Resumen Latinoamericano / 21 de diciembre de 2017 / Xavier Rius Sant
La ultraderecha quiere liderar las movilizaciones si los partidos soberanistas pierden la mayoría absoluta y C’s es la fuerza más votada.
Barrios de la parte alta de Barcelona como Sarriá, Sant Gervasi o Les Corts se despertaron el miércoles, día de reflexión, empapeladas con banderas españolas pegadas sobre paneles publicitarios y señales de tráfico. Nadie lo ha reivindicado, como nadie reivindicaba algunas de las manifestaciones españolistas que se convocaron vía redes sociales el pasado mes de octubre. Manifestaciones, en la mayoría de las cuales había militantes de ultraderecha megáfono en mano, y en las que se produjeron agresiones a vecinos o comercios que tenían esteladas.
A estas elecciones no se han presentado los partidos ultras. Democracia Nacional, que ha liderado en la calle movilizaciones y manifestaciones hechas bajo pancartas y plataformas como “Por España me atrevo”, presentó una lista incompleta que la Junta Electoral desestimó por la carencia del aval de firmas del 0,1% del censo electoral, que la ley exige a los partidos extraparlamentarios. Plataforma por Cataluña, que en los comicios en que se ha querido presentar los ha conseguido, decidió no concurrir para no dividir el voto unionista, según anunció en un comunicado del que se desprendía que se recomendaba votar a Ciudadanos o el PP.
Pero lo que es evidente es que la ultraderecha ha controlado o sabido utilizar muchas de las manifestaciones unionistas de estos últimos meses. Y en las manifestaciones más masivas de Sociedad Civil Catalana, en las que estaban presentes dirigentes del PP, C’S y PSC, los grupos ultras se manifestaban detrás con sus pancartas y simbología.
Para el jueves por la noche, en el supuesto de que los partidos independentistas queden por debajo de los 68 escaños, perdiendo la mayoría absoluta, y que la fuerza más votada fuera Ciudadanos, se están convocando desde las redes sociales y grupos de WhatsApp concentraciones en Barcelona y otras ciudades, que no tendrían el apoyo ni del PP ni de Ciudadanos, que se conformarían con las celebraciones de los militantes ante sus sedes electorales –en el caso de Cs ya preparan una fiesta en la plaza España-. Y aquí es donde la ultraderecha querría sacar sus réditos, estando presente y liderando las movilizaciones de celebración si los partidos del procés y la República se quedan sin mayoría y el partido de Inés Arrimadas se convierte en la primera fuerza del Parlament.