Cervantes

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.

MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
La Colmena no se hace responsable ni se solidariza con las opiniones o conceptos emitidos por los autores de los artículos.

29 de octubre de 2025

¡Podrá creerse que todo esto pasó y que nunca se hizo justicia porque EE UU, la bestia del crimen, lo impidió!

 

José Sant Roz

Durante aquel terrible año 2002 sufrimos una de las peores etapas de injusticias y crímenes que se recuerden en la historia universal. Todo era descarado contra la república, la prensa de occidente atizaba la intriga y el odio para que se produjera una guerra civil en Venezuela. Contra el Presidente Chávez, la Iglesia no vaciló en aliarse a la oposición, con toda clase de argucias y manipulaciones. El entonces monseñor Baltazar Porras estaba varias veces a la semana en todos esos diabólicos canales de televisión (Venevisión, Televen, RCTV y Globovisión), formando parte de la conjura y de la alarma generalizada contra el gobierno, promoviendo inventos, rumores y mentiras, los que a la postre habrían de conducir a la conmoción del 11 de abril. Una lista de los posibles dictadores in pectore, para suceder a Chávez fue presentada a la embajada americana por el entonces cardenal Ignacio Velasco y el propio presidente Venevisión, el señor Gustavo Cisneros.  Debía ser escogido, según los cartabones católicos, capitalistas, apostólicos y romanos. Se descartaron viudos, divorciados, amancebados o embarraganados, y recayó la elección en el señor empresario don Pedro Carmona Estanga, personaje impecable, sereno, casado y de costumbres de su casa, de dicción meliflua fácil, manejable y dúctil a los intereses norteamericanos.

Derrocado Chávez, pensaron los gringos que en pocos días el país entraría en calma chicha, por lo que se hizo una reunión previa al 11 de abril de 2002, con Charles Shapiro en la embajada americana, a la que asistieron don Baltazar Porras y su eterno carnal del alma, don William Dávila Barrios (ex gobernador de Mérida).

El día 12, previa determinación de la embajada estadounidense, se hizo un listado de las personalidades que podían hacer presencia a la asamblea clave en Miraflores, para elegir al nuevo presidente. Para evitar equivocaciones, se le entregó esta tarea a la Conferencia Episcopal Venezolana, y fue por ello por lo que allí vimos a lo más granado de la burguesía junto a ciertos traidores de la izquierda, los asomados fueron muy pocos (entre ellos Eduardo Fernández, quien pudo entrar a última hora por uno de los túneles de la explanada norte). Los vimos a todos ellos departir a la entrada de palacio, cual guerreros insignes que habían puesto un grano de arena en la epopéyica batalla del 11, para echar del poder al mulato de Sabaneta, el que había osado ocuparse de los pobres, darles créditos y tierra, darles educación y protección social. Había en palacio aquella mañana del 12 de abril tantos curas como generales, celebrando haber retomado el poder. El jesuita Mikel de Viana, gritó eufórico aquella mañana: «Toda la vida he sido adeco, ¿y qué? Al fin hemos salido de esa rata». Así hablan estos seres espirituales, seguidores de Cristo, así piensan y así actúan.

Ese mismo día 12, se desató una horrible represión por parte de la Policía Metropolitana en el centro de Caracas y principalmente en los sectores más pobres, precisamente en el momento en que la cúpula fascista presidida por Porras y Velasco, celebraban en palacio al lado de sus pares criminales de Gustavo Cisneros y los altos oficiales comprometidos en la trama. No se acordaron de los derechos humanos que tanto le reclamaban al gobierno de Chávez, no pidieron tolerancia, no solicitaron a los medios de comunicación que informaran debidamente sobre lo que estaba pasando con las actitudes represivas del tirano Carmona Estanga. Todos aquellos asistentes a Miraflores callaron criminalmente como bestias a sueldo de Gustavo Cisneros.

El Opus Dei había puesto, movido todas sus piezas en la conformación del nuevo gobierno, y por ello encontramos varios ministros ultra-cureros en el gabinete del dictador Carmona. Por la noche, estos demonios ensotanados celebraron con champaña fino, especialmente traído de España por Gustavo Cisneros (y como un regalo reservado desde hacía varios días, enviado a Caracas por Felipe González), para la «distinguida» ocasión. Había en el sarao muchos contratistas ladrones de la IV república, pudo verse como un gran personaje departiendo en todos los corrillos al traficante de armas Isaac Pérez Recao. Aquel champaña tuvo un salitroso sabor a sangre, como les gusta a los oligarcas, por los asesinatos ocurridos el día anterior, que ya estos altos prelados sabían que se iban a dar, porque de otro modo era imposible poner en marcha la gran maquinaria del Golpe. Toda la cúpula de la Conferencia Episcopal Venezolana sabía que la oposición había contratado a mercenarios que debían ser colocados en puntos estratégicos para provocar la parte C del Plan de la Gran Marcha. Los muertos que ya el almirante Héctor Ramírez Pérez (ministro de la Defensa de don Pedro Carmona) había anunciado un día antes, los conocía perfectamente esta cúpula. En todo esto estaba de manera tan vilmente comprometida la Iglesia, en ese complot que posteriormente, cuando sale a la luz el variado cúmulo de videos, confesiones, hechos y documentos sobre la emboscada asesina en El Silencio, calla y ordena no hablar sobre el tema, y además solicita reforzar las acciones para que recrudezcan los ataques. Fue por ello que se concentraron todos los esfuerzos porque la ultraderecha púrpura de Aznar y del Rey Juan Carlos de Borbón, para que se le entregara el premio Rey de España de periodismo a Venevisión, por la trácala y los montajes que se hicieron sobre los «pistoleros de Puente Llaguno». Ya el «Príncipe de Asturias», dentro de ese plan desestabilizador internacional, le había sido otorgado a la periodista analfabeta y golpista Patricia Poleo. Dios mío tanta mierda y nunca pudo aplicarse la justicia porque así lo determinaron los malditos gringos…


Cedió a la presión, la borrrachita Kamla Persad-Bissessar (de Trinidad y Tobago), para hacer ejercicios militares conjuntos con EE UU …

 

TeleSUR

El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, denunció este lunes 27 de octubre que Estados Unidos está utilizando ejercicios militares conjuntos con Trinidad y Tobago, realizados frente a las costas venezolanas, como una clara «provocación» en medio de la escalada de agresiones contra Caracas.

Durante una rueda de prensa, el líder bolivariano cuestionó la decisión de Washington y Puerto España de situar las maniobras «justo en frente de la costa venezolana» a pesar de la disponibilidad de otras áreas en el territorio trinitario.

Cabello señaló que estos ejercicios son el más reciente peldaño de una campaña de «máxima presión» y mentiras diseñada para fabricar un pretexto y agredir militarmente a Venezuela. El dirigente afirmó que la Casa Blanca ha perdido credibilidad, citando el colapso de narrativas como el del extindo «Tren de Aragua» y la «Cártel de los Soles», y comparó esta estrategia con la difusión de mentiras sobre supuestas armas de destrucción masiva en Irak para justificar una agresión que costó miles de vidas.

#ENVIVO | Ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, @dcabellor, ofrece declaraciones https://t.co/lIeK9dG88l pic.twitter.com/BteppVo3w1

— teleSUR TV (@teleSURtv) October 27, 2025

El líder del PSUV ratificó que el objetivo de Estados Unidos sigue siendo la imposición de un cambio de Gobierno, una meta que advirtió que «no les va a ser fácil». Subrayó que la intensificación de la presión externa solo sirve para exponer a los «traidores» internos que apuestan por una agresión militar como solución.

En esta misma línea, hizo referencia al opositor Leopoldo López, prófugo de la justicia, por haber solicitado invasiones contra la nación. Cabello enfatizó que esta acción está contemplada en la Constitución venezolana como una falta muy grave. Además, señaló que la petición de retirarle la nacionalidad es una medida que corresponde con las disposiciones constitucionales vigentes.

Por otra parte, Cabello confirmó las recientes capturas de mercenarios y la incautación de «manuales de función de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)», reafirmando que Venezuela está en alerta y que la seguridad es un «eje transversal» para la defensa de la soberanía nacional.

El también vicepresidente Sectorial de Política, Seguridad, Ciudadana y Paz de Venezuela aprovechó para distinguir las acciones de Venezuela en la lucha contra el narcotráfico, señalando que el país intercepta droga sin cometer ejecuciones extrajudiciales, práctica que atribuyó a Estados Unidos.

El dirigente valoró la preocupación expresada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre las amenazas regionales, destacando que es crucial que la nación más grande de la región comprenda que agredir a Venezuela afecta a toda la zona. Este respaldo regional se suma al «rechazo del mundo entero» a las acciones injerencistas y agresivas que el Gobierno de Estados Unidos ha llevado a cabo en la región del Caribe.

Finalmente, Cabello aseguró que, pese a las amenazas, la revolución bolivariana trabaja para preservar la paz y tranquilidad de todos los venezolanos, y que el pueblo se sigue organizando, como lo demuestran los resultados extraordinarios de las consultas populares nacionales, cuya próxima edición fue convocada para el próximo 23 de noviembre. El pueblo participa y decide, comentó Cabello, por eso continuaremos apoyándolas, puntualizó.


27 de octubre de 2025

Por qué ganó Milei? La bajeza y el show están de moda. Vean este grandioso análisis de Máriam Martínez-Bascuñán …

 

José Sant Roz

Positivamente sorprendido he quedado con el análisis que la escritora Máriam Martínez-Bascuñán, acaba de publicar sobre el tipo de políticos que en occidente están imponiendo una moda de bajeza y vulgaridad, con millones de seguidores, revelándose en occidente cada vez más un olímpico desprecio y una burla sin medida ni control hacia la inteligencia, la sensibilidad, hacia lo humano. Lo más inmoral, falso, asqueroso y criminal utilizado por el poder dominante contra sus enemigos, tiende a volverse una norma, una ley y una fuerza infranqueables.

Mientras más vileza, ordinariez y asco desplieguen en sus consignas y proyectos, los políticos de la derecha para lograr sus miserables objetivos, más atención y más seguidores acaparan, imponiéndose en una sociedad abúlica y resignada que sólo vive del espectáculo y de los shows que cunden por las redes. Pareciera que ya no importan las ideas, los sentimientos de solidaridad humana, cultivar la sensibilidad y los valores de nobleza, sino el escarnio, la burla degradante, la mentira y el engaño más burdo, ruin y abominable.

