferir poder al pueblo", y no de "acercar el poder al pueblo", lo cual es pura ficción. Por este motivo las cartas están echadas, y de aquí al 7 de octubre el país vivirá la sinceración de la política, jugándonos el destino entre la perspectiva de avanzar con los cambios sociales, económicos e institucionales, o retornar a un pasado miserable. O sea, al puntofijismo reciclado mediante un lenguaje enmascarador, pero donde la presencia de AD, Copei y sus derivados, confirma lo que Venezuela volvería a ser si el candidato Capriles llegara a ganar la Presidencia de la República. El lenguaje que éste emplea y los planteamientos que viene haciendo a raíz de su triunfo en las primarias, lo retratan de cuerpo entero. De ahí que todo debe estar suficientemente claro. Y cada quien tiene que ubicarse para participar en la contienda que -no hay que equivocarse- es por la vida.
2 Una vez más Hugo Chávez aborda la situación en términos inequívocos. Lo hizo durante su intervención en el acto conmemorativo, en la Asamblea Nacional, del nuevo aniversario del Discurso de Angostura. Chávez es un fajador nato. Alguien que acepta el desafío en cualquier terreno. Que domina la política con singular destreza. Que sabe combinar la teoría con la acción; lo principista con lo pragmático. Que se maneja con habilidad en los momentos más complicados y difíciles. Lo demostró el 4-F, lo ratificó el 11-A; lo hizo de nuevo durante el terrible sabotaje a la industria petrolera, y lo ha confirmado en reiteradas ocasiones en los procesos electorales, aceptando la derrota con absoluto respeto por el resultado adverso o administrando la victoria para profundizar los cambios revolucionarios, sin menoscabo del Estado de Derecho. Chávez es un hueso duro de roer. Tiene clara conciencia acerca de que si un proceso revolucionario se paraliza o retrocede, se hunde. La historia es elocuente al respecto. Acepta el ataque del enemigo, no lo elude, y está presto a responder. Es lo que explica que cada vez que ha sido derrotado, bien sea mediante la acción violenta o electoralmente, haya sido capaz de reaccionar con acierto y superar la contingencia.
3 Escribo en función de lo dicho por Chávez en el acto de la Asamblea Nacional y posteriormente. Al ubicar las primarias de la oposición en un contexto normal, sin sucumbir a las especulaciones que suscitó la participación de un apreciable número de ciudadanos, y al hacer la comparación con otros episodios. Lo mismo cuando sinceró lo ocurrido, aceptando la realidad de que la oposición tiene garantizado un determinado número de votantes. Y cuando caracterizó al adversario: su orientación política e ideológica. Como expresión de una política definida de derecha, de la gran burguesía, los monopolios y los intereses norteamericanos. Cuando luego apuntó algo esencial: la estrategia del candidato de la derecha de enmascarar el mensaje. De revestirlo con la oferta populista. Con cambios en abstracto irrealizables. En función de un proyecto con el cual se pretende reformular el capitalismo que se derrumba en el mundo.
4 Esa "operación maquillaje" destinada a confundir a los ciudadanos, promovida por los sectores que apoyan a Capriles, consiste en desenterrar el viejo proyecto de la clase dominante venezolana en la crisis de los 80, cuyo fin no era otro que el desmantelamiento del Estado y la degradación de la soberanía nacional. Semejante política sólo puede ser derrotada con el planteamiento socialista como alternativa cierta, consistente en el fortalecimiento de la independencia nacional, el rescate pleno de los atributos del Estado y la participación ciudadana en el proceso de "transferir poder al pueblo", y no de "acercar el poder al pueblo", lo cual es pura ficción. Por este motivo las cartas están echadas, y de aquí al 7 de octubre el país vivirá la sinceración de la política, jugándonos el destino entre la perspectiva de avanzar con los cambios sociales, económicos e institucionales, o retornar a un pasado miserable. O sea, al puntofijismo reciclado mediante un lenguaje enmascarador, pero donde la presencia de AD, Copei y sus derivados, confirma lo que Venezuela volvería a ser si el candidato Capriles llegara a ganar la Presidencia de la República. El lenguaje que éste emplea y los planteamientos que viene haciendo a raíz de su triunfo en las primarias, lo retratan de cuerpo entero. De ahí que todo debe estar suficientemente claro. Y cada quien tiene que ubicarse para participar en la contienda que -no hay que equivocarse- es por la vida.
LABERINTO
Con el coraje y la sinceridad que lo caracterizan, Hugo Chávez asumió una vez más el reto de su salud. Lo encaró como ya lo hizo meses atrás y le salió al paso a versiones tendenciosas, muchas de ellas miserables que, como siempre, festejan la posibilidad de su muerte. De nuevo la reacción del pueblo lo acompaña y facilita enfrentar la contingencia…
Con el coraje y la sinceridad que lo caracterizan, Hugo Chávez asumió una vez más el reto de su salud. Lo encaró como ya lo hizo meses atrás y le salió al paso a versiones tendenciosas, muchas de ellas miserables que, como siempre, festejan la posibilidad de su muerte. De nuevo la reacción del pueblo lo acompaña y facilita enfrentar la contingencia…
Hay heridas en la alianza opositora y es lógico que no las reconozcan. Pero lo que se filtra revela traiciones, zancadillas y celadas montadas con nocturnidad y escalamiento. Contribuye a silenciar lo sucedido -a atenuar la decepción de los burlados- la presión de los medios. Las amenazas con silenciar a quienes protesten. La intolerancia se ha impuesto. Los que se jactan de pluralismo, de libertad para discrepar, apelan a prácticas inquisidoras…
También funciona como disuasivo el fantasma de la ruptura de la unidad. El mítico concepto que se tiene de ella hay que preservarlo al costo que sea, por la convicción que existe de que al chavismo hay que enfrentarlo sin fisuras. De lo contrario se pierde. La ultraderecha y poderosos grupos económicos apoyan, y dan recursos, con la garantía de salir de Chávez, electoralmente por ahora, el 7 de octubre. El más leve indicio de que la coalición antichavista no asegure la victoria, significa poner en marcha el Plan-B…
Este contempla echar el resto en el proceso electoral, colocar todos los huevos en esa cesta, pero si Chávez se impone, aplastante o precariamente, se apelará a la carta del fraude. Nada de aceptar derrotas…
Es la razón por la cual ningún vocero opositor declara tajantemente -como sí lo hace Chávez- que respetará el resultado del 7-O. Al contrario, siempre media la evasiva, el condicionamiento. Actitud inexplicable a la luz del historial de juego limpio en materia electoral del gobierno bolivariano y del reconocimiento impecable del CNE de las victorias de la oposición en cada oportunidad. ¿Por qué esa conducta?: A) Porque la oposición, pese a la euforia que manifiesta -sobre todo después de las primarias-, está consciente de que salvo imprevistos, Chávez ganará en las urnas electorales. Tiene esa percepción, y sabe que así es, porque también leen encuestas; B) La opción ante la derrota, para cumplir los acuerdos con la extrema derecha, con grupos económicos y el imperio, es denunciar fraude para crear caos y facilitar la injerencia extranjera…
Por eso es que cuando le pregunté a un analista político amigo acerca de por qué la oposición no se comprometía a reconocer el resultado electoral, me respondió: "Por la carta marcada que siempre tienen en la manga"…
Para el filósofo francés, investigador del liberalismo, Dany-Robert Dufour, "la fase última de los procesos 'neo' o 'ultra' liberales es totalitaria porque pretenden gestionar al conjunto de las relaciones sociales. Es la dictadura de los mercados, de la que nadie puede escapar"…
Noticia sorpresa: "El Gobierno de Estados Unidos negocia con los talibanes. Promete liberar 5 presos de Guantánamo". Es el único país que maneja el tema del terrorismo como le da la gana...
La pérdida de legitimidad política e ideológica de AD y Copei se demostró el 12-F. En las encuestas posteriores prácticamente desaparecen. Por eso que a Capriles le aconsejan no retratarse en grupo. Para informarse sobre ese proceso, recomiendo la lectura del excelente libro de Oscar Battaglini, "Ascenso y Caída del Puntofijismo" (Editorial Galac), que reseña lo ocurrido a esos partidos…
Las políticas neoliberales tienen piernas cortas en Latinoamérica y en Europa. Ejemplo: lo que le pasa a Piñera en Chile y a Rajoy en España: el poder las incinera de inmediato.
26 de febrero de 2012
El movimiento 15-M prepara la ‘Primavera Global’
Los indignados prevén volver a las calles de todo el mundo el 12 de mayo
EUROPA PRESS Madrid 26/02/2012Indignados.- ÁNGEL NAVARRETE
El movimiento 15-M, más conocido como el de los indignados, ya está preparando una marcha “a nivel global” para volver a salir a las calles el próximo 12 de mayo, tres días antes de que se cumpla un año de las manifestaciones que dieron origen al movimiento en España.
“Queremos hacer algo, crear una nueva huelga ciudadana que no sea la tradicional de los sindicatos”, ha explicado uno de los portavoces de Democracia Real Ya (DRY). haciendo referencia a las manifestaciones multitudiarias que recorrieron las calles el pasado 15 de octubre de más de 1.000 ciudades bajo el lema ‘Unidos por un cambio global’ y que fueron calificadas por los organizadores como un éxito.
En esta ocasión, el objetivo, tal y como ha señalado este portavoz, es volver a denunciar a nivel global que “las políticas neoliberales están llevando a los países a la ruina” y que ”el Estado de Bienestar ya no existe”, además de celebrar, por lo menos en España, el aniversario del inicio del movimiento, cuyos pioneros en nuestro país fueron los indignados que acamparon en la emblemática Puerta del Sol y en otras plazas españolas para reclamar un cambio social, político y económico, y una “democracia real”.
De momento, la comisión internacional de DRY ha comenzado ya a establecer los necesarios contactos con otras asociaciones y organizaciones de indigndos, tanto españolas como de otros países, para coordinar el evento del próximo 12 de mayo, que en Estados Unidos ya se están dando a conocer como la ‘Primavera Global’ (‘Global Spring’).
Tanto desde la web del movimiento de los indignados estadounidenses, interoccupy.org, como desde la de ‘Democracia Real Ya’, ya están invitando a todo el que quiera a participar en las reuniones de carácter internacional que desde este mes de febrero están realizando para “discutir las convocatrias de mayo 2012 y su contenido”.
“Las propuestas se lanzan muy pegadas a la fecha para que vaya el menor número de policías posible. Si no la gente se asusta”, ha explicado este portavoz, para añadir que en el movimiento han notado un cambio en la actuación de la Policía desde que gobierna el Partido Popular. “Son más duros”, ha admitido.
http://www.publico.es/espana/424002/el-movimiento-15-m-prepara-la-primavera-global
“Queremos hacer algo, crear una nueva huelga ciudadana que no sea la tradicional de los sindicatos”, ha explicado uno de los portavoces de Democracia Real Ya (DRY). haciendo referencia a las manifestaciones multitudiarias que recorrieron las calles el pasado 15 de octubre de más de 1.000 ciudades bajo el lema ‘Unidos por un cambio global’ y que fueron calificadas por los organizadores como un éxito.
