¡VIVA LA REVOLUCIÓN!
¡BASTA DE ANGUSTIA!
¡TENÍA QUE SUCEDER!
El domingo 24 fue excepcional. No habíamos visto tanto entusiasmo arrancando
de raíz la congoja que nos invadió el 6-D, tanta decisión de no perder la
Patria y revertir la derrota, tanto convencimiento de que la Revolución
Bolivariana no es un paréntesis en la adversa historia de nuestro país, tanta
comprensión de las enseñanzas de Chávez, tanta respuesta a los plazos y planes
de la oligarquía, que en Mérida está como pilón de café.
Hubo movilización total. Asamblea de ciudadanos en todos los consejos
comunales, con presencia de dirigentes del partido y funcionarios de la
gobernación, entes profundamente reestructurados, que fueron con una humildad
sorprendente a depositar en el pueblo las decisiones sobre las más urgentes
acciones políticas y de gobierno para comenzar a recuperar lo perdido. La semana anterior se había trabajado duro, y
el paquete de medidas dictaminadas por el pueblo le dará un cariz completamente
distinto a la acción de dirigir y gobernar.
Por otra parte, los consejos
comunales han estado en efervescencia; en proceso de actualización unos,
relevando los voceros figurines, completando las vocerías, sobre todo en las
áreas que el momento obliga: comunicación, movilización urgente, milicias y
defensa comunal, formación política… Desde
estos consejos comunales se ha apoyado exitosamente a las patrullas de jóvenes egresados
de lo cursos de doctrina del partido y de varias misiones, como Sucre y Ribas, y de ministerios –destaca la participación del
MPPP la Cultura, que están haciendo un casa por casa verdadero, sin campaneros,
explicando la pérdida para el pueblo que significa la vuelta de la oligarquía
al gobierno nacional, y trasmitiendo las consignas que deben prevalecer en la
opinión social esta semana.
En el ámbito de la comunicación,
propaganda y agitación es donde se notan cambios más radicales. Desde esta comisión se coordina la estructura
reticular encargada de saturar el ámbito del espacio mediático del estado; allí
se elaboran los generadores de opinión social del momento, aprovechando todas
las coyunturas políticas, trasmitiendo la información imprescindible para
mantener los objetivos de la información y desmontando las matrices de opinión
de la oposición y el imperio. Ya se ha
percibido la eficacia de este trabajo, que no desperdicia ninguno de los
canales de difusión, coordinándolos a todos.
Las radios y televisoras comunitarias y alternativas
han aumentado increíblemente la audiencia, pues la programación se anuncia a
través de los voceros de comunicación de los concejos comunales, y se ha
procurado que salgan de los estudios para ir a trasmitir con la gente. La programación de esos medios ha sido
renovada, y la mejor elaborada se comparte; el apoyo mutuo ha llevado a
producir más y mejor, con menor esfuerzo y con la dinámica que exige las
necesidades de información del momento.
La participación en las redes
sociales se convirtió en una acto de
militancia efectiva, organizada en estructuras que permiten seguir directrices
y enfocar la información común saturadora, reproduciéndola lo más ampliamente
posible.
Las mismas consignas generadoras del
momento cubren los muros de la
ciudad, usados con sistematicidad y coherencia, impulsándolos como uno de los
medios de comunicación más exitosos.
Curiosamente es aquí donde se nota más el enfrentamiento con la
oposición, pero es grande la ventaja en cuanto a la desaparición o
transformación de los mensajes que esta genera.
Es decir, en muros de las ciudades del estado también prevalece la
opinión de la Revolución. Y no hay vehículo perteneciente a chavista, que no lleve la calcomanía con el mensaje prevaleciente.
¡Y lo que viene! La semana próxima,
con la intervención de los consejos comunales, llegará a todos los hogares el tan esperado
periódico editado según las
necesidades de comunicación del pueblo, que recoge y contrasta su visión del socialismo y
el poder, donde expresa sus necesidades y donde vuelve a encontrarse con la
estrategia comunicacional de todo el estado.
Fue difícil, pues hubo de imponerse sobre la corta visión del
periodista, la del comunicador social, y sobre la visión propagandística de
organismos del estado, la de información integral.
Pensaba continuar con las inesperadas respuestas locales a las grandes líneas de la Venezuela productiva, muestra de que Chávez no aró en el mar, pero en mi altillo remitió un poco el calor de este verano niñero, y desperté del sueño sofocado en que había caído.