Todo un mundo de esperpentos, como una especie de ratificación de aquella sentencia pronunciada por el poeta Schiller de que contra la estupidez ni los mismos dioses pueden…

Ya los asombros se convierten en rancios refritos de los peores culebrones, y están allí para vergüenza de la humanidad, cuando han llegado a ser elegidos presidentes canallas como la Dina Boluarte, Bolsonaro, Jeanine Áñez, Noboa, Sarkozy, Bukele, Milei,… y el jefe de todos ellos, The Orange Pig. Donald Trump

Y pensando en todo esto, venimos a hemos toparnos, digo, con un interesante trabajo de Máriam Martínez-Bascuñán, que trata precisamente sobre este punto de horror y estupidez en el que se encuentra atrapado occidente, en él ella señala: “Un Trump creado con IA pilota un caza con las palabras King Trump grabadas en el costado, sobrevuela manifestantes y les arroja excrementos. Parece claro que no estamos ante un político que oculta su crueldad, más bien la convierte en espectáculo. La obscenidad del gesto no es accidental; es el método. Trump no defiende valores tradicionales para violarlos en secreto: exhibe abiertamente su desprecio por las normas democráticas y sus seguidores lo celebran precisamente por eso. Lo que nos parece un colapso moral es, en realidad, una tecnología de poder sorprendentemente eficaz: la obscenidad performativa como estrategia política. No hay máscara ni doble moral. Sus seguidores no se engañan, más bien lo siguen porque desprecia abiertamente la moralidad. Y funciona. ¿Por qué? Tal vez genera un tipo particular de vínculo político, el goce compartido en la transgresión, porque cuando Trump viola las normas insultando, humillando o desafiando leyes, no está cometiendo errores políticos, sino ofreciendo a sus seguidores una experiencia de liberación, la fantasía de que ellos también podrían desafiar las restricciones que perciben como opresivas”.

Realmente Máriam Martínez-Bascuñán da en el clavo, que párrafo más contundente y clarificador de lo que venimos diciendo arriba. Agrega esta escritora: “Para mucha gente, normas democráticas como la corrección política, los derechos o la institucionalidad ya no representan una protección sino una limitación que Trump promete destruir. Cada acto de crueldad explícita confirma que él, efectivamente, lo hará. La obscenidad no lo debilita, lo hace más auténtico, y lo peor es que su sadismo nos arrastra a un terreno elegido por él: cada denuncia moral, cada protesta, alimenta el espectáculo. La atención mediática que genera, incluso siendo crítica, amplifica su mensaje: “Desafío todo lo que ustedes defienden, y puedo salirme con la mía”. El escándalo no es un efecto secundario, es el combustible. Cuando siete millones de personas salen a las calles defendiendo el Estado de derecho y el presidente defeca virtualmente sobre ellas, no estamos ante un error de comunicación. Trump declara que el lenguaje político de la dignidad ciudadana, la deliberación y el respeto mutuo ya no tiene poder vinculante para él. Sus seguidores entienden perfectamente el mensaje: “Esas reglas son para perdedores”.”

No tiene desperdicio esta alerta de algo que también practican, insistimos, la María Corina Machado, el Milei y el Bukele. A la María Corina su actitud le ha valido el Premio Nobel de la Paz por parte de Occidente. Es decir, un grado de degeneración de la política a niveles nunca vistos. Añade Máriam Martínez-Bascuñán: “EL PROBLEMA NO ES SOLO QUE TRUMP SEA INMORAL, SINO QUE HA CONSTRUIDO UN ESPACIO POLÍTICO DONDE LA INMORALIDAD NO ES UN OBSTÁCULO SINO UN ACTIVO. No podemos criticar su hipocresía, como hacemos con los políticos tradicionales, porque él no es hipócrita, así que la tentación obvia es responder con las mismas armas: abandonar las normas y adoptar tácticas sin escrúpulos, combatir el fuego con fuego. ES LA TRAMPA QUE NOS TIENDE EL TRUMPISMO. SI LA OPOSICIÓN VIOLA LAS NORMAS PARA “SALVAR LA DEMOCRACIA”, TRUMP SABRÁ QUE HA GANADO A UN NIVEL MÁS PROFUNDO, CONSIGUIENDO QUE TODOS ACEPTEMOS QUE LAS REGLAS YA NO IMPORTAN. Aquellos siete millones que llenaron las calles rechazando reyes y defendiendo el Estado de derecho representan algo muy valioso: la negativa a aceptar que la crueldad sea inevitable. Pero el gesto corre un doble riesgo: ser políticamente ineficaz si solo es simbólico, o caer en la tentación de mimetizarse con los modos del adversario y convertirnos en aquello contra lo que luchamos. Por eso es urgente saber si alguna de las ambiciosas figuras que pueblan la política se está haciendo una pregunta inevitable: ¿existe una tercera vía entre la pureza impotente y el pragmatismo corrosivo? Porque, entre todos, hemos de encontrarla”.

Qué trabajo más contundente y esclarecedor de lo que hoy disloca al mundo occidental y para el cual no se ve solución alguna. Realmente espantoso!!!!…


26 de octubre de 2025

Trump al exigir le besen el cool, impone la obscenidad performativa como estrategia política, y miren lo que se nos avecina… Imperdible!!!!

José Sant Roz

Los saudíes lo recibieron como a un dios, y le regalaron un super avión, además de joyas y oro en grandes cantidades. El Rey Salman bin Abdulaziz Al Saud y el Príncipe Heredero y Primer Ministro Mohamed bin Salmán se postraron, acercaron sus largas y abultadas narices a su trasero y aspiraron hondo, degustando los excelsos elixires de su fétida digestión. Y a donde se dirija aquel promontorio rosado y defecante de chorizos y hamburguesas, allí corren bandadas de mandatarios de Occidente a inhalarlos. Toda la Unión Europea en pleno lo ha hecho: Ursula Gertrud von der Leyen, la primera.  Ni qué hablar de ese infinito comecome del Javier Milei, del Bukele y el Noboa, de la hoy extinta Dina Boluarte, del mequetrefe panameño Mulino… Y así está hoy gran parte del mundo, postrada ante las ancas de ese bulto de miasmas y miserias humanas…

A tanta abominación y depravación no llegaron los emperadores romanos, Calígula o Nerón. Lo que nos falta es que grandes empresas como McDonald, comiencen a recoger las defecaciones de Trump para enlatarlas y venderlas por el mundo como deposiciones milagrosas, para salvar de cualesquiera males atribulen al planeta. Ya esto ocurrió en el pasado. El padre Santiago López Palacios recoge algunas de estas aberraciones, bajo el título de DEFECACIONES PATRIARCALES. Si, así mismo, de manera no simbólica, suele trabajar la Iglesia también, ¿de qué modo se está trastocando la realidad, para hacernos tragar cuantas bazofias hoy confeccionan las diabólicas mentes superiores para mantenernos sometidos a sus idiotizantes procederes? Resulta que cuando el gran patriarca de Constantinia hacía sus defecaciones, los sacerdotes las recogían cuidadosamente en toallas de seda y las secaban al sol. Después mezclaban con almizcle, ámbar y benjuí, pulverizaban la pasta, completamente seca, la metían en cajitas de oro, y la mandaban a todas las iglesias y a todos los reyes cristianos. Y este polvo de las defecaciones patriarcales servía de incienso supremo para santificar a los cristianos en todas las ocasiones solemnes, especialmente para bendecir a los recién casados, para fumigar a los recién nacidos y bendecir a los nuevos sacerdotes. Pero como no podían servir para tantos usos en todos los países cristianos, los sacerdotes tenían que falsificar aquel polvo, porque las defecaciones del gran patriarca apenas bastaban por sí solas para diez provincias, mezclándolo con otras materias fecales menos santas, como por ejemplo, la de otros patriarcas menores y las de los vicarios. Hay que tener en cuenta que era muy difícil distinguirlas. Por consiguiente aquel polvo era muy estimado a causa de sus virtudes, pues aquellos sucios griegos, además de las fumigaciones, lo empleaban en colirios para las enfermedades de los ojos, en estomáticos para los intestinos. Y éste era el tratamiento al que se sometían los reyes y las reinas más grandes. Todo esto contribuía a que su precio fuese tan elevado, que el peso de un dracma se vendiera en mil dinares de oro.

Hoy, en este sentido, aparece un interesante trabajo de Máriam Martínez-Bascuñán, tratando precisamente este punto en el que señala: “Un Trump creado con IA pilota un caza con las palabras King Trump grabadas en el costado, sobrevuela manifestantes y les arroja excrementos. Parece claro que no estamos ante un político que oculta su crueldad, más bien la convierte en espectáculo. La obscenidad del gesto no es accidental; es el método. Trump no defiende valores tradicionales para violarlos en secreto: exhibe abiertamente su desprecio por las normas democráticas y sus seguidores lo celebran precisamente por eso. Lo que nos parece un colapso moral es, en realidad, una tecnología de poder sorprendentemente eficaz: la obscenidad performativa como estrategia política. No hay máscara ni doble moral. Sus seguidores no se engañan, más bien lo siguen porque desprecia abiertamente la moralidad. Y funciona. ¿Por qué? Tal vez genera un tipo particular de vínculo político, el goce compartido en la transgresión, porque cuando Trump viola las normas insultando, humillando o desafiando leyes, no está cometiendo errores políticos, sino ofreciendo a sus seguidores una experiencia de liberación, la fantasía de que ellos también podrían desafiar las restricciones que perciben como opresivas”.

Realmente Máriam Martínez-Bascuñán da en el clavo, que párrafo más contundente y clarificador de lo que venimos diciendo arriba. Agrega esta escritora: “Para mucha gente, normas democráticas como la corrección política, los derechos o la institucionalidad ya no representan una protección sino una limitación que Trump promete destruir. Cada acto de crueldad explícita confirma que él, efectivamente, lo hará. La obscenidad no lo debilita, lo hace más auténtico, y lo peor es que su sadismo nos arrastra a un terreno elegido por él: cada denuncia moral, cada protesta, alimenta el espectáculo. La atención mediática que genera, incluso siendo crítica, amplifica su mensaje: “Desafío todo lo que ustedes defienden, y puedo salirme con la mía”. El escándalo no es un efecto secundario, es el combustible. Cuando siete millones de personas salen a las calles defendiendo el Estado de derecho y el presidente defeca virtualmente sobre ellas, no estamos ante un error de comunicación. Trump declara que el lenguaje político de la dignidad ciudadana, la deliberación y el respeto mutuo ya no tiene poder vinculante para él. Sus seguidores entienden perfectamente el mensaje: “Esas reglas son para perdedores”.”