En esta ocasión, el objetivo, tal y como ha señalado este portavoz, es volver a denunciar a nivel global que “las políticas neoliberales están llevando a los países a la ruina” y que ”el Estado de Bienestar ya no existe”, además de celebrar, por lo menos en España, el aniversario del inicio del movimiento, cuyos pioneros en nuestro país fueron los indignados que acamparon en la emblemática Puerta del Sol y en otras plazas españolas para reclamar un cambio social, político y económico, y una “democracia real”.
De momento, la comisión internacional de DRY ha comenzado ya a establecer los necesarios contactos con otras asociaciones y organizaciones de indigndos, tanto españolas como de otros países, para coordinar el evento del próximo 12 de mayo, que en Estados Unidos ya se están dando a conocer como la ‘Primavera Global’ (‘Global Spring’).
Día Mundial del Comercio Justo
Según ha explicado el portavoz de DRY, fueron los estadounidenses quienes más interés tenían en celebrar la gran marcha el 12 de mayo, coincidiendo con el Día Mundial del Comercio Justo, en lugar de retrasarla hasta la ya emblemática fecha que da nombre a los indignados españoles, el 15-M. De hecho, desde los Estados Unidos, insisten en que no se trata de celebrar un aniversario.
Los organizadores insisten en que no se trata de celebrar un aniversarioAsí, desde su página web, los integrantes del movimiento neoyorkino ‘Occupy Wall Street’, el más representativo de los indignados estadounidenses, ya animan a todos los ciudadanos del mundo a sumarse al ‘Big Big Global Day’, cita para la cual ya han confirmado su presencia varios países además de España y Estados Unidos, como Holanda, Brasil, Bélgica, Canadá, Francia e Italia.
En dicha página web, aclaran también que no se trata de “un día de acción para luchar por una sola causa, sino por todas”. “En este día debemos manifestarnos para pedir justicia social, justicia medioambiental, comercio justo y otras muchas causas, y para poner de manifiesto cómo de interconectados están realmente los problemas a los que debemos hacer frente hoy en día”, señalan.Tanto desde la web del movimiento de los indignados estadounidenses, interoccupy.org, como desde la de ‘Democracia Real Ya’, ya están invitando a todo el que quiera a participar en las reuniones de carácter internacional que desde este mes de febrero están realizando para “discutir las convocatrias de mayo 2012 y su contenido”.
Nuevo Gobierno, “más duro”
La del próximo 12 de mayo es una de las pocas convocatorias programadas por el momento por el 15-M, ya que tal y como reconoce el portavoz consultado, el hecho de anunciar las protestas con mucha antelación, sobre todo cuando no son multitudinarias, puede ser contraproducente para ellos al poner sobre aviso a la policía y llamar demasiado su atención.“Las propuestas se lanzan muy pegadas a la fecha para que vaya el menor número de policías posible. Si no la gente se asusta”, ha explicado este portavoz, para añadir que en el movimiento han notado un cambio en la actuación de la Policía desde que gobierna el Partido Popular. “Son más duros”, ha admitido.
http://www.publico.es/espana/424002/el-movimiento-15-m-prepara-la-primavera-global
La decadencia de Estados Unidos en perspectiva, según Chomsky
por: Noam Chomsky
El editor de Tom Dispatch señala en la introducción al trabajo de Chomsky, que “en mayo de 2007, tropecé con bocetos en el sitio en la web de una firma arquitectónica de Kansas contratada para construir una monstruosa embajada combinada con ciudadela para el centro de comando de Gran Medio Oriente en 42 hectáreas en el centro de la capital iraquí, Bagdad.
Presentaban las impresiones de un artista de cómo se vería el lugar – un gigantesco complejo autosuficiente prosaico (pensad en centros comerciales o proyectos habitacionales) y opulento (una gigantesca piscina, canchas de tenis, un centro recreativo).
Impresionado por el hecho de que el gobierno de Estados Unidos se propusiera construir la mayor embajada de todos los tiempos en el corazón petrolero del planeta, escribí un artículo: “El buque nodriza aterriza en Iraq” sobre esos planes y presenté un pequeño tour del proyecto mediante esos burdos dibujos. Desde TomDispatch comenzó a circular por Internet y pronto un Departamento de Estado aterrorizado declaró una “ruptura de la seguridad” y obligó a la firma a retirar los bocetos de su sitio en la web.
Ahora, más de cinco años después, tenemos las primeras fotos públicas de la embajada –una piscina, un campo de baloncesto, canchas de tenis, y una cafetería maravillosa– precisamente cuando llegó la noticia de que el vasto despilfarro, construido con 750 millones de dólares del contribuyente, con un presupuesto de 6.000 millones del Departamento de Estado para este año, y su propia fuerza aérea mercenaria, está a punto de sufrir una reducción de su personal de 16.000. En un artículo del Washington Post sobre el tema, citan al senador Patrick Leahy diciendo: “He estado en embajadas en todo el mundo, y uno llega a ese sitio y se siente como ‘¡Híjole! ¡Wuau!’ De repente se está frente a algo tan completamente fuera de escala con todo lo que conoce, que uno se tiene que preguntar ¿qué estaban pensando cuando lo construyeron?”
La respuesta es: en 2004, cuando comenzó la planificación para este elefante blanco entre las embajadas, el gobierno de Bush todavía soñaba con una Pax Americana impuesta por Washington en el Gran Medio Oriente y lo veía como su puesto de comando occidental. Ahora, claro está, las vastas mega-bases estadounidenses en Iraq con sus múltiples rutas de autobuses, gigantescos supermercados, Pizza Huts, Cinnabons y Burger Kings, donde iban a poner en guarnición durante décadas a soldados estadounidenses siguiendo el “modelo coreano”, son otros tantos pueblos fantasma, decadentes zigurats estadounidenses en Mesopotamia. Del mismo modo, esas fotos de la embajada parecen instantáneas de Pompeya justo cuando la ceniza comenzaba a caer. Mientras tanto, en Afganistán, las noticias son similarmente deprimentes, y reducciones y retiradas se encuentran repentinamente a la orden del día. Algo está cambiando. Es un sentimiento tectónico. Ciertamente estamos recibiendo otro conjunto de señales de que los planes imperiales estadounidenses en Eurasia continental se han derrumbado y quemado y que Estados Unidos se reagrupa ahora y se dirige “mar adentro”.
Qué momento entonces para que Noam Chomsky intervenga sobre el tema de la decadencia de Estados Unidos” (Fin de la Introducción del editor de Tom Dispatch)
“Perdiendo” el mundo
Los aniversarios significativos son conmemorados solemnemente – el ataque de Japón contra la base naval de EE.UU. en Pearl Harbor, por ejemplos. Otros son ignorados, y frecuentemente nos enseñan lecciones valiosas sobre lo que probablemente nos espera. Ahora mismo, de hecho.
Por el momento, no estamos conmemorando el 50 aniversario de la decisión del presidente
John F. Kennedy de lanzar el acto de agresión más destructivo y asesino del período posterior a la Segunda Guerra Mundial: la invasión de Vietnam del Sur, y después de toda Indochina, dejando a millones de muertos y a cuatro países devastados, con víctimas que siguen aumentando por los efectos a largo plazo de la saturación de Vietnam del Sur con algunos de los carcinógenos más letales conocidos, realizada para destruir la cobertura en el terreno y los cultivos alimentarios.
El objetivo primordial era Vietnam del Sur. Posteriormente la agresión se extendió hacia el Norte, luego a la remota sociedad campesina del norte de Laos, y finalmente a Camboya rural, que fue bombardeada al sorprendente nivel de todas las operaciones aéreas aliadas en la región del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, incluidas las dos bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Al hacerlo, se cumplieron las órdenes de Henry Kissinger –“todo lo que vuela sobre todo lo que se mueve”– un llamado al genocidio que es raro en los antecedentes históricos. Poco de esto es recordado. La mayor parte es apenas conocida más allá de círculos limitados de activistas.
Cuando la invasión fue lanzada hace 50 años, la preocupación fue tan ligera que hubo pocos esfuerzos por justificarla, apenas más que el apasionado argumento del presidente de que “en todo el mundo se nos opone una conspiración monolítica e implacable que se basa primordialmente en medios clandestinos para expandir su esfera de influencia” y si la conspiración logra sus objetivos en Laos y Vietnam: “las puertas se abrirán ampliamente”.
En otro sitio, advirtió además que “los complacientes, los autoindulgentes, las sociedades blandas están a punto de ser barridos con los despojos de la historia [y] solo los fuertes… pueden llegar a sobrevivir”, reflexionando en este caso sobre el fracaso de la agresión y del terror estadounidense para aplastar la independencia de Cuba.
Para cuando la protesta comenzó a aumentar media docena de años después, el respetado especialista en Vietnam e historiador militar Bernard Fall, ningún pacifista, predijo que “Vietnam como entidad cultural e histórica… está amenazado por la extinción… [mientras]… el campo muere literalmente bajo los golpes de la mayor maquinaria militar jamás desencadenada sobre un área de este tamaño”. De nuevo se refería a Vietnam del Sur.
Cuando la guerra terminó después de ocho horrendos años, la opinión dominante estaba dividida entre los que describían la guerra como una “noble causa” que podría haber sido ganada con más dedicación, y en el extremo opuesto, los críticos, para quienes fue un “error” demasiado costoso. En 1977, el presidente Carter, provocó poca atención cuando explicó que “no tenemos ninguna deuda” con Vietnam porque “la destrucción fue mutua”.
Todo esto contiene importantes lecciones para nuestros días, incluso fuera de otro recuerdo de que solo los débiles y derrotados tienen que rendir cuentas por sus crímenes. Una lección es comprender lo que está sucediendo cuando solo prestamos atención a los eventos críticos del mundo real, a menudo desdeñados en la historia, sino también a lo que creen los dirigentes y la opinión de la elite, por teñidos de fantasía que estén. Otra lección es que junto a la fantasía elucubrada para aterrorizar y movilizar al público (y que tal vez sea creída por algunos que son atrapados por su propia retórica), también existe una planificación geoestratégica basa en principios que son racionales y estables durante largos períodos porque están arraigados en instituciones estables y sus preocupaciones. Eso también vale en el caso de Vietnam. Volveré al tema, solo subrayo aquí que los factores persistentes en la acción estatal son generalmente bien ocultados.
La guerra de Iraq es un caso instructivo. Fue mercadeada a un público aterrado sobre las bases usuales de la autodefensa contra una terrible amenaza a la supervivencia: la “única pregunta” declararon George W. Bush y Tony Blair era si Sadam Hussein terminaría sus programas de desarrollo de armas de destrucción masiva. Cuando la única pregunta recibió la respuesta equivocada, la retórica del gobierno giró desenvueltamente hacia nuestro “anhelo de democracia”, y la opinión educada, como se debe, siguió el camino indicado; todo rutina.
Más adelante, a medida que resultaba más difícil ocultar la escala de la derrota de EE.UU. en Iraq, el gobierno admitió silenciosamente lo que siempre estuvo claro. En 2007-2008, el gobierno anunció oficialmente que un acuerdo final debía otorgar a EE.UU. bases militares y el derecho a operaciones de combate, y preferir a inversionistas estadounidenses en el rico sistema energético – demandas que fueron renuentemente abandonadas más tarde ante la resistencia iraquí. Y todo fue ocultado a la población en general.
Midiendo la decadencia de EE.UU.
Con semejantes lecciones en mente, vale la pena considerar lo que es destacado actualmente en los grandes periódicos de política y opinión. Limitémonos a la más prestigiosa de las revistas del establishment, Foreign Affairs. El titular que vociferaba en la portada de la edición de diciembre de 2011, dice en negrita: “¿Se acabó EE.UU.?”
