Publicado: 15 mar 2016 06:37 GMT
"La decisión del presidente de EE.UU. de
rechazar la intervención militar en Oriente Medio tiene sus
consecuencias", afirma un analista estadounidense.
Los críticos en Washington afirman que la doctrina de Obama es una serie de errores estratégicos"La decisión del presidente de rechazar la intervención militar de Estados Unidos en Oriente Medio tiene sus consecuencias: exige que el país abandoné el papel de fuerza dominante y responsable del mantenimiento del orden en la región", señala el autor del artículo Martin Indyk, vicepresidente ejecutivo de la Institución Brookings, un centro de investigación estadounidense.
Indyk se muestra convencido de que la indecisión del presidente de EE.UU. creó buenas condiciones para que Rusia reemplace a Estados Unidos como primera potencia en Oriente Medio. El analista también destaca que fue el mandatario ruso, Vladímir Putin, quien salvó a Barack Obama del dilema de la intervención armada en Siria, cuando Moscú convenció al líder sirio Bashar al Assad de destruir la mayor parte de las armas químicas en 2013. Y después Rusia, también con el uso de la diplomacia, participó en la resolución de la cuestión del programa nuclear de Irán.
"Los críticos en Washington afirman que la doctrina de Obama es una serie de errores estratégicos. Además, indican que Rusia e Irán llenaron el vacío dejado por EE.UU. en la región. Muchos denominan a la doctrina de Obama como 'una traición de los valores morales estadounidenses'. Por lo tanto, no es de extrañar que muchos países de Oriente Medio intenten buscar un terreno común con el Kremlin", resume el autor del artículo.