No tiene desperdicio esta alerta de algo que también practican la María Corina Machado, el Milei y el Bukele. A la María Corina su actitud le ha valido el Premio Nobel de la Paz por parte de Occidente. Es decir, un grado de degeneración de la política a niveles nunca vistos. Añade Máriam Martínez-Bascuñán: “El problema no es solo que Trump sea inmoral, sino que ha construido un espacio político donde la inmoralidad no es un obstáculo sino un activo. No podemos criticar su hipocresía, como hacemos con los políticos tradicionales, porque él no es hipócrita, así que la tentación obvia es responder con las mismas armas: abandonar las normas y adoptar tácticas sin escrúpulos, combatir el fuego con fuego. Es la trampa que nos tiende el trumpismo. Si la oposición viola las normas para “salvar la democracia”, Trump sabrá que ha ganado a un nivel más profundo, consiguiendo que todos aceptemos que las reglas ya no importan. Aquellos siete millones que llenaron las calles rechazando reyes y defendiendo el Estado de derecho representan algo muy valioso: la negativa a aceptar que la crueldad sea inevitable. Pero el gesto corre un doble riesgo: ser políticamente ineficaz si solo es simbólico, o caer en la tentación de mimetizarse con los modos del adversario y convertirnos en aquello contra lo que luchamos. Por eso es urgente saber si alguna de las ambiciosas figuras que pueblan la política se está haciendo una pregunta inevitable: ¿existe una tercera vía entre la pureza impotente y el pragmatismo corrosivo? Porque, entre todos, hemos de encontrarla”.

Qué trabajo más contundente y esclarecedor de lo que hoy disloca al mundo occidental…


 

24 de octubre de 2025

Concédeme Dios la gloria!, de matar gringos invasores a mi patria. Todo punto gringo en el Caribe será un objetivo militar…

 

José Sant Roz

Ha de saberse que, si se produce un ataque al territorio venezolano con misiles gringos, arderá todo el Caribe y el polvorín se extenderá a lo ancho y largo de América Latina. Hasta ahora llevan 37 viles asesinatos de pescadores, atacando lanchitas, y el cobarde Trump ahora proclama: «Lo que viene será en tierra».

Ha de saberse, que nuestros ataques en una guerra serán frontales: serán borradas del mapa, multitudes de empresas estadounidenses en el Caribe, tales como Walmart y General Motors, las cuales funcionan en Puerto Rico y República Dominicana. Empresas como Timberland, algunas aeroespaciales como Eaton Corporation, compañías de tecnología y empresas de turismo controladas por EE UU en toda esta región… Se verán severamente afectadas las empresas petroleras estadounidenses como ExxonMobil y Chevron las cuales operan en Guyana, y tienen asentadas sus plataformas en el territorio nuestro del Esequibo. También sufrirá grandes pérdidas la Shell que funciona en Trinidad y Tobago, y las instalaciones que ésta tiene en Curazao, por cuanto que todo centro gringo se convertirá en parte del conflicto regional. S decir, cualquier punto gringo en el Caribe, en medio de una guerra será considerado por Venezuela, sin ambages, como objetivo militar enemigo.

Si atacan a nuestros puertos y aeropuertos, a nuestras centrales eléctricas, a nuestras refinerías o cuarteles, ni sueñen los gringos que nos quedaremos de brazos cruzados. Hasta arderán las propias bases gringas en Colombia. Y no olvidemos que el Caribe importa unos 20 mil millones de dólares anuales en productos manufacturados estadounidenses…

Hoy vemos, pues, que está desatada como nunca el psico-terror contra Venezuela desde EE UU. Se ha venido intensificando esta campaña, día tras día, esperando The Orange Pig (Trump) que nos rindamos, que pidamos cacao, que aceptemos ese CAMBIO DE RÉGIMEN que él tanto aspira.

Piden la invasión gringa María Corina Machado desde su ultra-conocida cueva en Caracas e igualmente lo hace Leopoldo López desde Madrid. Pide que nos invadan los gringos, el narcotraficante Álvaro Uribe Vélez y sus paramilitares, y también la ultra-derecha española dirigida por VOX y el PP. Abogan por una guerra contra Venezuela en Latinoamérica, también, Noboa, Milei y Boric.

¿Pensará doña María Corina que saldrá lisita si se produce una confrontación con sus amos? ¿Creerán los escuálidos que el poder los gringos se los va a pasar en bandeja de plata, sin consecuencias terribles para ellos mismo? El propio Brasil tendrá que definir su posición en esta gran conflagración.

Pero no lo tienen fácil. No será un paseo. Si entran no podrán salir. No aspiren que en pocas horas los mariners estarán tomando café en Sabana Grande, muertos de la risa. Y volveremos a repetir una y mil veces con Chávez: “VÁYANSE AL CARAJO, YANQUIS DE MIERDA, QUE AQUÍ HAY UN PUEBLO DIGNO!”


23 de octubre de 2025

El país de los asombros…, lo que vemos y nos hacemos los locos o lo que creemos conocer…

 

José Sant Roz

Viajamos a Caracas en medio de una tensa situación geopolítica: con el reciente Nobel de la Paja, otorgado a doña María Corina Machado, y como para rematar o machacar, la inminencia de una intervención gringa contra Venezuela. Con varios destructores, con 1.200 misiles apuntándonos, un submarino nuclear, helicópteros artillados, harta movilización en ese gran charco del Caribe por el que los gringos entran y salen como Pedro por su casa, y con unos 40.000 mariners listos para el desembarco en nuestras costas. Todo esto, una tensión que corre con pavor por todos los medios del mundo, convertidos, pues, nosotros, en este momento, en el mayor narco-estado del planeta, una dictadura que le manda adrede millones de locos a Estados Unidos, pero lo peor aún, y lo principal, encontrándose en las entrañas de esta tierra las mayores reservas de petróleo del mundo, algo muy grave, gravísimo, espantosamente peligroso. Y gobernando en la casa Blanca, un tipo pavoso, que imparte a diestra y siniestra sanciones económicas al universo, y que viene y coloca de Jefe del Departamento de Estado a un tarado agusanado, de nombre Marco Rubio. Con todo ese panorama al frente, salimos nosotros hacia la capital.

Pues, íbamos considerando, que a lo mejor, de un momento a otro se producía un verguero, que de pronto nos atacaban por Guyana o por Colombia, por la isla de Trinidad o por el estado Falcón, por Puerto Cabello o La Guaira. La última advertencia de Trump había sido que, además de lanzarle misiles a lanchitas, que ahora los ataques serían en el propio territorio. También acababa de ordenar a la CIA el emprender acciones contra Venezuela, tal cual como lo sabe hacer esta agencia, comprando militares, con atentados terroristas o golpes de estado, para así lograr el fulano cambio de régimen. Leí a unos locos que nos auguraban la pronta incorporación como estado número 51 de la Unión. A los gringos les sobra experiencia en estos menesteres. Pero bueno, está uno en el aeropuerto e imagina que de pronto aparecerán en el cielo poderosos aviones o helicópteros de combate escupiendo metralla para darnos la libertad, para liberarnos del martirio comunista… Pero luego miro alrededor y todo el mundo está tranquilo muerto de la risa mirando sus celulares. Pues, que sea lo que Dios quiera y con nuestro santo José Gregorio Hernández (quien será canonizado el próximo domingo 19) adelante, para lo que salga y para lo que venga…

Ya estamos curados de espantos. Ya nada nos asusta de tanto que hemos sufrido con los ataques gringos desde que el chavismo llegó al poder en 1998.

Transcurrido un cuarto de siglo, de este siglo XXI, en Venezuela conviven varios países con sus respectivas historias, en un solo territorio. Nos encontramos pueblos viviendo en la era de Cristóbal Colón, otros en los enjambres confusos de la conquista y del coloniaje español, algunos en medio de la era de la Guerra Federal, algunos que aún no han salido del gomecismo en medio de la oscurana de la historia y muchos desperdigados en el marasmo dejado por el Puntofijismo adeco-copeyano. Otra Venezuela es la que vemos en Caracas, aislada del monte y de las culebras (que ya están también casi extinguidas). Todos esos pueblos, eso sí, armados cada uno de sus habitantes con un celular en la mano, pueblos herederos de los indios caribes, yanomamis, goajiros…, esclavos, manumitidos, blancos de orilla, saltos atrás o patriotas bolivarianos de la última generación. Es un país en el que casi ningún político de los que viven en la capital conoce realmente. Podemos decir que Chávez sí lo conocía profundamente, pero en medio de los inmensos conflictos que tuvo que enfrentar no pudo nivelarlos en un todo con una poderosa conciencia nacional e inmerso en el proyecto socialista que perseguía. Hizo un esfuerzo formidable, pero ésta no es tarea para lograrlo sólo en un cuarto de siglo, por lo que debo decir que existe una Venezuela profundamente desconocida por la gran mayoría de sus habitantes.

A esos pueblos enclavados en el pasado, los acabo de visitar en ese rápido recorrido de una semana que acabo de hacer a Caracas. Compramos pasajes para salir por Conviasa el domingo 12 de octubre (2025) y regresar el domingo 19. Debido a que el aeropuerto de El Vigía ha sido cerrado por remodelación, hubimos, mi esposa y yo, de tomar el vuelo en el pueblo de La Fría (capital del municipio García de Hevia) en Táchira. En relación con el aeropuerto de El Vigía debemos decir que se encuentra en un estado muy deficiente para atender los pasajeros que allí acuden a tomar sus vuelos. El 7 de julio de 2025, cuando acudí para trasladarme a Caracas, ocurrieron dos hechos preocupantes, el vuelo pautado para las 3, fue pospuesto para las 11 de la noche, y me dijeron que suele darse este hecho con cierta frecuencia. Segundo: como hube de permanecer en espera casi diez horas, puedo decir que los espacios son tan reducidos que no hay asientos suficientes para los pasajeros, y en medio del inmenso calor de la zona hay que coger hacia lugares adyacentes y buscar la sombra de los árboles. Yo pensaba que entre las remodelaciones se buscaría la manera de ampliar los espacios para la atención al público, pero dijo un taxista (que todo lo saben) que únicamente se dedicarían a reparar la pista, que por cierto –ya es público y comunicacional- se buscaron un asfalto que no es el adecuado por lo que ha sido necesario recurrir a otras empresas para proceder a una rectificación. Esa es parte de la vieja Venezuela de la eterna improvisación. Son cosas que a uno le duelen. Siempre en donde quiera a uno le está doliendo nuestra patria, y sobre todo, nos duele Bolívar.