El artículo titular llama a “recortes económicos” en las “misiones humanitarias” en el extranjero que consumen la riqueza del país, a fin de detener la decadencia de EE.UU. que es un tema importante en el discurso de los asuntos internacionales, acompañado usualmente por el corolario de que el poder se orienta hacia el Este, hacia China y (tal vez) India.
Los principales artículos tienen que ver con Israel-Palestina. El primero, de dos altos funcionarios israelíes, lleva el título de “El problema es el rechazo palestino”: el conflicto no puede ser resuelto porque los palestinos se niegan a reconocer Israel como Estado judío – ajustándose así a la práctica diplomática estándar: los Estados son reconocidos, pero no sectores privilegiados en su interior. La demanda es apenas más que un nuevo artilugio para desalentar de la amenaza de un arreglo político que debilitaría los objetivos expansionistas de Israel.
La posición opuesta, defendida por un profesor estadounidense, tiene el título: “El problema es la ocupación”. El subtítulo dice “Cómo la ocupación destruye la nación”. ¿Qué nación? Israel, por supuesto. El par de artículos aparece bajo el titular “Israel sitiado”.
La edición de enero de 2012 presenta un llamado más para bombardear Irán ahora, antes que sea demasiado tarde. Advirtiendo contra “los peligros de la disuasión”, el autor sugiere que “los escépticos de la acción militar no aprecian el verdadero peligro que un Irán con armas nucleares plantearía a los intereses de EE.UU. en Medio Oriente y más allá. Y sus sombríos pronósticos asumen que la cura sería peor que la enfermedad –es decir, que las consecuencias de un ataque de EE.UU. contra Irán serían tan malas o peores que las de que Irán logre sus ambiciones nucleares. Pero es una suposición defectuosa. La verdad es que un ataque militar con el propósito de destruir el programa nuclear de Irán, si es dirigido cuidadosamente, podría ahorrar a la región y al mundo una amenaza muy real y mejorar dramáticamente la seguridad nacional a largo plazo de EE.UU.”
Otros argumentan que los costes serían demasiado elevados, y en los extremos algunos incluso señalan que un ataque violaría el derecho internacional – como lo hace la posición de los moderados, quienes regularmente planean amenazas de violencia, en violación de la Carta de la ONU.
Veamos una por una esas principales preocupaciones.
La demografía es solo uno de los numerosos problemas serios del futuro. Para India, los problemas son mucho más severos.
No todas las voces prominentes prevén una decadencia de EE.UU. Entre los medios internacionales, no hay ninguno más serio y responsable que el London Financial Times. Recientemente dedicó toda una página a la expectativa optimista de que nueva tecnología para la extracción de combustibles fósiles norteamericanos podría permitir que EE.UU. llegue a ser independiente energéticamente, y por ello retenga su hegemonía global durante un siglo. No hay ninguna mención del tipo de mundo que EE.UU. dominaría en ese caso, pero no por falta de evidencia.
Aproximadamente al mismo tiempo, la Agencia Internacional de Energía (IEA) informó que, con el rápido aumento de las emisiones de carbono por el uso de combustible fósil, se llegará al límite de seguridad en 2017 si el mundo continúa por su camino actual. “La puerta se está cerrando” dijo el economista jefe de la IEA, y muy pronto “se cerrará para siempre”.
Poco antes el Departamento de Energía de EE.UU. informó sobre las cifras más recientes de emisiones de dióxido de carbono, que “aumentaron por la cantidad más alta registrada” a un nivel mayor que el peor de los casos previstos por el Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC). No fue ninguna sorpresa para muchos científicos, incluido el programa del MIT sobre cambio climático, que ha advertido durante años que las predicciones del IPCC son demasiado conservadoras.
Semejantes críticos de las predicciones del IPCC no reciben prácticamente ninguna atención pública, a diferencia del margen de negacionistas que son apoyados por el sector corporativo, junto con inmensas campañas de propaganda que han apartado a los estadounidenses del espectro internacional en su negación de las amenazas. El apoyo empresarial también se traduce directamente en poder político. El negacionismo forma parte del catequismo que debe ser entonado por los candidatos republicanos en la grotesca campaña electoral que está en curso, y en el Congreso son suficientemente poderosos como para abortar hasta esfuerzos para estudiar los efectos del calentamiento global, para no hablar de hacer algo serio al respecto.
En breve, la decadencia de EE.UU. puede posiblemente ser detenida si abandonamos la esperanza de supervivencia decente, perspectivas que son demasiado reales en vista del equilibrio de fuerzas en el mundo.
“Perdiendo” China y Vietnam
Dejando de lado pensamientos tan desagradables, una mirada de cerca a la decadencia de EE.UU. muestra que China juega ciertamente un importante papel, como lo ha hecho durante 60 años. La decadencia que ahora provoca una preocupación semejante no es un fenómeno reciente. Se remonta a fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando EE.UU. tenía la mitad de la riqueza del mundo e incomparable seguridad y alcance global. Los planificadores eran naturalmente bien conscientes de la enorme disparidad del poder, y querían mantenerla de esa manera.
El punto de vista básico fue presentado con admirable franqueza en un importante documento estatal de 1948 (PPS 23). El autor fue uno de los arquitectos del Nuevo Orden Mundial de esos días, presidente del Personal de Planificación Política del Departamento de Estado, el respetado estadista y erudito George Kennan, un pacifista moderado dentro del espectro de la planificación. Señaló que el objetivo político central era mantener la “posición de disparidad” que separaba nuestra inmensa riqueza de la pobreza de otros. Para lograr ese objetivo, aconsejó: “Debemos cesar de hablar de objetivos vagos… pero irreales como ser derechos humanos, el aumento de los estándares de vida, y democratización”, y debemos “utilizar conceptos de poder directo”, no “embarazados por consignas idealistas” sobre “altruismo y obras de beneficencia hacia el mundo”.
Kennan se refería específicamente a Asia, pero las observaciones se generalizan, con excepciones, para participantes en el sistema global dirigido por EE.UU. Se comprendía bien que las “consignas idealistas” debían ser ostentadas prominentemente cuando iban dirigidas a otros, incluidas las clases intelectuales, de quienes se esperaba que las promulgaran.
Los planes que Kennan ayudó a formular e implementar daban por entendido que EE.UU. controlaría el Hemisferio Occidental, Lejano Oriente, el antiguo imperio británico (incluidos los incomparables recursos energéticos de Medio Oriente), y tanto de Eurasia como fuera posible, crucialmente sus centros comerciales e industriales. No eran objetivos poco realistas, en vista de la distribución del poder. Pero la decadencia comenzó de inmediato.
En 1949, China declaró la independencia, un evento conocido en el discurso occidental como “la pérdida de China” – en EE.UU. con amargas recriminaciones y conflicto sobre quién era responsable de esa pérdida. La terminología es reveladora. Solo se puede perder algo que uno posee. La suposición tácita era que EE.UU. poseía China, por derecho, junto con la mayor parte del resto del mundo, tal como lo asumían los planificadores de la posguerra.
La “pérdida de China” fue el primer paso importante en la “decadencia de EE.UU.” Tuvo importantes consecuencias políticas. Una fue la decisión inmediata de apoyar el esfuerzo de Francia por reconquistar su antigua colonia de Indochina, para que esta, no fuera también “perdida”.
La propia Indochina no era una preocupación enorme, a pesar de las afirmaciones sobre sus ricos recursos por el presidente Eisenhower y otros. La preocupación fue más bien la “teoría del dominó”, frecuentemente ridiculizada cuando los dominós no caen, pero sigue siendo un principio dominante en la política porque es bastante racional. Para adoptar la versión de Henry Kissinger, una región que cae fuera de control puede convertirse en un “virus” que “propagará el contagio”, induciendo a otros a seguir el mismo camino.
En el caso de Vietnam, la preocupación era que el virus del desarrollo independiente pudiera infectar Indonesia, que realmente posee ricos recursos. Y eso podría llevar a Japón –el “súper dominó” como fue llamado por el destacado historiador sobre Asia, John Dower, – a “acomodarse” a un Asia independiente como su centro tecnológico e industrial en un sistema que escaparía al alcance del poder de EE.UU. Eso significaría, en efecto, que EE.UU. había perdido la fase del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, librada para impedir el intento de Japón de establecer un Nuevo Orden semejante en Asia.
El camino para encarar un problema semejante es obvio: destruir el virus e “inocular” a los que podrían estar infectados. En el caso de Vietnam, la decisión racional era destruir toda esperanza de un exitoso desarrollo independiente e imponer dictaduras brutales en las regiones vecinas. Esas tareas fueron realizadas con éxito – aunque la historia tiene su propia astucia, y algo similar a lo que se temía se ha estado desarrollando desde entonces en el Este de Asia, para consternación de EE.UU.
La victoria más importante de las guerras de Indochina fue en 1965, cuando un golpe militar en Indonesia, respaldado por EE.UU. y dirigido por el general Suharto, realizó masivos crímenes que fueron comparados por la CIA con los de Hitler, Stalin y Mao. Los medios dominantes informaron fielmente y con euforia irrestricta sobre la “asombrosa matanza masiva”, como la describió el New York Times.
Fue un “rayo de luz en Asia”, como escribió el renombrado comentarista ‘liberal’ James Reston en el Times. El golpe terminó la amenaza de democracia al demoler al partido político de los pobres, basado en las masas; estableció una dictadura que procedió a compilar uno de los peores historiales de derechos humanos en el mundo, y abrió las riquezas del país a inversionistas occidentales. No es de extrañar que, después de muchos otros horrores, incluida la casi genocida invasión de Timor Oriental, Suharto haya sido saludado por el gobierno de Clinton en 1995 como “nuestro tipo de hombre”.
Años después de los grandes eventos de 1965, el consejero de seguridad nacional de Kennedy-Johnson, McGeorge Bundy, reflexionó que hubiera sido sabio terminar la guerra de Vietnam en ese momento, con el “virus” virtualmente destruido y el dominó primordial sólidamente en su sitio, reforzado por otras dictaduras respaldadas por EE.UU. en toda la región.
Procedimientos similares han sido seguidos rutinariamente en otros sitios. Kissinger se refirió específicamente a la amenaza de una democracia socialista en Chile. Esa amenaza fue destruida en otra fecha olvidada, lo que los latinoamericanos llaman “el primer 11-S”, que en violencia y amargos efectos excedió de lejos el 11-S conmemorado en Occidente. Una cruel dictadura fue impuesta en Chile, parte de una plaga de brutal represión que se extendió por Latinoamérica, alcanzando Centroamérica bajo Reagan. Los virus también han causado profundas preocupaciones en otros sitios, incluido Medio Oriente, donde la amenaza del nacionalismo secular ha preocupado frecuentemente a los planificadores británicos y estadounidenses, induciéndolos a apoyar al fundamentalismo islámico radical para contrarrestarlo.
La concentración de la riqueza y la decadencia de EE.UU.
A pesar de semejantes victorias, la decadencia de EE.UU. continuó. En 1970, la parte estadounidense de la riqueza del mundo había caído a un 25%, aproximadamente donde permanece, todavía colosal, pero mucho menos que al fin de la Segunda Guerra Entonces. Para entonces, el mundo industrial era “tripolar”: Norteamérica basada en EE.UU., Europa basada en Alemania, y el Este de Asia, que ya era la región industrial más dinámica, basada en aquel entonces en Japón, pero que entonces incluía a las antiguas colonias japonesas Taiwán y Corea del Sur, y más recientemente China.
