En el año 1981 Bandagro emitió 55 notas provisorias como aval para un préstamo que la institución pensaba gestionar ante el National Bank de Miami. Estos instrumentos financieros no llegaron a su destino en los Estado Unidos, fueron desviados y los hicieron circular por el mercado negro internacional.
Por este caso se pronunciaron Fogade y el Banco Central de Venezuela para alertar la invalidez de los bonos. En el año 1992 la Contraloría General de la República determinó la inexistencia de compromisos por parte de Bandagro. No obstante, la estafa continuaba con intentos masivos de cobros de esos papeles.
En el año 2004 la empresa estadounidense Skye Ventures, que obtuvo dos de las fraudulentas notas promisorias supuestamente emitidas por Bandagro, demandó ante un tribunal en Ohio (EEUU) por un monto de 100 millones de dólares más intereses.
A partir de este año hasta la fecha, la Procuraduría General de la República (PGR) batalló en las cortes de EEUU para evitar que se consumara el fraude.
En la decisión dictada por el tribunal norteamericano, el juez declaró la falsedad de las notas y dejó claro que ninguna acción de la República o sus funcionarios puede llegar a considerarse como una validación de los fraudulentos instrumentos financieros.
La representación de la República fue ejercida por la Procuraduría General, con el apoyo del escritorio jurídico Foley Hoag.
Con esta nueva victoria, el pueblo venezolano seguirá protegido por el Gobierno Bolivariano contra las argucias y fraudes elaborados en la Cuarta República para robar el patrimonio legado por nuestros libertadores, expresa nota de prensa emitida por la PGR.
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