Por el estado en que se encuentran las vías y los daños que ocasiona la temporada de lluvias, el traslado de Mérida a La Fría, de unos 160 kilómetros, se lleva aproximadamente cuatro horas. Para asegurarse llegar sin contratiempos, hay que salir muy temprano, teniendo en cuenta que el trayecto hasta El Vigía es siempre muy peligroso por los derrumbes que allí ocurren, en tramos cercanos a los túneles, de hecho, el día 21 de octubre, el paso por la autopista fue cerrado. Al entrar al estado Táchira, es como pisar territorio neogranadino, se comienzan a ver los productos del vecino país, la escasez de la gasolina y el hecho insólito de que casi todo se paga en pesos.

El aeropuerto de La Fría es un cuchitril, diminuto y muy abandonado. Todos los urinarios están dañados o aparentemente dañados, cubiertos con bolsas negras, y para hacer las necesidades sólo hay una poceta disponible. ¿Podrá llamarse esto “producto de las sanciones”? A mí me parece que se hace con la intención de reducir el número de pocetas a limpiar. Esto se ve en muchos sanitarios públicos. Agua no hay ni para lavarse las manos. Es tan pequeño este aeropuerto, que no se le permite el acceso a los taxistas, quienes deben permanecer afuera, a la intemperie, bajo el sol inclemente o bajo las torrenciales lluvias. ¡San José Gregorio Hernández, bendito!

Debemos aclarar que esto de encontrarse uno con los baños públicos clausurados, ha sido una constante en Venezuela, toda una verdadera calamidad. Durante el primer mandato de Carlos Andrés Pérez se hizo famosa, una norma o decreto, de obligatorio cumplimiento, en el que se exigía tener sanitarios en bares, restaurantes, cafetines y entes públicos. Si usted va a la zona de los vuelos nacionales en Maiquetía, antes de ingresar a las salas de espera, se encontrará con que sólo hay un baño habilitado, y todos los demás (media docena) cerrados.

CARACAS LA BELLA, LA MODERNA, FASTUOSA METRÓPOLIS DE BOLÍVAR, ANDRÉS BELLO, PÉREZ BONALDE, RÓMULO GALLEGOS, TITO SALAS,…

Cinco dólares por cabeza cobran los buses para trasladarnos desde Maiquetía a Caracas. Llegamos a Maiquetía, a las 4:30, y esperábamos subir a la capital usando el sistema Sitssa, (Sistema Integral de Transporte Superficial Sociedad Anónima), transporte público, el más económico, pero allí nos enteramos que por ser domingo, no estaba funcionando. ¡Bingo! De nuevo el pasado, La Cosiata, la Guerra Federal, la IV República…, ¡San José Gregorio Hernández bendito, ayúdanos y protégenos!

¿Por qué fuimos a Caracas? Pues, el director de la TeleTuya, el señor Esteban Trapiello, tuvo la gran gentileza de invitar a mi esposa María Eugenia, al programa El Show del Mediodía. Mi esposa es tejedora y suele publicar sus trabajos por las redes, él los vio y quedó positivamente impresionado. Trapiello es un hombre sensible, ama a nuestro país y se mantiene en un búsqueda activa de talentos. El señor Trapiello asumió los gastos de hotel (nos alojamos en Plaza Mayor, La Candelaria).

El lunes 13 de octubre, mi esposa se presentó en los espacios de la TeleTuya en Chacao, cerca del centro comercial San Ignacio. Llevó una maleta con sus creaciones las cuales fueron exhibidas en el referido programa de televisión. Esta empresa es realmente una obra de ingenio y de la constancia de ese personaje llamado Esteban Trapiello, con unos 300 trabajadores y una infraestructura moderna de última generación. Solamente las unidades móviles que tiene cuestan cada una alrededor de diez millones de dólares. El propio Esteban Trapiello nos atendió y tuvimos el privilegio de poder conversar con él hora y media. Todo lo que conversamos quedará para otro trabajo. Lástima que no lo pudimos grabar, porque fue algo realmente antológico.

Pudimos recorrer Caracas de extremo a extremo a pata, viendo sus ríos de gentes encantadoras, sus comercios, sus plazas y parques. Aquí nadie pareciera estar pensando en invasión, eso a todo el mundo le parece un chiste, una jodedera del fulano catire, y va uno rememorando todo lo que conoció durante los 17 años que viví en la capital. Muchos lugares que permanecen intactos, el mismo bullir, la gracia del caraqueño, su educación, respeto y cordialidad. En ese deambular fuimos a visitar, por empeño de mi esposa, la Galería de Arte Nacional, para después ir también al Museo de Arte Contemporáneo, y el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez, entre otros.

El día jueves 9, a las diez de la mañana, nos dirigimos a la GAN, y vimos aquello un poco desolado, para nuestra sorpresa o casi asombro, el señor que nos atendió nos dijo que los días jueves y viernes, la GAN y todos los demás museos de Caracas permanecían cerrados al público. No lo podíamos creer. Otro asombro. Nos explicó que así decidieron las autoridades quedirigen estas instituciones, porque era muy variable la asistencia del público durante esos días, por lo que optaron por hacer unas encuestas electrónicas, determinando que el horario más conveniente, era: sábados y domingos abrir todo el día, y lunes martes y miércoles, desde las 4 de la tarde a las 8 de la noche.Finalmente, al decirlesque veníamos de Mérida y nos regresaríamos el domingo 12, hicieron una excepción, permitiéndonos la entrada. Fue entonces cuando pudimos reencontrarnos con las obras de Arturo Michelena, Tito Salas y Armando Reverón, entre otros. Recordamos que Hemingway solía hacer largas visitas el Museo del Prado porque le daba excelentes ideas para la escritura.

Si uno hace el recorrido de toda la Avenida México hasta capitolio, se encontrará con una especie de gran mercado persa a la intemperie. Eso ha sido desde 1958, cuando derrocaron a Pérez Jiménez. Mercado persa que también se encuentra en gran parte de la avenida principal de Sabana Grande.

Nuestra estancia en la capital, debemos decirlo, fue maravillosa, siete días echando pata y usando el metro, desde el este al oeste, desde Catia, llegándonos hasta el Parque Francisco de Miranda. Lamentablemente, el Parque Miranda lo encontramos abandonado, con lo que deberían ser bellas lagunas, convertidas en aguas estancadas cundidas de zamuros que conviven con patos, morrocoyes y lagartos.

El metro de Caracas lo encontramos eficiente, limpio, seguro, funcionándole en su gran mayoría sus escaleras mecánicas, con una atención extraordinaria. Caracas debe ser en este momento la capital más segura de toda Latinoamérica. Todo el mundo con sus celulares en la mano, la gente respetuosa, amable, siempre, como decía José Martí, con el ingenio y la alegría a flor de piel.

El día domingo, 19, cuando nos tocó regresar a Mérida, se celebraba en el Vaticano la canonización del doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles. El país estaba parcialmente paralizado. Temprano, a las 9:30 de la mañana, nos dirigimos al aeropuerto en los buses que parten de Bellas Artes y en media hora llegamos al aeropuerto. Allí esperamos por el chequeo que vino a realizarse al mediodía, viniendo a embarcarnos a las 3:20, saliendo hacia La Fría a las 3:40. La verdadera odisea que habríamos de vivir sería a partir de La Fría. Los conductores de los buses de Tromerca todos estaban rezando por lo de la canonización de nuestros dos santos, y no llegaron a buscar los pasajeros (labor que asumió Tromerca dada la situación en El Vigía), así que cada pasajero debía resolver cómo llegaba a su destino, es decir pagando un ojo de la cara a los taxistas, siendo que el traslado por carretera habría de resultar mucho más caro que los pasajes por avión.

Nos unimos con una señora que iba a Mérida, quien ya había pagado su pasaje de regreso a la agencia Aerotransfer, cuyo bus no apareció por ningún lado. Finalmente, junto con la señora, conseguimos pagarle a un taxista para que nos llevara hasta el Terminal de El Vigía, a más de dos horas de camino, con la esperanza aún de encontrar el bus de Tromerca. Con ese hermoso caer de la tarde, con esos campos reverdecidos, con el sol ardiente y la esperanza siempre allá lejos, en el horizonte, íbamos viendo en el camino a pimpineros vendiendo gasolina a destajo, el litro a dólar y medio. No sé en qué vida mía pasada ya había visto tan cruenta y miserable estampa, pero eso aún existe en el estado Táchira, no se sabe por qué motivo, quién contrabandea todavía hacia Colombia nuestro combustible. De pronto se desató una feroz vaguada, oscureciéndose el cielo, sintiendo que va uno en lancha y no en carro, navegando contra las aguas, convertida la carretera en un río, con la consabida amenaza de que es una zona en la que ocurren con frecuencia grandes derrumbes y caídas de puentes. Recientemente fue reparado el puente de Onia, por allí pasamos en medio del feroz chaparrón. Como es de imaginar el taxi no podía ir a más de 30 kilómetros por hora.

Cuando llegamos a la terminal de El Vigía, convertida por las lluvias en vastos charcales, nos fuimos enterando que se encontraba casi desolado y nada de Tromerca. Vimos un bus que según nos dijeron estaba esperando llenarse para partir a Mérida. No estaba claro a qué hora saldría. No nos quedó más remedio que contratar otro taxi, algo averiado, y encomendándonos a José Gregorio, partimos hacia el confín de la nada. El traslado desde La Fría hasta Mérida tuvo un costo de 120 dólares, la verdad sea dicha, mucho para unos pelabolas como nosotros.