Aproximadamente en esos días, la decadencia de EE.UU. entró a una nueva fase: decadencia conscientemente auto-infligida. Desde los años setenta, ha habido un cambio significativo en la economía estadounidense, cuando planificadores, privados y estatales, se volvieron hacia la financialización y la subcontratación al extranjero de producción, impulsada en parte por la tasa de beneficios en disminución en la manufactura en el interior. Esas decisiones iniciaron un ciclo maligno en el cual la riqueza se concentró considerablemente (dramáticamente en el máximo 0,1% de la población), causando la concentración del poder político; de ahí la legislación para llevar aún más lejos el ciclo: la tributación y otras políticas fiscales, desregulación, cambios en las reglas de la gobernancia corporativa permitiendo inmensos beneficios para los ejecutivos, etc.
Mientras tanto, para la mayoría, los salarios reales se estancaron en gran parte, y la gente pudo arreglárselas solo mediante cargas laborales fuertemente aumentadas (mucho más que en Europa), deudas insostenibles, y burbujas repetidas desde los años de Reagan, creando riqueza en el papel que inevitablemente desaparecía cuando reventaban (y los perpetradores eran rescatados por el contribuyente). Paralelamente, el sistema político ha sido cada vez más desgarrado mientras ambos partidos son impulsados más profundamente dentro de los bolsillos corporativos con el aumento del coste de las elecciones, los republicanos a un nivel grotesco, los demócratas (ahora sobre todo los antiguos “republicanos moderados”) no se quedaron demasiado atrás.
Un reciente estudio del Instituto de Política Económica, que ha sido durante años la mayor fuente de datos probos sobre estos eventos, es titulado Failure by Design [Fracaso deliberado]. La palabra “deliberado” es exacta. Otras alternativas eran ciertamente posibles. Y como señala el estudio, el “fracaso” tiene una base clasista. No hay fracaso para los que deliberan. Lo contrario es lo cierto. Las políticas fueron, más bien, un fracaso para la gran mayoría, el 99% en la imaginería de los movimientos Ocupa – y para el país, que ha declinado y seguirá haciéndolo bajo estas políticas.
Otro factor es la subcontratación al extranjero de la manufactura. Como lo ilustra el ejemplo de los paneles solares, la capacidad manufacturera provee la base y el estímulo para la innovación llevando a niveles más elevados de sofisticación en la producción, el diseño y la invención. Eso, también, está siendo subcontratado, lo que no es un problema para los “mandarines del dinero” que elaboran cada vez más la política, pero es un problema serio para la gente trabajadora y las clases medias, y un verdadero desastre para los más oprimidos, los africano-estadounidenses, que nunca han escapado al legado de la esclavitud y sus crueles secuelas, y cuya exigua riqueza desapareció virtualmente después del colapso de la burbuja de la vivienda en 2008, provocando la más reciente crisis financiera, la peor hasta ahora.
El camino imperial
En los años de consciente, auto-infligida decadencia en el país, las “pérdidas” siguieron aumentando en otros sitios. En la última década, por primera vez en 500 años, Suramérica ha emprendido pasos exitosos para liberarse de la dominación occidental, otra pérdida seria. La región ha progresado hacia la integración, y ha comenzado a encarar algunos de los terribles problemas internos de sociedades gobernadas por elites en su mayor parte europeizadas, pequeñas islas de extrema riqueza en un mar de miseria. También se han librado de todas las bases de EE.UU. y de controles del FMI. Una organización recientemente formada, CELAC, incluye a todos los países del hemisferio con la excepción de EE.UU. y Canadá. Si realmente funciona, será otro paso en la decadencia de EE.UU., en este caso en lo que siempre ha considerado como su “patio trasero”.
Incluso más seria sería la pérdida de los países de MENA –Medio Oriente/Norte de África– que han sido considerados por los planificadores desde los años cuarenta como “una estupenda fuente de poder estratégico, y una de las mayores preseas materiales en la historia del mundo”. El control de las reservas energéticas de MENA generaría “un sustancial control del mundo”, en las palabras del influyente consejero de Roosevelt, A.A. Berle.
Sin duda, si las proyecciones de un siglo de independencia energética de EE.UU. basada en recursos energéticos norteamericanos resultaran ser realistas, la importancia de controlar MENA disminuiría en algo, aunque probablemente no en mucho: la preocupación principal ha sido siempre el control más que el acceso. Sin embargo, las probables consecuencias para el equilibrio del planeta son tan ominosas que la discusión puede ser en gran parte un ejercicio académico.
La Primavera Árabe, otro evento de importancia histórica, puede presagiar por lo menos una “pérdida” parcial de MENA. EE.UU. y sus aliados han hecho lo posible por impedir ese resultado – hasta ahora con considerable éxito. Su política hacia las revueltas populares se ha ajustado de cerca a las líneas directivas estándar: apoyar a las fuerzas más sensibles a la influencia y el control de EE.UU.
Los dictadores preferidos son apoyados mientras puedan mantener el control (como en los principales Estados petroleros). Cuando ya no es posible, son descartados y se trata de restaurar el antiguo régimen en la mayor medida posible (como en Túnez y en Egipto). El patrón general es familiar: Somoza, Marcos, Duvalier, Mobutu, Suharto, y muchos otros. En un caso, Libia, las tradicionales tres potencias imperiales intervinieron mediante la fuerza a fin de participar en una rebelión para derrocar a un dictador mercurial y poco fiable, abriendo el camino, como se espera, a un control más eficiente de los ricos recursos de Libia (primordialmente el petróleo, pero también el agua, de particular interés para las corporaciones francesas), a una posible base para el Comando África de EE.UU. (limitado hasta ahora a Alemania) y a la inversión de la creciente penetración china. En lo que respecta a la política, ha habido pocas sorpresas.
Crucialmente, es importante reducir la amenaza de una democracia que funcione, en la cual la opinión popular pueda influencia significativamente la política. Esto, de nuevo, es rutina, y es bastante comprensible. Una mirada a los estudios de opinión pública realizados por agencias de sondeo en los países de MENA explica fácilmente el temor occidental a una auténtica democracia, en la cual la opinión pública influencie significativamente la política.
Israel y el Partido Republicano
Consideraciones semejantes se trasfieren directamente a la segunda preocupación importante planteada en la edición de Foreign Affairs citada en la primera parte de este artículo: el conflicto Israel-Palestina. Será difícil mostrar con más claridad el temor a la democracia que en este caso. En enero de 2006, hubo una elección en Palestina, calificada de libre e imparcial por monitores internacionales. La reacción instantánea de EE.UU. (y claro está de Israel), y Europa lo siguió cortésmente, fue imponer duras sanciones a los palestinos por haber votado de manera equivocada.
No es ninguna innovación. Está perfectamente de acuerdo con el principio general y nada sorprendente reconocido por los expertos dominantes: EE.UU. apoya la democracia si, y solo si, el resultado está de acuerdo con sus objetivos estratégicos y económicos, la conclusión lastimera del neo-reaganita Thomas Carothers, el más cuidadoso y respetado analista experto de las iniciativas de “promoción de la democracia”.
De un modo más general, durante 35 años EE.UU. ha encabezado el campo negacionista sobre Israel-Palestina, bloqueando un consenso internacional que pide una solución política en términos demasiado conocidos como para que requieran repetición. El mantra occidental es que Israel busca negociaciones sin condiciones previas, a lo que se niegan los palestinos. Lo contrario es más exacto. EE.UU. e Israel exigen precondiciones estrictas que, además, han sido elaboradas para asegurar que las negociaciones conduzcan a una capitulación palestina sobre temas cruciales, o a ninguna parte.
La primera condición previa es que las negociaciones deben ser supervisadas por Washington, lo que tiene tanto sentido como exigir que Irán supervise la negociación de conflictos entre suníes y chiíes en Iraq. Las negociaciones serias tendrían que tener lugar bajo los auspicios de alguna parte neutral, preferiblemente una que goce de un cierto respeto internacional, tal vez Brasil. Las negociaciones tratarían de resolver los conflictos entre los dos antagonistas: EE.UU./Israel por una parte, y la mayor parte del mundo por la otra.
La segunda condición previa es que Israel debe tener libertad para expandir sus asentamientos ilegales en Cisjordania. Teóricamente, EE.UU. se opone a esas acciones, pero con un ligerísimo tirón de orejas, mientras sigue suministrando apoyo económico, diplomático y militar. Cuando EE.UU. tiene algunas objeciones limitadas, impide con gran facilidad las acciones, como en el caso del proyecto E-1 para vincular Gran Jerusalén con la ciudad de Ma’aleh Adumim, dividiendo prácticamente en dos Cisjordania, una altísima prioridad para los planificadores israelíes (de todo el espectro), pero provocando algunas objeciones en Washington, por lo que Israel ha tenido que recurrir a medidas tortuosas para mermar el proyecto.
El fingimiento de oposición llegó al nivel de farsa en febrero pasado cuando Obama vetó una resolución del Consejo de Seguridad que pedía la implementación de política oficial de EE.UU. (agregando también la observación no polémica de que los propios asentamientos son ilegales, a diferencia de su expansión). Desde entonces se ha hablado poco de la terminación de la expansión de asentamientos, que continúa, con una provocación premeditada.
Por lo tanto, mientras representantes israelíes y palestinos se preparaban para reunirse en Jordania en enero de 2011, Israel anunció nuevas construcciones en Pisgat Ze’ev y Har Homa, áreas de Cisjordania que considera que se encuentran dentro del área considerablemente expandida de Jerusalén, anexada, cubierta de asentamientos y construida como capital de Israel, todo en violación de órdenes directas del Consejo de Seguridad. Otras acciones incluyen el mayor plan de separar los enclaves que le puedan quedar a la administración palestina del centro cultural, comercial y político de la vida palestina en la antigua Jerusalén.
Es comprensible que los derechos palestinos deban ser marginados en la política y el discurso estadounidense. Los palestinos carecen de riqueza y de poder. No ofrecen prácticamente nada a los intereses políticos de EE.UU.; de hecho, tienen valor negativo, son una molestia que moviliza a “la calle árabe”.
Israel, al contrario, es un valioso aliado. Es una sociedad rica, con una industria de alta tecnología sofisticada, en gran parte militarizada. Durante décadas, ha sido un altamente apreciado aliado militar y estratégico, en particular desde 1967, cuando hizo un gran servicio a EE.UU. y a su aliado saudí al destruir el “virus” nasserista, estableciendo la “relación especial” con Washington en la forma que ha persistido desde entonces. También es un centro creciente para inversiones de alta tecnología de EE.UU. De hecho, las industrias de alta tecnología, y particularmente militares, en los dos países están estrechamente vinculadas.
Aparte de semejantes consideraciones elementales de política de gran potencia, hay factores culturales que no deben ser ignorados. El sionismo cristiano en Gran Bretaña y en EE.UU. precedió de largo al sionismo judío, y ha sido un significativo fenómeno elitista con claras implicaciones políticas (incluida la Declaración Balfour, que se basó en él). Cuando el general Allenby conquistó Jerusalén durante la Primera Guerra Mundial, fue aclamado en la prensa estadounidense como Ricardo Corazón de León, quien había finalmente vencido en las Cruzadas y expulsado a los paganos de Tierra Santa.
