La Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda o Base Aérea de La Carlota, ubicada en el municipio Chacao, estado Miranda, ha sido uno de los principales objetivos de las acciones violentas orquestadas por la dirigencia opositora, cuyo propósito se centra en generar las condiciones que propicien el derrocamiento del Gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro.
Los ataques comenzaron el 20 de abril, cuando un grupo de manifestantes de derecha arremetió contra el cercado perimetral de la base militar, que da hacia la Autopista Francisco Fajardo, a nivel del Distribuidor Altamira.
Pese a la naturaleza de la protesta y a los daños ocasionados a las instalaciones castrenses, las autoridades de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) descartaron el uso de las armas para repeler la manifestación (como seguramente ocurriría en cualquier país del mundo).
“Nosotros no podemos utilizar las armas contra el pueblo; lamentablemente la manifestación se volvió violenta y dañaron una instalación militar como lo es la base La Carlota; aquí dentro de la base habían dos pelotones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para el orden interno, pero en ningún momento se pueden utilizar las armas como era anteriormente”, dijo en los días sucesivos el Comandante de la Región Estratégica de Defensa Integral (Redi) Capital, Mayor General José Adelino Ornella Ferreira.
El 24 de abril, el ministro del Poder Popular para el Transporte, Ricardo Molina, denunció los actos vandálicos contra el campamento de mantenimiento del organismo que dirige, ubicado en la Base Aérea de La Carlota.
“Una vez más, una jornada de violencia promovida por la derecha (…) Hoy en esa toma que hicieron en la autopista Francisco Fajardo un grupo violento se dirigió al campamento de mantenimiento del Ministerio de Transporte, tomaron las instalaciones y agredieron a los trabajadores que afortunadamente pudieron salir a tiempo“, expresó Molina desde el Puesto de Comando Presidencial en el Palacio de Miraflores.
El pasado 1° de mayo, cuando el Presidente Maduro celebrara junto al pueblo patriota el Día del Trabajador y convocaba a una Asamblea Nacional Constituyente, manifestantes violentos de la derecha derribaron, nuevamente, las rejas de la base Generalísimo Francisco de Miranda.
Lejos de cesar, los ataques contra La Carlota han evolucionado. Este lunes, los “pacíficos” de la derecha, en medio de una nueva jornada de protestas, arrojaron objetos contundentes y hasta explosivos al interior del recinto.
Esta acción, de acuerdo con el vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, dejó como resultado 12 funcionarios de la GNB heridos.
Antecedentes
No es casual que un grupo de manifestantes se fije como objetivo atacar una base militar; menos que las autoridades regionales y locales –opositoras- se crucen de brazos ante estas acciones.
A finales de 2016, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, denunció la denominada “Operación Cóndor – Plan Rock and Roll”, una estrategia desestabilizadora de la derecha que contemplaba ejecutar acciones contra La Carlota.
No obstante, el principal antecedente de estos ataques se remonta al mes de mayo del año 2004, fecha en la que se fraguó un plan magnicida contra el Comandante Hugo Chávez.
En aquel entonces, específicamente el 9 de mayo, el líder de la Revolución Bolivariana anunció la captura de un contingente de 153 paramilitares en la finca Daktari, ubicada en una zona boscosa del municipio Baruta, que entrenaban para llevar a cabo el asesinato del Presidente de la República, planeado para el 12 de mayo.
Ese día, entre otras maniobras, un grupo de atacantes asaltaría el Palacio de Miraflores y otro irrumpiría en los depósitos de armas ubicados en el Comando Regional Nº 5 de la Guardia Nacional y la Base Aérea de La Carlota.