22 de octubre de 2025

Vean totalmente al desnudo, a ese monstruo purpurado y de capelo, llamado Baltazar Porras…

 

José Sant Roz

Aquí vamos a desnudar a ese canalla ensotanado llamado Baltazar Porras. Se fue al Vaticano a hablar mal de nuestro santo José Gregorio Hernández. Aprovechó para hacer política de partido. En momento en que se estaba beatificando a dos santos venezolanos, fue a embanderarse con la posición de Trump, quien amenaza con invadirnos, para decir que en Venezuela el gobierno practica la violencia, que hay muchos presos políticos (más santos que el propio José Gregorio Hernández). Se despepitó diciendo, en momentos cuando todo el mundo se reunía en oración para santificar a dos santos venezolanos: “La situación en Venezuela es moralmente inaceptable. El crecimiento de la pobreza, la militarización como forma de gobierno que incita a la violencia, la corrupción y la falta de autonomía de los poderes públicos y el irrespeto a la voluntad popular”. Es decir, fue a defender la farsa del 28-J, diciendo que el presidente de Venezuela es Edmundo González. Se han alborotado, pues, otra vez, los obispera contra la revolución bolivariana. En Venezuela, pese a los crímenes y robos diarios desde las más altas posiciones de los gobiernos desde la época de don Juan Vicente Gómez hasta el presente, aquí no se alborotaban los obispos. Pero la corruptela, el vicio oculto, la maldad criminal velada para destruir, la hipocresía sutil de ciertos jesuitas, para llorar por la patria mientras ellos roban y usan los dineros del Estado y del pobre para vivir como reyes, aliados de la mismísima prostitución, con entronización de prostíbulos para organizar orgías macabras, amancebamiento con mujeres diabólicas, negocios mercantiles oscuros, ocultamiento de hijos habidos mientras se lleva la mitra y el báculo sagrado, administración sin control fiscal externo de miles de millones de bolívares que el Estado concede a los altos prelados de la Iglesia cada año. Acuerdos bajo cuerda con altos funcionarios del Estado, implicando a la Iglesia en turbios y nefastos acuerdos políticos. En todo esto están envueltos una gran cantidad de obispos venezolanos, que la pudrición que los invade es tan idéntica a la que corroe a los partidos de la derecha, a las llamadas Universidades autónomas, a aquellas generales aliados con los gringos, a jueces y fiscales del ministerio público como el viejo TSJ y la doña aquella de Luisa Ortega Díaz. Pero en los obispos toda esa degeneración es mucho peor porque en nombre de un respeto jerárquico sagrado, de la imposición de un sistema vertical severo y por demás intocable (nada es más oscuro que la forma como la Nunciatura decide la elección de sus prelados). No son los mejores ni los más devotos o entregados a Dios los escogidos sino los más politiqueros, los más manipuladores y con menos escrúpulos, a los que les gusta figurar, viajar, hacerse de lujosos y costosos carros y palacios, vivir de brindis en brindis (que una de las plagas más horribles que minan a la actual Iglesia es la enorme cantidad de beodos que la dirigen), de juerga en juerga, de campaña electoral en campaña electoral siempre codeándose con ricos y mandones. Los feligreses viven abandonados por los obispos que se han dedicado a dar sermones en las mansiones de las beatas con plata, a tener reuniones con banqueros y politiqueros, con fines oscuros y golpistas.

¡Cuántos crímenes cometió y comete la cúpula de esa Iglesia que ya lleva más de 25 años, demoníaca y ciega contra el proyecto bolivariano! A ese cardenal del fuego y de la sangre, Baltazar Porras, no le importa seguir mintiendo descaradamente, en cualquier lugar, ahora en el Vaticano, cuando están santificando a nuestros dos primeros santos, tal cual como lo hizo a las pocas horas de producirse el golpe de estado en Venezuela (el 11 de abril del 2002), diciendo que Chávez le confesó que había renunciado a su presidencia. Sucesor de aquel cardenal Ignacio Velasco, quien firmó EL ACTA DE PROCLAMACIÓN DEL DICTADOR PEDRO CARMONA ESTANGA, y quien tuvo el descaro de volar la noche del 13 de abril a la isla donde tenían retenido al Presidente para «ACOMPAÑARLE ESPIRITUALMENTE». ¡Demonios! Así como quemaron a Calvino, a Servet y a Andrés Vesalio (fundador de la Anatomía Moderna), hoy Baltazar Porras sigue empeñado en promover las guarimbas, actos terroristas cuando barcos de guerra gringos asedian nuestras costas, en estos momentos el pone su granito de arena para que se provoquen toda clase de atentados contra la patria, perfectamente unido en sus obsesiones a la bestia de María Corina Machado.

Durante la gran guerra del 2002 contra el Presidente Chávez, la cúpula de Iglesia católica, no vaciló en aliarse a la oposición, con toda clase de argucias y manipulaciones, y en entonces monseñor Baltazar Porras incansablemente visitaba varias veces a la semana a la Cuatro Jineteras (RCTV, Venevisión, Televen y Globosivión), aquello diabólicos canales, formando parte de la conjura y de la  alarma, de los inventos, rumores y mentiras, que a la postre habrían de conducir a la conmoción del 11 de abril. Previo al golpe, una lista con posibles dictadores, le fue presentada a monseñor Porras, al cardenal Ignacio Velasco y a Gustavo Cisneros para que de allí escogieran al próximo presidente, según los cartabones católicos, capitalistas, apostólicos y romanos. Se descartaron viudos, mulatos de gruesos labios, divorciados, amancebados o embarraganados, y recayó la elección en el señor empresario Pedro Carmona Estanga, casado y de su casa, de dicción meliflua fácil, manejable y dúctil a los intereses norteamericanos. Aunque el preferido de Porras era aquel general coco pelado Néstor González González.

El día 12 de abril, estaba Porras en Miraflores al lado de su carnal del alma, William Dávila Barrios. Departían a la entrada de palacio, cual guerreros insignes que habían puesto lo mejor de sí, en la epopeya golpista para echar del poder al “MULATO DE SABANETA”, el que había osado ocuparse de los pobres, darles créditos y tierra, darles educación y protección social. Había en palacio aquella mañana del 12 de abril tantos curas como generales, celebrando haber retomado el poder. El jesuita Mikel de Viana, gritó eufórico aquella mañana: «TODA LA VIDA HE SIDO ADECO, ¿Y QUÉ? AL FIN HEMOS SALIDO DE ESA RATA». Así hablan, así piensan y así actúan, todos los que son como ese canalla Baltazar Porras.

Ese día 12 de abril, cuando se desató una horrible represión por parte de la Policía Metropolitana en el centro de Caracas y principalmente en los sectores más pobres, la cúpula fascista presidida por Porras y Velasco, celebraba en palacio al lado de sus pares criminales de Gustavo Cisneros y los altos oficiales comprometidos en la trama. No se acordaron de los derechos humanos que tanto le echaban en cara al gobierno de Chávez, no pidieron tolerancia, no solicitaron a los medios de comunicación que informaran debidamente sobre lo que estaba pasando con las actitudes represivas del tirano Carmona Estanga. Callaron criminalmente como bestias a sueldo del imperio norteamericano.

Previo a ser lanzado cardenal, monseñor Porras ya era un gran ladrón. Vean estos documentos que lo ponen tal cual:

A continuación, presentamos el expediente, que el 14 de mayo del 2001 se le levantó por las enormes irregularidades encontradas en la administración del Hospital Sor Juana de la Cruz, ejercida por la Fundación «Sor Juana Inés de la Cruz», creada y presidida por el monseñor Baltasar Porras Cardozo. Cuando estalló este grandísimo escándalo, Baltazar se movió para convertirlo en un acto político, de venganza del gobierno bolivariano por su posición «espiritual» y «siempre apegada a las máximas de libertad, justicia e igualdad…». Prácticamente se mudó a Caracas, y viajó unas cinco veces a Europa, quizás pidiendo ayuda o buscando consejos, para escurrir su responsabilidad en tan graves hechos. En España declaró que era víctima de persecución del gobierno chavista. Se convirtió así en un perseguido político, y comenzó a trabajar noche y día, en la gran trama que daría con el derrocamiento del gobierno. Al mismo tiempo, según informaciones extraoficiales, recogidas por Sant Roz, se pudo saber que del mismo gobierno central se le solicitó al gobernador de Mérida, capitán Florencio Porras, que no se siguiera persistiendo en el caso de don Baltazar. Así que repentinamente hubo lock out en este caso, y en el de las coromotanas, que también se había destapado. Seguramente fue una orden de carácter político, debido a las grandes tensiones que estaban estremeciendo al país. Así fue como Baltazar pudo volver a dar unas vueltas por Mérida, ya prácticamente, con el caso engavetado. El diputado Adelis León Guevara, quien presidía la Asamblea Regional, convirtió un día a monseñor Porras en orador principal en un acto con motivo de los cien años del nacimiento del Cardenal Quintero. Un grupo de ciudadanos vio en esta reaparición pública de tan conflictivo personaje, una gran ofensa a la Nación, y se protestó en el mismo momento en que monseñor decía sus palabras. Ardió Troya, y el diputado León Guevara tuvo que solicitar la intervención de la policía para controlar el caos. Entonces, toda la prensa nacional tenía servido el fiambre de sus escandalosos titulares, y corrió la tétrica noticia de que monseñor Porras había sido cruelmente agredido por las fulanas y consabidas hordas del terror chavistas.

Cada día aparecen comentaristas e invitados políticos de la oposición que por las llamadas putas de los medios de comunicación, declaran que este es el gobierno más corrupto del mundo. Los corruptos son aquellos que todavía no se han pasado al bando criminal y fascista de la Coordinadora Democrática. Corruptos no son William Dávila Barrios, los generales Rosendo y Néstor González González, ni Luis Miquilena, como tampoco Antonio Ledezma, Alfredo Peña, Leopoldo López, Julios Borges, María Corina Machado, Carlos Ortega, la plana mayor de los monstruos terroristas de aquella PDVSA que promovió el golpe, los rectores de las universidades autónomas, ni los banqueros, ni ese mar de contratistas que corrieron a Miraflores el 12 de abril de 2002 (para no pagar sus deudas y además darse el vuelto) a proclamar como monarca a Pedro Carmona Estanga. Corrupto para ellos nunca ha sido ni lo será monseñor Baltazar Porras Cardozo, pero aquí expondremos una parte minúscula del dossier de este demonio ensonatando.