El siguiente paso fue que el Pueblo Elegido volviera a la tierra que le fuera prometida por el Señor. Articulando un punto de vista común de la elite, el secretario del Interior del presidente Franklin Roosevelt, Harold Ickes, describió la colonización judía de Palestina como un logro “sin igual en la historia de la raza humana”. Semejantes doctrinas encuentran fácilmente su lugar dentro de las doctrinas providencialistas que habían sido un fuerte elemento en la cultura popular y de la elite desde los orígenes del país: la creencia en que Dios tiene un plan para el mundo y que EE.UU. lo está realizando bajo guía divina, como es articulado por una larga lista de personajes destacados.
Por otra parte, el cristianismo evangélico es una importante fuerza popular en EE.UU. Más hacia los extremos, el cristianismo evangélico del Fin de los Tiempos también tiene un enorme alcance popular, vigorizado por el establecimiento de Israel en 1948, revitalizado aún más por la conquista del resto de Palestina en 1967 – todas señales de que se acercan el Fin de los Tiempos y la Segunda Venida.
Estas fuerzas se han vuelto particularmente significativas desde los años de Reagan, ya que los republicanos han abandonado la pretensión de ser un partido político en el sentido tradicional, mientras se dedican en virtual formación uniforme a servir a un ínfimo porcentaje de súper ricos y al sector corporativo. Sin embargo, el pequeño electorado que es servido primordialmente por el partido reconstruido no puede proveer votos, de modo que se han vuelto a otra parte.
La única alternativa es movilizar tendencias que siempre han estado presentes, aunque raramente como una fuerza política organizada: primordialmente nativistas que tiemblan de miedo y odio, y elementos religiosos que son extremistas según estándares internacionales, pero no en EE.UU. Un resultado es la reverencia por supuestas profecías bíblicas, de ahí no solo el apoyo a Israel y sus conquistas y expansión, sino un amor apasionado por Israel, otra parte fundamental del catequismo que debe ser entonado por candidatos republicanos – y demócratas, de nuevo, no demasiado lejos.
Dejando de lado estos factores, no hay que olvidar que la “Anglosfera” – Gran Bretaña y sus retoños – consiste de sociedades de colonos, que surgieron de las cenizas de poblaciones indígenas, reprimidas o virtualmente exterminadas. Las prácticas del pasado deben haber sido básicamente, en el caso de EE.UU., incluso ordenadas por la Divina Providencia. Por lo tanto a menudo existe una simpatía intuitiva por los hijos de Israel cuando siguen un camino semejante. Pero primordialmente prevalecen los intereses geoestratégicos y económicos, y la política no está grabada en piedra.
La “amenaza” iraní y el tema nuclear
Finalmente consideremos el tercero de los principales temas encarados en los periódicos del establishment citados anteriormente, la “amenaza de Irán”. Entre las elites y la clase política es considerada generalmente como la amenaza primordial para el orden mundial – aunque no entre las poblaciones. En Europa, los sondeos muestran que se considera a Israel como la principal amenaza para la paz. En los países del MENA, este estatus es compartido con EE.UU., hasta el punto que en Egipto, en vísperas del levantamiento de la Plaza Tahrir, un 80% pensaba que la región sería más segura si Irán tuviera armas nucleares. Los mismos sondeos establecieron que solo un 10% considera que Irán constituye una amenaza – a diferencia de los dictadores gobernantes, quienes tienen sus propias preocupaciones.
En EE.UU., antes de las masivas campañas propagandísticas de los últimos años, una mayoría de la población estaba de acuerdo con la mayor parte del mundo en que, como firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear, Irán tiene derecho a enriquecer uranio. E incluso ahora, una gran mayoría está a favor de medios pacíficos para tratar con Irán. Incluso existe una fuerte oposición a una participación militar si Irán e Israel estuvieran en guerra. Solo un cuarto considera que Irán sea de alguna manera una preocupación importante para EE.UU. Pero no es poco usual que haya una brecha, a menudo un abismo, que divide a la opinión pública y la política.
¿Por qué, exactamente, se considera a Irán como una amenaza tan colosal? La pregunta es poco discutida, pero no es difícil encontrar una respuesta seria – aunque no, como de costumbre, en los pronunciamientos febriles. La respuesta mejor documentada es provista por el Pentágono y los servicios de inteligencia en sus informes regulares al Congreso sobre la seguridad global. Informan que Irán no plantea una amenaza militar. Sus gastos militares son muy bajos incluso según los estándares de la región, minúsculos, claro está, en comparación con EE.UU.
Irán tiene poca capacidad para desplegar fuerza. Sus doctrinas estratégicas son defensivas, diseñadas para disuadir una invasión durante suficiente tiempo para quela diplomacia solucione los problemas. Si Irán desarrollara una capacidad de armas nucleares, informan, formaría parte de su estrategia de disuasión. Ningún analista serio cree que los clérigos gobernantes estén ansiosos de ver que su país y sus posesiones sean vaporizados, la consecuencia inmediata de que llegaran incluso cerca de iniciar una guerra nuclear. Y es apenas necesario mencionar las razones por las cuales cualquier dirigencia iraní estaría preocupada por la disuasión, bajo las circunstancias existentes.
No cabe duda de que el régimen es una seria amenaza para gran parte de su propia población – y desgraciadamente, no se puede decir que sea un caso único desde ese punto de vista. Pero la amenaza primordial para EE.UU. e Israel es que Irán pueda estorbar su libre ejercicio de violencia. Otra amenaza es que los iraníes buscan evidentemente extender su influencia a los vecinos Iraq y Afganistán, y también más lejos. Esos actos “ilegítimos” son llamados “desestabilizadores” (o algo peor). Al contrario, la imposición por la fuerza de la influencia sobre la mitad del mundo contribuye a la “estabilidad” y al orden, de acuerdo con la doctrina tradicional de quién es el dueño del mundo.
Tiene mucho sentido el intento de impedir que Irán se sume a los Estados con armas nucleares, incluidos los tres que se han negado a firmar el Tratado de No Proliferación –Israel, India y Pakistán– todos los cuales han recibido ayuda de EE.UU. para el desarrollo de armas nucleares y siguen recibiendo esa ayuda. No es imposible acercarse a ese objetivo por medios diplomáticos pacíficos. Una actitud, que goza de abrumador apoyo internacional, es emprender pasos significativos hacia el establecimiento de una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente, incluidos Irán e Israel (aplicado también a fuerzas de EE.UU. desplegadas en el área); mejor todavía si se extiende al Sur de Asia.
El apoyo para tales esfuerzos es tan fuerte que el gobierno de Obama se ha visto obligado a aceptar formalmente, pero con reservas, que: crucialmente, el programa nuclear de Israel no debe ser colocado bajo los auspicios del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y que no se debe pedir a ningún Estado (lo que quiere decir EE.UU.) que divulgue información sobre “instalaciones y actividades nucleares de Israel, incluida información relacionada con anteriores transferencias nucleares a Israel”. Obama también acepta la posición de Israel de que toda propuesta semejante debe estar condicionada a un acuerdo de paz exhaustivo, que EE.UU. e Israel pueden seguir retardando indefinidamente.
Este estudio no se aproxima en nada a ser algo exhaustivo, sobra decir. Entre tópicos importantes que no son considerados es el cambio en la política militar de EE.UU. hacia la región Asia-Pacífico, con las nuevas adiciones al inmenso sistema de bases militares que tiene lugar ahora mismo, en la Isla Jeju frente de Corea del Sur y en el Noroeste de Australia, todos elementos de la política de “contención de China”. Estrechamente relacionado está el tema de las bases de EE.UU. en Okinawa, a las que se ha opuesto acremente la población durante muchos años, y una continua crisis en las relaciones EE.UU.-Tokio-Okinawa.
Revelando lo poco que han cambiado las presunciones fundamentales, analistas estratégicos estadounidenses describen el resultado de los programas militares de China como un “clásico ‘dilema de seguridad’ por lo cual programas militares y estrategias nacionales consideradas defensivas por sus planificadores son vistos como amenazadores por el otro lado”, como escribe Paul Godwin del Foreign Policy Research Institute. El dilema de la seguridad aparece respecto al control de los mares frente a las costas de China. EE.UU. considera su política de control de esas aguas como “defensiva”, mientras China la ve como amenazante. Ni siquiera es imaginable un debate parecido respecto a las aguas costeras de EE.UU. Este “clásico dilema de seguridad” tiene sentido, de nuevo, sobre la base de la presunción de que EE.UU. tiene derecho a controlar la mayor parte del mundo, y que la seguridad de EE.UU. requiere algo que se acerca al control absoluto del globo.
Mientras los principios de la dominación imperial han experimentado poco cambio, la capacidad de implementarlos ha disminuido considerablemente a medida que el poder se ha distribuido más ampliamente en un mundo que se diversifica. Las consecuencias son muchas. Es, sin embargo, muy importante recordar que –por desgracia– ninguna disipa las dos oscuras nubes que se ciernen sobre toda consideración de orden global: la guerra nuclear y la catástrofe medioambiental, que amenazan ambas la decente supervivencia de la especie.
Al contrario, ambas amenazas con siniestras, y aumentan.
*Profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT. trabajo distribuido por Tom Dispatc h. Sus últimos libros son Making the Future: Occupations, Intervention, Empire, and Resistance, The Essential Chomsky (editado por Anthony Arnove), una colección de sus escritos de los años cincuenta hasta la actualidad, Gaza in Crisis, con Ilan Pappé, y Hopes and Prospects.
Entrevista a Michel Rocard aparecida hoy en Le Monde
Envío la traducción de una
entrevista a Michel Rocard publicada en "Le Monde" de hoy, 26-27/2/12 (a la cual
agregue una breve nota biográfica, para los que no conozcan el
personaje).
Aunque Rocard hace muchos años que es un derechoso del PS francés, la visión critica del futuro del capitalismo que da en esta entrevista me parece interesante. Max
"Le Monde", 26-27 de Febrero de 2012
Michel Rocard : «La sociedad de mañana será menos mercantil y menos entregada a la codicia». El ex-Primer Ministro predice años de débil crecimiento o inclusive de recesión.
En plena campaña electoral (en Francia), Michel Rocard, ex-primer ministro socialista, publica, a los 82 años, el libro «Mis puntos sobre las íes» (Ediciones Odile Jacob, 19 euros).
Le Monde. ¿Porque escribió este libro?M. Rocard. Fue un acceso de furia. Lo escribí en Octubre (2011), prácticamente sin interrupción, al dictado, porque viajo mucho. Estaba espantado de la puerilidad de las discusiones y la vacuidad del debate.
L.M. ¿Las cosas mejoraron después?M.R. No; de ninguna manera. La gente habla de sus pequeñas preocupaciones sin mirar el resto del mundo. Y es precisamente de allí que vienen las amenazas mayores. El capitalismo ha entrado en una crisis profunda, sin que sea previsible ninguna vuelta a la normalidad; nada volverá a ser como antes. Pero, ¿quién lo dice en esta campaña electoral? La derecha miente cuando clama que trabajando mas, el crecimiento económico volverá. Es falso. Y es precisamente sobre este punto que la izquierda debería enfrentarla. Nos esperan años de crecimiento débil y quizá de recesión. Hay que decirlo claramente y ponerse a pensar sobre un mundo que será radicalmente distinto.
L.M. ¿Porqué ese pesimismo?M.R. Primeramente, la crisis financiera esta lejos de haber sido superada. Por cierto, hay una muy leve mejoría en las crisis del euro, pero el nivel de endeudamiento de los EEUU es faraónico. En China se espera una baja de los precios inmobiliarios de 50% por lo menos. Esta « burbuja » es cuatro veces mayor que la de las « subprime » nortemericanas. Mejor no imaginar el desastre si llegase a explotar. La primera urgencia es, entonces, volver a crear un poco de estabilidad.
L.M. ¿Declarándole la guerra a las finanzas, como dice François Hollande?M.R. No veo como puede ser de otra manera. Las finanzas ganan dinero en actividades especulativas; y, por lo tanto, resiste (la regulación). Pero en 1933 Franklin Roosevelt tenía el mundo financiero en contra cuando impuso la separación absoluta entre los bancos de depósitos y los bancos de inversión y, durante sesenta años el mundo se libró de las crisis financieras.
L.M. François Hollande no es Franklin Roosevelt...M.R. Pero puede encontrar aliados en Europa. Sin duda, no en Alemania, pero observe como la pérfida Albión, que es la casa matriz del pensamiento monetarista, empieza a querer protegerse de los excesos que ella misma contribuyó a crear; es un signo...
L.M. ¿Porqué piensa que es imposible volver a un crecimiento sostenido a mediano plazo?
M.R. Porque no vivimos una sola crisis sino varias. Suponiendo que se logren regular las finanzas, serán necesarios muchos años para desendeudar los Estados. Encima está el « pico petrolero » que señala el fin de nuestro modelo de prosperidad; la época del petróleo barato se acabó. El consumo sigue creciendo, en tanto que el volumen disponible disminuye; el alza de precios, inevitable y potencialmente fuerte, va a incidir radicalmente sobre la capacidad adquisitiva. La recesión amenaza; el crecimiento rápido se terminó.
L.M. Su libro no va a gustarle a la izquierda; Vd. piensa que es irresponsable acabar con la energía nuclear.M.R. Denuncio la estrategia diabólica de los Verdes, que han convencido a Suecia, Alemania, Bélgica e Italia de abandonar progresivamente, en dos o tres décadas, la energía nuclear. Van a crear, en el centro de Europa, una verdadera « hambruna energética », en el momento mismo en que las disponibilidades de petróleo y gas disminuyen; ¡es suicida!. No se puede imponer esto con tal brutalidad; va a llevar a una guerra civil. Mire lo que pasa en Grecia: ni siquiera se animan a hacer elecciones.
L.M. Pero la energía nuclear mata...
M.R. Mata mucho menos que el carbón, si se cuentan los cánceres.
L.M. François Hollande, que escribe el prefacio de su libro, se cuida de diferenciarse de Vd.
M.R. Me parece que no se diferencia completamente; por el contrario, abre el diálogo.
L.M. ¿Quiere volver a iniciar la guerra entre el Partido Socialista y los verdes?M.R. No; creo en la razón.
L.M. En esta campaña electoral todos desean rehabilitar el valor del trabajo, mientras que el título de uno de sus capítulos es « el fin del trabajo ». ¿Se trata de una provocación?M.R. Hay que reconocer que la reducción del tiempo de trabajo se ha convertido en un tabú peligroso; exactamente como la cuestión nuclear. Estoy convencido que se debe a que se la quiso imponer por ley; este fue el error de Martine Aubry, que llevó a un bloqueo psicológico en las pequeñas y medianas empresas; estas están en media en las 38 horas (semanales), mientras que las grandes están en las 35.
Pero aún así, la tendencia es la misma en la mayoría de los países disminuido mucho en Japón, EEUU, Canadá, Alemania y Francia, porque la automatización ha reducido drásticamente el uso de mano de obra. Después hubo una cierta nivelación, debida al crecimiento dramático de la precariedad: aparte de los desempleados, se ha extendido el trabajo precario y aparecieron los pobres. El resultado es que aproximadamente un tercio de la población activa de los países industrializados se encuentra en una situación de grave precariedad. ¿Puede resolverse este problema? No; porque toda solución seria explosiva, tanto desde el punto de vista presupuestario como en sus aspectos social y político. Esta situación lleva a la desafección cívica, al apoyo a los partidos populistas [**], al debilitamiento de los partidos en condiciones de gobernar y, en suma, a una peligrosa inestabilidad.
L.M. Si le entiendo bien, habría que repartir mejor la torta ; confiese que no es una opinión muy dinámica.M.R. Vuelva Vd. a leer Chateaubriand, León Blum, Hannah Arendt, Georges Friedmann; todos ellos predijeron el fin del trabajo. A pesar de que en el momento que escribieron se vivía una situación de pleno empleo y, por lo tanto, la reducción del tiempo de trabajo no estaba relacionada con el desempleo. De hecho, esta reducción depende exclusivamente de la productividad, que aumenta de manera constante. Nos hemos olvidados de ser radicales en nuestra manera de pensar, lo que nos frena en la búsqueda de nuevas formas de regulación.
L.M. ¿Como describiría Ud. el mundo de mañana?M.R. Una sociedad menos mercantil, menos sujeta a la competencia, menos entregada a la codicia, organizada en función del tiempo libre. Suelo decir que los mejores momentos de la vida son el (los) enamoramiento(s), el nacimiento de un hijo, las buenas realizaciones artísticas o profesionales, las hazañas deportivas, los viajes maravillosos, o muchas otras cosas; fíjese que ninguna de estas satisfacciones está ligada a la acumulación de dinero. En síntesis, concibo el mundo futuro como un mundo de prácticas culturales o deportivas intensas, de abundancia de tiempo para dedicar a la familia, de atención a los niños, y de volver a cultivar
las relaciones de amistad.
L.M. ¿Es el mundo según Rocard ?M.R. No; es una necesidad.
(*)
NOTA BIOGRÁFICA. Michel ROCARD (nacido en 1930) fue uno de los fundadores, en
los años 1960, del Partido Socialista Unificado francés, que en su momento
agrupó fuerzas de izquierda y cristianas opositoras a la guerra en Argelia.
Afiliado al Partido Socialista (refundado por Mitterrand) en 1974, fue Primer
Ministro bajo la presidencia de este último (1988 - 1991), luego diputado al
parlamento europeo y senador. Fue uno de los artífices de la derechización del
régimen de Mitterrand. A pesar de su posiciones consistentemente de derecha en
el Partido Socialista francés, y su defensa sin matices del uso de la energía
nuclear, en la entrevista que sigue da una visión crítica del futuro del
capitalismo. [Del matemático argentino, profesor en la U.de París VI. Dirige
equipos de investigación en Francia, Italia, México, Brasil y
Argentina]
Aunque Rocard hace muchos años que es un derechoso del PS francés, la visión critica del futuro del capitalismo que da en esta entrevista me parece interesante. Max
"Le Monde", 26-27 de Febrero de 2012
Michel Rocard : «La sociedad de mañana será menos mercantil y menos entregada a la codicia». El ex-Primer Ministro predice años de débil crecimiento o inclusive de recesión.
En plena campaña electoral (en Francia), Michel Rocard, ex-primer ministro socialista, publica, a los 82 años, el libro «Mis puntos sobre las íes» (Ediciones Odile Jacob, 19 euros).
Le Monde. ¿Porque escribió este libro?M. Rocard. Fue un acceso de furia. Lo escribí en Octubre (2011), prácticamente sin interrupción, al dictado, porque viajo mucho. Estaba espantado de la puerilidad de las discusiones y la vacuidad del debate.
L.M. ¿Las cosas mejoraron después?M.R. No; de ninguna manera. La gente habla de sus pequeñas preocupaciones sin mirar el resto del mundo. Y es precisamente de allí que vienen las amenazas mayores. El capitalismo ha entrado en una crisis profunda, sin que sea previsible ninguna vuelta a la normalidad; nada volverá a ser como antes. Pero, ¿quién lo dice en esta campaña electoral? La derecha miente cuando clama que trabajando mas, el crecimiento económico volverá. Es falso. Y es precisamente sobre este punto que la izquierda debería enfrentarla. Nos esperan años de crecimiento débil y quizá de recesión. Hay que decirlo claramente y ponerse a pensar sobre un mundo que será radicalmente distinto.
L.M. ¿Porqué ese pesimismo?M.R. Primeramente, la crisis financiera esta lejos de haber sido superada. Por cierto, hay una muy leve mejoría en las crisis del euro, pero el nivel de endeudamiento de los EEUU es faraónico. En China se espera una baja de los precios inmobiliarios de 50% por lo menos. Esta « burbuja » es cuatro veces mayor que la de las « subprime » nortemericanas. Mejor no imaginar el desastre si llegase a explotar. La primera urgencia es, entonces, volver a crear un poco de estabilidad.
L.M. ¿Declarándole la guerra a las finanzas, como dice François Hollande?M.R. No veo como puede ser de otra manera. Las finanzas ganan dinero en actividades especulativas; y, por lo tanto, resiste (la regulación). Pero en 1933 Franklin Roosevelt tenía el mundo financiero en contra cuando impuso la separación absoluta entre los bancos de depósitos y los bancos de inversión y, durante sesenta años el mundo se libró de las crisis financieras.
L.M. François Hollande no es Franklin Roosevelt...M.R. Pero puede encontrar aliados en Europa. Sin duda, no en Alemania, pero observe como la pérfida Albión, que es la casa matriz del pensamiento monetarista, empieza a querer protegerse de los excesos que ella misma contribuyó a crear; es un signo...
L.M. ¿Porqué piensa que es imposible volver a un crecimiento sostenido a mediano plazo?
M.R. Porque no vivimos una sola crisis sino varias. Suponiendo que se logren regular las finanzas, serán necesarios muchos años para desendeudar los Estados. Encima está el « pico petrolero » que señala el fin de nuestro modelo de prosperidad; la época del petróleo barato se acabó. El consumo sigue creciendo, en tanto que el volumen disponible disminuye; el alza de precios, inevitable y potencialmente fuerte, va a incidir radicalmente sobre la capacidad adquisitiva. La recesión amenaza; el crecimiento rápido se terminó.
L.M. Su libro no va a gustarle a la izquierda; Vd. piensa que es irresponsable acabar con la energía nuclear.M.R. Denuncio la estrategia diabólica de los Verdes, que han convencido a Suecia, Alemania, Bélgica e Italia de abandonar progresivamente, en dos o tres décadas, la energía nuclear. Van a crear, en el centro de Europa, una verdadera « hambruna energética », en el momento mismo en que las disponibilidades de petróleo y gas disminuyen; ¡es suicida!. No se puede imponer esto con tal brutalidad; va a llevar a una guerra civil. Mire lo que pasa en Grecia: ni siquiera se animan a hacer elecciones.
L.M. Pero la energía nuclear mata...
M.R. Mata mucho menos que el carbón, si se cuentan los cánceres.
L.M. François Hollande, que escribe el prefacio de su libro, se cuida de diferenciarse de Vd.
M.R. Me parece que no se diferencia completamente; por el contrario, abre el diálogo.
L.M. ¿Quiere volver a iniciar la guerra entre el Partido Socialista y los verdes?M.R. No; creo en la razón.