Aquí está pues, parte del famoso expediente por el caso

de la administración del Hospital Sor Juana de la Cruz:

República Bolivariana de Venezuela Estado Mérida

Contraloría General del Estado Mérida

El Contralor General del Estado

Auto de Apertura

El Contralor General del Estado, FRANK CASTILLO SALAZAR, en uso de las atribuciones conferidas en el artículo 134 de  la Constitución del Estado, visto y analizado Informe de situación Patrimonial, Administrativa, Financiera, Laboral y operacional de la Fundación Sor Juana de la Cruz, presentado ante este órgano Contralor, con los respectivos anexos que soportan las observaciones levantadas, por la ciudadana ADRIANA ÁVILA ÁVILA, venezolana, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº 10.100.633, domiciliada en esta ciudad de Mérida, Estado Mérida y civilmente hábil, miembro de la

Comisión de Reorganización del Sector Salud del Estado Mérida, designada por Decreto Nº 20 de fecha 19 de Septiembre de 2000. En su condición de Comisionada de Salud, elaboró informe, en el cual denuncia una serie de presuntas irregularidades en la administración del Hospital «Son Juana Inés de la Cruz», desde julio de 1995 hasta Septiembre del año 2000. De dicho informe se desprende entre otras aseveraciones lo siguientes: El Centro Hospitalario fue administrado por la Arquidiócesis de Mérida, representada por Monseñor Baltasar Porras Cardozo, quien es venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº 826.599, domiciliado en esta ciudad de Mérida y hábil, mediante convenio celebrado por la Gobernación del Estado Mérida, en fecha 19 de Julio de 1995, administración que se inició desde esa misma fecha, por parte de la Arquidiócesis  hasta que se creó la Fundación «Sor Juana de la Cruz». La administración del Hospital Sor Juana de la Cruz, fue ejercida por la Fundación «Sor Juana Inés de la Cruz», creada y presidida por el actual Monseñor Baltasar Porras Cardozo, protocolizada por ante la oficina Subalterna de Registro del Distrito Libertador del estado Mérida, fecha 02 de Noviembre de 1995, quedando anotada bajo el número 14, Protocolo primero, Tomo 18; Fundación con las más amplias facultades de administración, disposición y dirección del Hospital. En consecuencia el Arzobispo Baltasar Porras Cardozo, Presidente de la Fundación designó al ciudadano Ovidio Rafael Francisco Rojas Velásquez, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº 3.949.729, como Director del Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, el cual ejerció dichas funciones durante el período (Noviembre de 1995 hasta Agosto 2000) según el informe que se anexa  para que forme integrante del expediente que se formará acto seguido del presente auto de Apertura, en el cual se señalan irregularidades administrativas como consecuencia de la administración de los Recursos por parte de la Fundación, entre los que se destacan:

· LA RENDICIÓN DE CUENTAS.- La Arquidiócesis a través del Arzobispo Baltazar Porras Cardozo, administró el Hospital Sor Juana de la Cruz, posteriormente, éste creó la Fundación Sor Juan de la Cruz, la cual tienen como objeto la Administración y funcionamiento y prestar un servicio integral de salud con ingresos provenientes del Estado y se desprende de los soportes del Informe, debidamente certificados, que no existen evidencias de las respectivas rediciones de cuentas de los aportes recibidos, por la Administración, llevada por la Fundación Sor Juana de la Cruz, verificándose un presunto hecho generador de Responsabilidad Administrativa, en el cual se verificará a través del Procedimiento de Averiguaciones, supuesto de irregularidad administrativa contemplado en el artículo 109 numeral 7 de la Ley de Reforma de la Contraloría General del Estado Mérida.

         · OMISIÓN A   LA   LEY ORGÁNICA DE

PRESUPUESTO.- La Arquidiócesis y la Fundación Sor Juana Inés de la Cruz, omitieron la obligación de formular los respectivos presupuestos fiscales, en los cuales deben reflejarse los ingresos de gastos, en consecuencia ejecutaron financieramente los aportes recibidos para Administración y administración y funcionamiento, no existiendo una política planificada o coordinada en la gestión. Así mismo se desprende de los soportes que no se verificó la existencia de manuales de Procedimientos Administrativos, Supuesto de irregularidad administrativa contemplado en el artículo 109  numeral 8 de la Ley de Reforma a la Ley de la Contraloría General del Estado, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 60 y 61 de la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público.

· OMISIÓN A LA NORMATIVA.-  (FIDES) Ley de Licitaciones. Los aportes percibidos para el equipamiento y mejoramiento de la infraestructura del Hospital por parte de los organismos intergubernamentales, Gobierno Nacional y Estatal, fueron ejecutados según el informe y soportes si tomar en cuenta en consideración la normativa legal, así como la completa inobservancia  de los procedimientos pautados  por (normativa del FIDES, la Ley de Licitación y su respectivo Reglamento). Supuesto de irregularidad administrativa contemplado en el artículo 95 numeral 1 de la Ley de la Reforma Parcial a la Ley de la  Contraloría General del Estado Mérida, en concordancia con lo previsto en el Título IV de la Ley Orgánica de Salvaguarda del patrimonio Público los que se mencionan a continuación: 1.-  La adquisición de bienes y la contratación de obras de servicios, con prescindencia de los procedimientos prescritos en la Ley de Licitación del Estado, en la normativa aplicable o a precios significativos superiores a los del mercado, sin la debida justificación, cuando se trate de operaciones no sujetas a licitación.

· OMISIÓN AL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

DE INGRESOS PROPIOS.- Del informe se desprende, que parte de los ingresos percibidos por el hospital, para gastos de funcionamiento, mejoramiento de infraestructura y pago del personal, supuestamente según declaración del personal encargado de la recaudación, fueron destinados para gastos completamente distintos, es decir, para sufragar gastos distintos a los fines de la Administración del Hospital Sor Juana de la Cruz, por parte de los administradores. El supuesto de irregularidad administrativa esta contemplado en él artículo 95 numeral 12 de la Ley de Reforma a la Ley de la Contraloría General del Estado que dice: «Son hechos generadores de responsabilidad administrativas independientes de la responsabilidad civil o penal a que haya lugar, además de lo previsto en el Título IV de la Ley de Salvaguarda del patrimonio Público, los que se mencionan a continuación:……12.- El empleo de fondos públicos e finalidades diferentes de aquellas a que estuvieren destinados por la Ley, por Reglamento o por acto administrativo.»

· OMISIÓN AL PAGO DE OBLIGACIONES

LABORALES.-  Del informe se desprende, observación en cuanto al incumplimiento a los pagos de las obligaciones laborales contraídas por la Administración del Hospital, lo que conllevó a que organismos Administrativos como la Inspectoría del Trabajo impusiera sanciones pecuniarias en contra del referido centro hospitalario, lo que trajo como consecuencia un perjuicio al patrimonio del mismo. Además se presume el pago de prestaciones sociales a personas que no formaban parte del personal empleado del hospital. Supuesto de irregularidad administrativa contemplado en el artículo 95 numeral 11 de la Ley de Reforma ala Ley de la Contraloría General del Estado Mérida que dice: «Son hechos generadores de responsabilidad administrativa, independientemente de la responsabilidad civil o penal a que haya lugar, además de lo previsto en el Título IV de la Ley de Salvaguarda del patrimonio Público, los que se mencionan a continuación: ….11.- La ordenación de pagos por concepto de utilidades, bonificaciones, dividendos u otras prestaciones similares con violación de las normas que las consagran».

· OMISIÓN DE APERTURAR Y DE REALIZAR LOS ASIENTOS CORRESPONDIENTES EN LOS LIBROS DE ACTAS, BANCOS Y DEMÁS REGISTROS CONTABLES.  Otras de las denuncias formuladas en el Informe, fueron la ausencia  de libros de Registros de Actas, Mayor, Inventario y Diarios del Hospital Son Juana Inés de la Cruz y de la Fundación; se evidenció la existencia de libros de Informes económicos con la información incompleta, que de ser cierto, se estarían violando lo contenido en el artículo 109 numeral 4 de la Ley de Reforma a la Ley de la Contraloría General del Estado Mérida que dice…..4.- Quienes estando obligados a ello, no envíen dentro de un plazo fijado los informes, libros y documentos en la Contraloría General del Estado le requiera.»

         ·       OMISIÓN       DE PROCEDIMIENTO

ADMINISTRATIVO EN CUANTO A LOS INGRESOS, POR RECUPERACIÓN DE COSTOS. Del informe se determina que de la modalidad denominada Recuperación de Costos, contribución obtenida por la prestación del servicio, se obtenían ingresos incuantificables, de lo que se llega a la presunción de que dichos ingresos se manejaron de manera irregular, por cuanto no se pudieron constatar registros ciertos de los ingresos y su destino, trayendo como consecuencia la falta de certeza del monto recaudado reflejado en los balances.  Por último, se presume que los señalados ingresos que obtuvo el hospital bajo esta modalidad fueron destinados para fines distintos a los de administración, según soportes, para sufragar gastos y deudas personales de los administradores del referido Centro Hospitalario. Hecho este supuesto de regularidad administrativa contemplado en  artículo 95 numerales 12 y 13 de la Ley de Reforma a la Ley de la Contraloría General del Estado Mérida que dice «Son hechos generadores de responsabilidad administrativa, independientemente de la responsabilidad civil o penal a que haya lugar, además de lo previsto en el Título IV de la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público, la que se mencionan a continuación… 12.- El empleo de fondos públicos en finalidades diferentes de aquellas a que estuvieren destinados por la Ley, por reglamento o por acto administrativo. 13.- Las actuaciones simuladas o fraudulentas en la administración, manejo o custodia de bienes o fondos públicos.

Por cuanto estos presuntos hechos revisten y constituyen INDICIOS suficientes, generadores de Responsabilidad Administrativa, y por lo que puede verificarse en el proceso de sustanciación del Proceso de Averiguaciones Administrativas quien suscribe a tenor de lo previsto en los artículos 94 y 97 de la Ley de Reforma Parcial a Ley de la Contraloría General del Estado Mérida, en concordancia con el artículo 134 de la Constitución del Estado Mérida y los artículos del Título 4 de la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público, el Contralor General, ACUERDA Y ORDENA, LA APERTURA del Procedimiento de

Averiguación Administrativa, en contra de la Fundación Sor Juana Inés de la Cruz y de los Administradores del Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, desde el mismo momento de la creación (período comprendido desde el mes de Julio de 1995) hasta Septiembre de 2000), es decir, la Arquidiócesis de Mérida y la Fundación Sor Juana Inés de la Cruz. Procedimiento de Averiguaciones Administrativas este que se llevará con estricto cumplimiento de las  Disposiciones contenidas en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, artículos 3, 26, 27 y 257, y la Ley de Reforma parcial  a la Ley de la Contraloría General de la República, en el cual se reunirán, todos los documentos, testimonios, declaraciones experticias, necesarios para esclarecer la verdad de los actos, hechos, omisiones que se investigan.