L.M. En esta campaña electoral todos desean rehabilitar el valor del trabajo, mientras que el título de uno de sus capítulos es « el fin del trabajo ». ¿Se trata de una provocación?M.R. Hay que reconocer que la reducción del tiempo de trabajo se ha convertido en un tabú peligroso; exactamente como la cuestión nuclear. Estoy convencido que se debe a que se la quiso imponer por ley; este fue el error de Martine Aubry, que llevó a un bloqueo psicológico en las pequeñas y medianas empresas; estas están en media en las 38 horas (semanales), mientras que las grandes están en las 35.
Pero aún así, la tendencia es la misma en la mayoría de los países disminuido mucho en Japón, EEUU, Canadá, Alemania y Francia, porque la automatización ha reducido drásticamente el uso de mano de obra. Después hubo una cierta nivelación, debida al crecimiento dramático de la precariedad: aparte de los desempleados, se ha extendido el trabajo precario y aparecieron los pobres. El resultado es que aproximadamente un tercio de la población activa de los países industrializados se encuentra en una situación de grave precariedad. ¿Puede resolverse este problema? No; porque toda solución seria explosiva, tanto desde el punto de vista presupuestario como en sus aspectos social y político. Esta situación lleva a la desafección cívica, al apoyo a los partidos populistas [**], al debilitamiento de los partidos en condiciones de gobernar y, en suma, a una peligrosa inestabilidad.
L.M. Si le entiendo bien, habría que repartir mejor la torta ; confiese que no es una opinión muy dinámica.M.R. Vuelva Vd. a leer Chateaubriand, León Blum, Hannah Arendt, Georges Friedmann; todos ellos predijeron el fin del trabajo. A pesar de que en el momento que escribieron se vivía una situación de pleno empleo y, por lo tanto, la reducción del tiempo de trabajo no estaba relacionada con el desempleo. De hecho, esta reducción depende exclusivamente de la productividad, que aumenta de manera constante. Nos hemos olvidados de ser radicales en nuestra manera de pensar, lo que nos frena en la búsqueda de nuevas formas de regulación.
L.M. ¿Como describiría Ud. el mundo de mañana?M.R. Una sociedad menos mercantil, menos sujeta a la competencia, menos entregada a la codicia, organizada en función del tiempo libre. Suelo decir que los mejores momentos de la vida son el (los) enamoramiento(s), el nacimiento de un hijo, las buenas realizaciones artísticas o profesionales, las hazañas deportivas, los viajes maravillosos, o muchas otras cosas; fíjese que ninguna de estas satisfacciones está ligada a la acumulación de dinero. En síntesis, concibo el mundo futuro como un mundo de prácticas culturales o deportivas intensas, de abundancia de tiempo para dedicar a la familia, de atención a los niños, y de volver a cultivar
las relaciones de amistad.
L.M. ¿Es el mundo según Rocard ?M.R. No; es una necesidad.
21 de febrero de 2012
Situación pre-revolucionaria en Grecia
Escrito por Alan Woods |
Viernes 17 de Febrero de 2012 |
La
crisis griega ha alcanzado el grado de situación pre-revolucionaria. El
domingo vimos la mayor manifestación en la historia de Grecia. Cientos
de miles de personas se reunieron ante el parlamento de Atenas para
protestar contra el acuerdo reaccionario. Aquí estaba la verdadera cara
del pueblo griego: trabajadores y estudiantes, jubilados y comerciantes,
jóvenes y viejos. Todos salieron a las calles para expresar su rabia.
Los sentimientos
están muy exaltados sobre el precio que el país está siendo obligado a
pagar por su segundo rescate financiero: un préstamo de 130 mil millones
de euros de la UE y el Fondo Monetario
Internacional, destinado a evitar la amenaza de bancarrota y su salida
del euro. Sin embargo, el llamado préstamo está condicionado a un
paquete de austeridad que incluye un nuevo recorte de € 3.300 millones
en salarios, pensiones y puestos de trabajo para este año, añadiendo al
sacrificio de cuatro años de recesión, salarios más bajos y desempleo
más alto. La presión implacable ejercida por la UE ya ha reducido los
niveles de vida a niveles mínimos, sumiendo al país en una profunda
depresión. El desempleo se ha disparado a más de un millón. La cifra
oficial de 21% subestima la magnitud del problema. No tiene en cuenta el
gran número de trabajadores griegos que en teoría están empleados, pero
no han sido pagados durante semanas o incluso meses. Recortes de
pensiones por un total de 300 mil millones de €, una reducción del 22%
en el salario mínimo (32% para los menores de 25 años) y la pérdida de
150.000
puestos de trabajo del sector público para el año 2015 golpearán a casi
todos los hogares griegos. Los hospitales se están quedando sin
medicamentos. Los salarios y las pensiones se han reducido. El estado de
ánimo de la gente se está volviendo desesperado. Naturalmente, las
medidas de austeridad no afectan a los ricos. Estos tienen cuentas en el
extranjero y han enviado su dinero fuera del país. Toda la carga de los
aumentos de los impuestos recae sobre los hombros de los pobres, los
pensionistas, los trabajadores y los pequeños comerciantes. El pueblo
griego se enfrenta a recortes aún más pronunciados en las pensiones, los
salarios y una caída mayor en los niveles de vida, y su paciencia se ha
agotado. Los
sacrificios involucrados en el cumplimiento de los
términos del último paquete de austeridad han enfurecido a los
sindicatos y los trabajadores, mientras que las exigencias alemanas de
medidas aún más duras como condición para la permanencia griega de la
zona del euro han provocado una furia generalizada del público. El
estado de ánimo de indignación candente, finalmente se desbordó el
domingo, cuando las más recientes y más salvajes medidas de austeridad
fueron planteadas al parlamento griego para su aprobación. El resultado
de la votación fue de 199 contra 74, en medio de los actos más graves de
violencia hasta ahora vistos en las calles de Atenas. Decenas de miles
de personas sitiaron el Parlamento griego en unas manifestaciones muy
combativas.
La represión estatal
Las protestas callejeras comenzaron en Atenas, pero de inmediato se
extendieron a otras ciudades griegas, incluyendo
Salónica, Patras, Rodas, Corfú y Creta. En Creta diez mil personas
marcharon hacia el centro de Heraclion, donde ocuparon los estudios de
televisión, coreando consignas. El
gobierno y las fuerzas del Estado reaccionaron con una violencia sin
precedentes, atacando a los manifestantes con cargas policiales,
granadas detonadoras y asfixiantes gases lacrimógenos. Los manifestantes
se defendieron con bravura, lanzando los botes de gas lacrimógeno de
vuelta a la policía y tirando piedras y cócteles molotov improvisados.
No todos eran anarquistas, como los medios de comunicación afirmaron.
Muchos de ellos eran jóvenes normales y corrientes, enfurecidos por la
conducta provocadora de la policía, que incluso condujeron sus motos
contra la multitud. El ambiente era de
furia. Las manifestaciones y las protestas se llevaron a cabo en
diferentes ciudades y pueblos, acompañadas por la ocupación de
ayuntamientos y edificios de los gobiernos regionales. La situación en
las calles era insurreccional. En la noche del lunes, el día después de
las grandes manifestaciones, la gente atacó las oficinas de un
viceministro del PASOK en Patras, y una oficina de LAOS (el partido de
derecha) en Agrinio. Los 4.000 policías antidisturbios asaltaron
brutalmente a los manifestantes en Atenas el domingo. Al final del día,
el centro era como una zona de guerra. Las calles estaban cubiertas de
vidrio y piedras. Alrededor de 45 personas resultaron heridas y algunos
edificios en el centro de Atenas, incluyendo cafés y cines, fueron
incendiados por las bombas de gasolina lanzadas por manifestantes
enmascarados. Esto ha sido aprovechado por el gobierno, que está
tratando de justificar su apoyo al plan de austeridad, alegando
que la alternativa es el "caos". Lucas Papademos, el no electo Primer
Ministro, dijo al Parlamento: "El vandalismo y la destrucción no tienen
cabida en una democracia y no serán tolerados. Hago un llamamiento al
público para mostrar calma. En estos momentos cruciales, no podemos
permitirnos el lujo de este tipo de protesta. Creo que todo el mundo es
consciente de la gravedad de la situación". Estas
declaraciones apestan a hipocresía. Es evidente que la violencia en las
calles ha sido deliberadamente provocada por las fuerzas represivas del
Estado, precisamente con el fin de crear un clima de miedo e
inestabilidad. El propio gobierno es responsable de esto. El ministro
de Finanzas Evangelos Venizelos emitió un desesperado llamamiento de
ayuda
antes
de la votación de la medianoche: "Tenemos que demostrar que los
griegos, cuando son llamados a elegir entre lo malo y lo peor, eligen lo
malo para evitar lo peor". Pero ninguna de las llamadas soluciones de
la burguesía puede detener la caída. Grecia no puede pagar sus deudas.
Ahora está pagando un 33% de interés sobre los préstamos extranjeros.
Esto significa que ha entrado en una espiral descendente, un proceso
imparable en el que causa se convierte en efecto y efecto en causa: más
recortes se traducirán en una crisis más profunda, más desempleo y
niveles de vida más bajos. Esto, a su vez, significa menos impuestos y
un mayor déficit público, que sólo puede ser cubierto por nuevos
rescates, lo que conducirá a nuevas exigencias de recortes, y así
sucesivamente. Es como caer en un Agujero Negro del cual nada puede
escapar –ni siquiera los rayos de luz–.
La crisis política
En un discurso televisado a la nación la noche del sábado, el Primer
Ministro Papademos precisó el costo de rechazar el paquete. Dijo que
sería "lanzar al país a una desastrosa aventura" y "crear condiciones de
caos económico y explosión social descontrolada". Y
agregó: "El país se vería arrastrado a una vorágine de recesión,
inestabilidad, desempleo y miseria prolongada y esto tarde o temprano,
sacaría al país del euro". Todo esto es probablemente cierto, pero no
sirvió para convencer al pueblo griego de que se corte su propia
garganta con el fin de que no sean otros los que lleven a cabo dicha
operación dolorosa. Hay una oposición masiva al plan de austeridad.