Quedando suficientemente motivado el presente auto, al

efecto ordena:

  1. Fórmese el expediente administrativo con su Número yFoliatura correspondiente.
  2. Anexar la Resolución correspondiente, a Delegaciónde conformidad al artículo 14 de la Ley de Reforma Parcial de Contraloría General del Estado, para la sustentación del presente Procedimiento de Averiguaciones Administrativas al ciudadano VÍCTOR PABLO GEREIGE, titular de la cédula de identidad Nº 8.650.287, en su condición de Director de Averiguaciones Administrativas de este órgano Contralor.
  3. Anexar el informe presentado por la Dra. Adriana ÁvilaÁvila, con sus respectivos soportes debidamente certificados por la Institución Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, para que forme parte integrante del Expediente.
  4. Se ordena la elaboración y la práctica de las citacionespersonales de conformidad a los artículos 99 y 101 de la Ley de Reforma Parcial a la Ley de la Contraloría General del Estado Mérida, para que comparezca a rendir declaración, ya sea como testigo o como indiciado.
  5. Oficiar a la Contraloría General de la República, y dar

cuenta del Procedimiento de Averiguaciones Administrativas.

  • Oficiar a la Contraloría General de la República,solicitando en cuanto al cumplimiento por parte de los ciudadanos Baltasar Porras Cardozo y Ovidio Rojas, ya identificados con la Declaración Jurada de Patrimonio.
  • Practíquese todas las diligencias necesarias para el totalesclarecimiento de los hechos, actos, omisiones, tales como: documentos, testimonios, declaraciones, experticias, informes, Inspecciones y demás elementos de juicio que se estimen necesarios para esclarecer la verdad.
  • Una vez culminada la etapa de sustanciación, elaborarel Informe de todas y cada una de las incidencias procesales, y remitir el Expediente para la Decisión del Procedimiento ordenado en este Acto.

En Mérida a los 14 días del mes de Mayo de Dos Mil Uno.

Frank Castillo Salazar

Contralor General del Estado Mérida

Pero eso es apenas un detallito en comparación con el cúmulo de latrocinios cometidoe en Mérida.

En aquellos años aciagos de horribles ataques al gobierno de Chávez, Llegó a nuestras manos la carta abierta del señor Eduardo Moronta a monseñor Baltazar Porras Cardozo. Es la carta de un hombre terriblemente decepcionado de la Iglesia venezolana, y que ante el enervante desquiciamiento de una oposición asesina, brutal, fanatizada, envenenada por los medios de comunicación, presintiendo la inutilidad de sus palabras, le escribe al presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, cuando los monstruos de Carlos Ortega y Carlos Fernández estaban proclamando que Venezuela debía hundirse y no celebrar las navidades ni comer hallacas, ni tener día Reyes, porque no se les estaban satisfaciendo sus peticiones. Pero ellos, los Carlos (Ortega y Fernández), sí se fueron de paseo. El muermoso de Carlos Fernández se fue a Aruba a pasar el fin de año, porque su familia ya no está en Venezuela. Los que están en Venezuela, y tienen que quemarse el pecho son los que marchan todos los días, y padecen de la falta de gasolina, de gas y de alimentos. A mí no me cabe la menor duda de que los obispos también se hartaron de turrones, guirlaches y mazapanes, y bailaron, y bebieron de lo bueno y de lo caro durante estas navidades, y seguramente tuvieron salvoconducto especial para mantener llenos los tanques de sus limosinas. Ya me imagino al muermoso Fernández haciendo brindis con sus pares de Fedecámaras en Aruba, con Champaña fina, en cristales de Bohemia, moviendo el culo de lo lindo con su pose de muñeco e‘ torta, gritando y riendo de que Chávez estaba ya frito; y mirando por televisión a sus congéneres de la Plaza de Altamira, que estaban haciendo lo mismo, allí donde hubo hace pocos días un baño de sangre. Bailando sobre sus propias charcas de sangre, ebrios de odio y de otras yerbas. Además de imbéciles, macabros: Pero bueno, eso a ellos les parece chévere, porque mientras más lo mueven, más cerca de caer creen que se encuentra el «tirano».

En un ritmo como el de la fecundación con sólo dos compases, y moviendo el trasero, y repitiendo sin cesar: «Vete Ya», «Vete Ya». Para adelante: «Vete», para atrás: «Ya». Esos mismos bailarines que gritaban hace poco, como energúmenos en Altamira: «¡Chávez Asesino!», «¡Chávez Criminal!», se saciaban el 31 por la noche, pegados a las tetas de alguna desarrapada sifrina, como digo: «Vete Ya», «Vete Ya». El muermoso Fernández contorsionándose en Aruba de la misma manera, con banderitas al cuello y en la cabeza, y tocando cacerolas con el rabo, y celebrando la victoria. Mientras los mulos iban al aire en Altamira, al son del Sábado Sensacional a media noche: «Se va, se va, se va», los gallardetes flameaban donde los generales mantenían su templete y sus orinales. Por la guanábana indivisible, con oriflamas, banderines y estandartes, digo. Con las putas de los medios difuminando sus luces subliminales, y reportando: «Ahí está la patria que todos queremos volver a tener, al ritmo de «Dámele betún», «El viejo chévere», «El mono 11», «Boquita salá», «Fiesta en corraleja» ¡Viva Venezuela libre, carajo!». Bailando todos los muertos insepultos del Antonio Ledezma en su mansión de la playa, de William Dávila en su apartamento de Las Mercedes o en Miami, Carlos Ortega en su pent house secreto, con matones a las espaldas. Tocar música para que la gente baile es muy fácil, bailar es más fácil todavía, otra cosa es gobernar, y más terrible todavía en estos tiempos es gobernar sin Chávez. Eso no les cabe en la cabeza a estos gozadores de los medios que predican la paz al tiempo que están obteniendo dividendos de la industria de la muerte y de la guerra. Viven aconsejando el amor pero están dispuestos a quemar vivos a los discrepantes. Peores que Calvino, que Hitler, que Torquemada.

¿Y los obispos, también en su bonche? También.

Igual que la Iglesia que nos exige una obediencia ciega, cuando Dios nos ha dotado de la más divina de las libertades. Y así, don Baltazar Porras, como Pilatos, se lavó las manos: Fue fiel a Carlos Ortega, y calló, insisto, ante el sabotaje económico contra nuestro país, y el sabotaje contra el Nacimiento del Niño Dios, contra las misas de aguinaldo, contra la reunión en familia, contra los Reyes Magos. Aunque en lo particular debo confesar que yo tuve una de las más felices navidades: estuve todo el tiempo en la calle, manteniéndome alerta contra los sábadosensacionaleros de los cuatro canales del Apocalipsis, que andaban moviendo el culo aceleradamente en el este de Caracas. Del luto hipócrita pasaron a batir los huesos al ritmo de la Billos la noche del 31, ahítos de esas consignas para atrasados mentales de: «a cargarse las pilas». Tienen los cerebros apolillados y envilecidos por la propaganda televisiva, y repiten como perros de Pavlov, cada minuto: «Vete Ya», «Elecciones Ya», «Renuncia Ya», y por último esa consigna bellaca y amanerada de que «vamos a contarnos», como si fuésemos gallinas.

En todo caso, sentí en diciembre del 2002, que por primera vez en mi vida compartía con el pueblo una cruzada gloriosa contra los ladrones de Pdvsa, contra los eternos maulas sindicalistas y contra unos bandidos empresarios que desde que se murió Bolívar no han hecho otra cosa que estafar, que expoliar a nuestra Nación.  Pero hay que reconocer que muchos comieron hallacas amargas, muchos carecieron de gas para preparar sus guisos y sus dulces; muchos no pudieron compartir con sus seres queridos las navidades porque no había gasolina; muchos tuvieron que padecer el terrorismo de los cerdos de los dueños de los medios de comunicación que no pararon de mentir, de llamar a batallas finales, de incitar al crimen y al enfrentamiento entre los venezolanos. Con ferocidad incontrolable, aún el día 3 de enero del 2003, emboscaron junto con la Policía Metropolitana al pueblo y mataron a dos jóvenes, y luego le cayeron a plomo a la gente concentrada en la Funeraria Vallés,  «¡Carlos Ortega, cerdo, te metiste con los cerros!»

¿Y don Baltazar Porras?, pues también pidiéndole la renuncia al presidente, él, quien proclamó a los cuatro vientos que el 11 de abril Chávez le había pedido perdón, y que le confesó que había renunciado. Él, el adeco que no acaba por despojarse de su sotana. Él, el adeco, que acudió a palacio ese 11 de abril a celebrar la caída del régimen, y para contarse como otro más de la gran cayapa Iglesia-CTV-Fedecámaras, que se ha armado para destrozar al pueblo. Él, el adeco con sotana que jamás pide perdón ni perdona, y que ha callado vilmente el crimen insólito de ver al cardenal Ignacio Velasco firmando el acta de proclamación de Pedro Carmona Estanga.

Ojalá tengan tiempo de morir confesados, cuando los barrios por padecer de veras el acoso de la falta de alimentos, de la falta de lo esencial para vivir, bajen por millones al Este de Caracas y lo tomen. Se acabarán entonces las mariqueras de las marchaderas, y veremos si es verdad que Enrique Mendoza no tiene bolas de silicona, si el cara e´muerto del Leopoldo López es realmente la mamá Dolores de todos los sifrinos con pilas recargadas; si el Carlos Ortega y el Carlos Fernández van a estar al frente de sus huestes de mujerucas sin hombres, y el Juan Fernández junto con su piara de saboteadores será capaz de dar sus partes de infamia ante inexistentes camarógrafos, porque únicamente estos criminales son valientes estando rodeados de cámaras y de micrófonos.

La carta del señor Eduardo Moronta fue enviada a don Baltazar el 23 de Diciembre del 2002, y comienza así: «Tengo a bien en dirigirme a Ud. Para expresarle mi profunda tristeza por la posición de la Iglesia Católica Venezolana, como institución social, ante el delicado momento que vive actualmente Venezuela. Debo indicarle en primer lugar, que la criminal posición que la Conferencia Episcopal Venezolana, como colectivo, a asumido frente a la coyuntura histórica actual, confirma mi acertada decisión de alejarme y separarme de esta Iglesia a fines de los años 70, cuando recibí en carne propia el desprecio y la persecución de presbíteros y laicos por practicar mi compromiso con los pobres y los oprimidos. La misma posición que mantuvo la Iglesia en décadas anteriores, a excepción de individualidades, es la que hoy expresa en su discurso y práctica, por lo que no me sorprende, sino más bien, reafirma mi decisión de estar al lado del verdadero Pueblo de Dios y confirma que la institución eclesial se ha desviado de los mandatos de su fundador».