Según las
encuestas de opinión, el 90% de la gente se opone a él. A pesar de
ello, el gabinete griego aprobó el paquete el viernes, pero sólo después
de que seis miembros hubieran renunciado. LAOS, el pequeño partido
nacionalista de derechas encabezado por Giorgios Karatzaferis, retiró su
apoyo, pero con los dos principales partidos continuando su respaldo a
las draconianas medidas, el primer ministro, Lucas Papademos, preveía
ganar la aprobación parlamentaria. Al final, todos los partidos de la
coalición se ha escindido y se encuentran en crisis. Veintidós diputados
fueron expulsados del PASOK por votar en contra del plan, y otros
nueve que se abstuvieron han sido sancionados. Veintiún diputados fueron
expulsados del partido conservador, el ND. El segundo grupo más
numeroso en el parlamento lo componen ahora los 64 miembros expulsados
"independientes". ¿Qué demuestra todo esto? Solamente que este
parlamento desacreditado no representa al pueblo. Las encuestas
muestran fuertes caídas en el apoyo tanto para el PASOK como para Nueva
Democracia. El apoyo al PASOK incluso antes de la votación del domingo
era sólo del 8 al 9%. Ahora habrá caído aún más. Nada ha sido resuelto
por esta votación. El Gobierno todavía tiene que cumplir con las duras
condiciones vinculadas al préstamo y debe cumplir con la fecha límite de
este viernes para llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos y
devolver un bono pendiente de 14.400 millones de Euros para la fecha
límite del 20 de marzo. Todo comentarista serio da por hecho que al
final Grecia se verá obligada a abandonar la zona del euro –y,
probablemente, la Unión Europea–. Los planes de contingencia para el
retorno al dracma ya se han elaborado en Atenas, Berlín y Bruselas. Es
sólo una cuestión de tiempo. Las cifras revisadas para el año 2011
muestran que la
economía se contrajo un 6,8%, más de lo que se pensaba al principio, un
7% en el último trimestre de 2011 en términos anualizados. Incluso si
todas las disposiciones del último plan de austeridad se aplicaran, no
van a resolver el déficit. Las previsiones iniciales eran que estas
medidas reducirían el déficit de 160% del PIB (el nivel actual) a (un
todavía muy alto) 120%. Sin embargo, los cálculos más recientes indican
que, incluso si el plan se lleva a cabo (lo cual es improbable), el
déficit aún se situaría en el 136% en el año 2020. A
pesar de ello, los jefes de la UE, liderados por Angela Merkel, siguen
siendo implacables. Incluso los profundos recortes acordados por el
gobierno de Atenas no los satisface. El Ministro de Finanzas alemán,
Wolfgang
Schaeuble, declaró en una entrevista al periódico Welt am Sonntag:
"Las promesas de Grecia ya no son suficientes para nosotros". Y
agregó: "Grecia necesita hacer sus propios deberes para volverse
competitiva, sea en conjunción con un nuevo programa de rescate o por
otro camino que en realidad no deseamos tomar." Los líderes de Alemania
no aceptan las últimas medidas como buena moneda. Ellos quieren un
acuerdo firmado por los partidos del gobierno de que estas medidas se
llevarán a cabo independientemente de los resultados de las elecciones
que se han convocado para abril. Ellos también quieren que parte del
dinero del rescate se deposite en un fondo especial fuera del control de
Grecia, de manera que los acreedores sean pagados primero y sólo si
después queda dinero el Estado puede gastarlo. También exigen que los
griegos realicen unos recortes adicionales de 325 millones de euros.
Berlín también está
exigiendo una mayor clarificación sobre cómo Grecia reducirá sus costos
laborales en un 15%. En otras palabras, quieren exprimir sangre de una
piedra. Estas amistosas intervenciones alemanas no hicieron nada para
ayudar al Sr. Papademos, cuyo gobierno es ahora como un buque zozobrando
contra rocas en altamar. La infame Troika quería que su gobierno durara
hasta el final de este año. En su lugar, ya se está haciendo aguas por
todos los lados. Al igual que todos los planes de los líderes de la UE,
la coalición de "unidad nacional" está llegando a un desenlace rápido.
La burguesía ya no controla los acontecimientos. Más bien, los eventos
les controlan a ellos. Las nuevas elecciones tendrán que ser convocadas
en abril. No sabemos quién va a ganar, pero sí podemos decir quién va a
perder. Hay un estado de ánimo airado dirigido contra todos los
partidos de la coalición actual. Todos los partidos están en
crisis.
Las elecciones en el mejor de los cosos producirán otro gobierno de
coalición débil a favor de austeridad, probablemente encabezado por el
conservador ND. Esto no va a resolver nada y va a dar lugar a más
agitación. Una coalición inestable tras otra caerá.
Una situación prerrevolucionaria
Lenin señaló hace mucho tiempo que hay cuatro condiciones para una
situación revolucionaria: 1) la clase dominante debe estar dividida y en
crisis, 2) la clase media debería estar vacilando entre la burguesía y
la clase obrera, 3) las masas deberían estar dispuestas a luchar y hacer
los mayores sacrificios para tomar el poder y 4) un partido y una
dirección revolucionaria que esté dispuesta a dirigir la clase obrera a
la conquista del poder. En
Grecia, en la actualidad, todos estos factores están presentes, excepto
el último. La clase dominante griega está en crisis. No tiene
soluciones al actual callejón sin salida. Sus principales figuras son
una imagen de la impotencia y la indecisión. Están siendo molidos entre
dos piedras de molino gigantescas: por un lado, la presión despiadada
del capital internacional, por el otro, la feroz resistencia de las
masas. La crisis de la clase dominante se refleja en las crisis y
escisiones en cada uno de los partidos gubernamentales. Ya han sido
expulsados más de cuarenta parlamentarios por no votar por el plan de
austeridad. Sin embargo, las medidas disciplinarias no van a resolver
nada. Es como tapar con papel de empapelar las grietas de una pared
causadas por un masivo movimiento sísmico de las placas tectónicas. El
actual
gobierno carece de toda legitimidad ante los ojos de las masas. Se
trata de un gobierno de los banqueros que nunca fue elegido por nadie.
El odio hacia los banqueros y los ricos en general es universal. El
estado de ánimo general de rebelión se ha extendido a las clases medias
que han visto su nivel de vida reducido: las pequeñas empresas que han
sido empujadas a la bancarrota; los funcionarios públicos que han
perdido sus puestos de trabajo; los taxistas que se enfrentan a la
ruina… No es cierto que la clase media esté vacilante entre la burguesía
y el proletariado. La clase media griega se ha visto obligada por cruel
necesidad a tomar el camino de la revolución. ¿Qué
pasa con la clase obrera? Durante los últimos dos años, el proletariado
de Grecia ha mostrado
una
enorme combatividad y determinación. Ha habido 17 huelgas generales y
numerosas manifestaciones y protestas masivas de todo tipo. Hay que
preguntarse: ¿qué más podemos exigir de la clase obrera? ¿Qué más
podemos esperar? Es cierto que la huelga general de 48 horas convocada
por los dirigentes sindicales la semana pasada no fue un gran éxito.
¿Acaso esto indica que el estado de ánimo de la clase obrera se está
enfriando? ¿Significa que las masas se han reconciliado con lo
inevitable, y que la burguesía ha logrado restablecer el equilibrio
necesario? Por el contrario, el viejo equilibrio político y social ha
sido completamente destruido en Grecia. No va a ser restablecido
fácilmente o rápidamente. ¿Cómo se puede explicar la disminución de la
respuesta a la convocatoria de una huelga general de 48 horas? La
contestación es muy simple: los trabajadores griegos han entendido que
las huelgas de uno o dos días no
resuelven nada. Hay ciertas situaciones en que las huelgas y
manifestaciones masivas pueden obligar a un gobierno a cambiar sus
políticas. Pero esta no es una de ellas. La crisis es demasiado
profunda para que le permita a la burguesía cualquier margen de
maniobra. No van a abandonar el curso tomado que, en cualquier caso,
está siendo dictado desde Berlín y Bruselas. Los dirigentes sindicales
en Grecia – al igual que sus homólogos de otros países– no entienden la
gravedad de la situación. A pesar de que se consideran a sí mismos como
realistas supremos, en realidad son los más ciegos de los ciegos. Están
viviendo en un pasado que ya ha retrocedido a las brumas de la historia.
Los dirigentes sindicales se imaginaron que con una pequeña muestra de
oposición, podrían persuadir a la burguesía para llegar a algunos
compromisos con ellos. "Después de todo, nosotros somos moderados, no
revolucionarios". Pero
en
lugar de compromisos todo lo que reciben es una patada en los dientes.
La verdad es que los dirigentes sindicales utilizaron la táctica de un
día de huelga general como una manera conveniente de permitir
desahogarse a las masas. Una huelga general de un día en realidad es
sólo una manifestación. Puede ser útil en la movilización de la clase,
atrayendo incluso a las capas más atrasadas e inertes. En las calles,
los trabajadores sienten su poder colectivo y crece su confianza. Ese
es el lado positivo de una huelga general de un día. Pero si lo mismo se
repite sin cesar, sin mostrar ningún resultado concreto, los
trabajadores se cansan de ella. Pueden ver que todas estas huelgas les
han supuesto perder mucho dinero, pero no han logrado su objetivo.
Llegan a la conclusión de que se requiere alguna forma de acción más
fuerte. Pero, ¿qué tipo de acción es esa? Aquí la cuestión de la
dirección adquiere una
importancia candente. Puros métodos sindicales no pueden resolver el
problema, porque la naturaleza del problema no es sindical sino
político. Se trata de una cuestión de clase contra clase, de
trabajadores contra jefes, ricos contra pobres: en última instancia, se
trata del poder del Estado. La táctica de las huelgas generales de uno o
dos días se ha agotado por completo. La única posibilidad ahora es la
de una huelga general indefinida para derrocar al gobierno. Pero una
huelga general indefinida ya no es una manifestación. Plantea a
quemarropa la cuestión de ¿quién es el dueño de la casa? ¿Quién
gobierna: usted o nosotros? En otras palabras, se plantea la cuestión
del poder. Ninguno de los actuales dirigentes de la izquierda está
dispuesto a plantearse esta cuestión. Tienen miedo de explicar a la
gente de Grecia lo que necesita saber: que no hay solución a los
problemas de Grecia siempre y cuando el poder esté
en
manos de un puñado de ricos parásitos: los banqueros, los capitalistas,
los terratenientes y los magnates navieros. No
es posible curar el cáncer con una aspirina. Lo que se necesita es un
genuino gobierno de izquierda, un gobierno obrero que esté dispuesto a
expropiar a los banqueros y a los grandes capitalistas –tanto griegos
como extranjeros– e introducir una economía nacionalizada y planificada,
bajo el control democrático y la administración de la clase obrera.
Con el fin de liberar a la economía griega del dominio del capital
extranjero, todas las deudas deben ser repudiadas y debería haber un
monopolio estatal del comercio exterior. Se
deben
tomar medidas drásticas revolucionarias contra los especuladores y las
personas que envían su riqueza al extranjero. Estas son las condiciones
previas, sin las cuales no hay solución posible. Sin embargo, incluso
estas medidas no serán suficientes. Bajo condiciones modernas, ningún
país puede salvarse en base a líneas puramente nacionales. El socialismo
en un solo país es una utopía reaccionaria, como la experiencia de la
URSS y China muestran claramente. Una Grecia socialista debería hacer un
llamamiento a los trabajadores de Europa a seguir su ejemplo: sacudirse
el yugo del capital y unirse en una Federación Socialista Europea,
construida sobre los cimientos sólidos de la igualdad y la solidaridad.
Lo único que se interpone entre la clase obrera y el poder es la falta
de dirección. Las encuestas de opinión indican que los partidos de
izquierda (Synaspismos, el KKE y la Izquierda Democrática) tienen más
del 40%.
Esto
demuestra que la clase obrera está mirando a la izquierda para resolver
sus problemas. Pero las tácticas sectarias les impide unirse a la
acción. El KKE se niega a colaborar con otros partidos de izquierda.
Incluso convocaron una manifestación el domingo por separado. Eso es un
error fatal. ¡La clase obrera exige una acción conjunta contra la clase
capitalista y una política genuinamente socialista! Lo que se requiere
es la aplicación de la política leninista del Frente Unido. Tales
política y programa serían suficiente para barrer a los partidos
burgueses al basurero de la historia al que pertenecen. Que nuestra
bandera sea la del socialismo y del internacionalismo proletario. Esta
es la única salida para los trabajadores de Grecia, Europa y el mundo
entero. Londres, 14 de febrero 2012
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