¿Cuántos crímenes ha cometido la Iglesia desde 1970 a esta parte? Yo S.R., apenas podría reseñar unos pocos, que siempre he estado denunciando a esta Iglesia vendida al capital, arrastrada ante los poderosos y convertida hoy, como los medios, en otro partido político. Pero señalaré solo dos casos: El obispo de Mérida que precedió a Baltazar Porras, don Miguel Antonio Salas era copeyano e hizo descarada campaña a favor de Rondón Nucete para que lo coronaran gobernador. Incluso cometió el desmedido abuso, violando las leyes electorales, de encartar una propaganda de la Iglesia a favor de COPEI, en el diario El Vigilante, el día domingo, cuando se realizaban la votación. Luego tenía previsto el obispo, realizar una homilía en la catedral para celebrar tal triunfo, fiesta que yo se las agüe por un artículo que publiqué en Frontera. Más tarde, en la coronación como obispo de Baltazar Porras, la ciudad de Mérida fue fieramente acordonada de militares y policías, de tal modo que se impidió todo tránsito hacia el centro, incluso a pie, para así poder meter en la catedral al presidente Carlos Andrés Pérez. No obstante un seminarista tomó la palabra y pidió a Dios por los estudiantes muertos esos días en Venezuela. De inmediato se suspendió la transmisión del acto por la televisora TAM, y luego el pobre muchacho sería echado del seminario.

«Pero sigamos leyendo la carta de don Eduardo Moronta: «El diccionario, que es el archivo del conocimiento, como lo expresara en algún momento nuestro maestro Simón Rodríguez, define al delito como «acción u omisión voluntaria o imprudente penada por la ley» y al delito de lesa majestad «el que somete contra la vida del soberano». Si interpretamos, según la teoría política de los sistemas democráticos, que el soberano es el Pueblo, el delito de lesa majestad es aquel que se comete contra éste, ya que democracia es el gobierno del pueblo. En otras palabras, puede concluirse que el delito de lesa majestad es el delito de lesa patria, porque la lesiona en todo sentido».

«Esta aclaratoria del término es conveniente para llevarlo a la reflexión en torno a las consecuencias de la convocatoria al paro cívico hecho efectivo por un grupo minoritario agrupado en la autodenominada Coordinadora Democrática. ¿Los Obispos venezolanos evaluaron las verdaderas consecuencias de animar el paro cívico? ¿Estaban ustedes conscientes de las flagrantes violaciones de los derechos de los niños, las niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, relacionados con la educación, la salud, la libre circulación, la libertad de consumo, información veraz y oportuna, el trabajo, la paz, cuando ustedes coadyuvaron para que el paro cívico se realizara? En otras palabras, ustedes contribuyeron a cometer un crimen contra el patrimonio de la Nación, al mantenerse callados frente al sabotaje de nuestra principal industria, PDVSA. Y es un crimen, porque el diccionario lo define como «delito grave», como «acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien» y ese alguien se llama Venezuela, su pueblo».

«En segundo lugar, debo reprocharle el discurso que la jerarquía eclesiástica ha manejado para fortaleces las estrategias de la clase económicamente hegemónica con la relación al criminal proceso de conspiración, lo que ha permitido la violación de derechos humanos fundamentales por parte del sector con el que Uds. Mantienen un matrimonio desde siempre: Uds. Son cómplices de la violación de los derechos humanos de los niños, las niñas y los adolescentes vinculados a la educación, a la salud, a la recreación sana a través de los medios de comunicación, a la paz y tranquilidad y a unas navidades felices, ya que Uds. Jamás han levantado su voz para exigirles a los medios de comunicación que eviten los exagerados mensajes de violencia y de sexismo a través de las televisoras y que éstos dejen de funcionar como operadores políticos y como instrumentos de perversión de los valores morales de nuestro pueblo. El matrimonio de Uds. Con la clase económicamente dominante en Venezuela les mantiene la boca cerrada y distorsiona el mensaje natural sembrado en el Evangelio. Las regalías a las que Uds. Están  acostumbrados, fundamentalmente del grupo Cisneros, son las monedas de plata de Judas Iscariote en este momento. La luz que emanan de ellas los ciega profundamente, pero la luz que ilumina el pueblo proviene de la verdad que no ha podido ser secuestradas por los medios perversos que Uds. Alientan y que nos harán libres definitivamente».

«En tercer lugar, pienso que Mons. Velasco, Ud. Mismo, Ugalde y Mikel De Viana deben pedir perdón público y notoriamente al pueblo venezolano por haber sido actores públicos y notorios del golpe del 11 de abril y del proceso de conspiración que aún no cesa, por ser Uds. Personajes que son utilizados para la destrucción del país, para este acto tan criminal que lidera la Coordinadora Democrática. Uds. Silenciaron la verdadera voz de Dios el 11 de abril, Uds. Quieren ahora silenciar la voz del pueblo a través del púlpito para facilitar la instauración de un régimen fascista que incrementa sus privilegios. Además deberían explicar porque permitieron a Primero Justicia recoger las firmas del referéndum consultivo en los templos, cuando éstos son lugares de encuentro de chavistas, oposición y terceros sin posición; Uds. Tienen que explicar por qué la AVEC está involucrada en estos actos criminales que lleva a cabo la oposición; Uds. Tiene que explicar los silencios cómplices por pecados de omisión. Uds. Tiene que explicar por qué se están usando los púlpitos de los templos para manipular la conciencia de los fieles a favor del crimen que se está cometiendo contra nuestra patria. Definitivamente, Uds. No aman a Venezuela, Uds. No son dignos representantes del amor, Uds. Son unos criminales de lesa patria por complicidad pública y notoria».

«Para no hacer larga está comunicación, concluyo en mi profunda tristeza porque Ud., además de estar cercano a mi familia, estuvo presente en sepelios de mi hermana Berta, mi madre Teresa y mi padre Mariano profundamente comprometidos con la causa de los oprimidos, porque lo siento, al recordar dichos momentos, un inmenso dolor por tan hipócrita actitud de su parte».

«No obstante, lo perdono y perdono a quienes le secundan en el discurso criminal, porque con amor es la respuesta de todo revolucionario en oposición al odio que siempre confieso los opresores que acostumbran acompañarlo. Sin embargo concluyo d que la Iglesia Católica como institución social ya no tiene vigencia en el pueblo venezolano, porque no representa sus sentimientos y sus anhelos y porque, a demás, se siente atropellado por la jerarquía que Ud. Preside».

Atentamente, Eduardo Moronta».

El 26 de abril del 2000, se subleva la Conferencia Episcopal de Venezuela (presidida por monseñor Baltazar Porras), con un documento pésimamente redactado (y peor estructurado) contra Chávez; tan personal y tan directo, y diciéndole cosas como: «Sus juicios sobre la Iglesia y la descalificación genérica de la misma son los más negativos emitidos por un jefe de Estado en toda la vida republicana. Qué lejos están esas expresiones del auténtico ideal bolivariano». ¿Qué quieren que les digan cuando han sido los mayores cómplices de los desquicios aquí cometidos por los gobernantes en cincuenta años? Cohabitadores con barraganas y sindicaleros, rectores y jueces, gobernadores y banqueros ladrones: de todos los paquetes, alcahuetes y viudas de los más grandes expoliadores de nuestra Nación. Ahora quieren recurrir a las palabras para pretender enmendar sus malas acciones y peores posiciones morales. Están heridos porque les han tocado la bolsa y se defienden mal, sobre todo el Porras que toda la vida ha escrito tan pésimamente y es tan tuerto de alma; salta como caucho echando mano de frases de Bolívar, el mil veces excomulgado y el considerado en su tiempo por curas y neogranadinos, El Demonio: «Protegeré la religión hasta que me muera», lo citan estos obispos. Claro a la religión hay que protegerla, ¿y qué tiene que ver esta frase de Bolívar con los desmanes que los obispos cometen?, ¿acaso a ellos hay que protegerlos? Sandeces.

Vergüenza les debería haber dar haber hecho pública una carta tan mal escrita y peor estructurada. Incoherente y falsa, sin sustancia y sin juicio.

CUANTA RAZÓN,  tuvo Chávez al decir que Baltazar Porras no era sino un adeco con sotana.

No olvidemos, además, que siempre, el candidato de Carlos Andrés Pérez para el cardenalato fue monseñor Baltazar Porras. Que Porras trajo para su ordenación como obispo al presidente CAP; que por ello toda la ciudad de Mérida fue acordonada con militares, principalmente el centro, de modo que nadie bajo expreso permiso de los militares podía acercarse, por ejemplo, a la Plaza Bolívar.

El caso de la profunda identificación que existió entre el obispo monseñor Baltazar Porras y el gobernador de Mérida William Barrios es uno de los ejemplos más bochornosos de cuantos se conozcan en toda la historia de Venezuela. William Dávila del modo más alegre dispone regalarle un lujoso jeep Toyota, y el máximo prelado lo recibe y lo goza de la manera más alegre mientras los curas en las parroquias se mueren de hambre. William Dávila le hace un palacete en la parte posterior de la catedral, le entregaba cada año cientos de millones de bolívares, lo lleva en sus campañas electoreras por los pueblos de Mérida, lo hace su cómplice mayor en el proyecto intervencionista y manipulador en la zona del páramo, para que allí se instalen perniciosos juegos lúdicos, bares y casinos, siempre unido a los banqueros que han estafado el pueblo como es el caso de Bernardo Celis; en la época más crítica del Banco Andino, uno de los que financió la campaña electoral de Rafael Caldera, el obispo Porras se prestó para firmar remitidos públicos costosísimos por toda la prensa nacional dando respaldo a esta institución. Quería que sus feligreses no sacaran la plata del Banco Andino a sabiendas de que este banco iba a la ruina y sin posibilidad alguna de recuperación. Esta maldad sin nombre hizo que muchos pobres sufrieran severos contratiempos, pues esta entidad fue cerrada con los consabidos traumas y tensiones que ocasionaron a los ahorristas. Porras ordenó la destitución del doctor Eurípides Moreno quien era director del diario El Vigilante porque éste permitía que se criticara al gobierno del estado y al equipo rectoral de la Universidad de Los Andes donde se daban y se dan patéticos hechos de corrupción.


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