El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, presentó ayer cargos contra Michel Temer ante el Supremo Tribunal Federal por corrupción pasiva, que debe ser aprobada por la Cámara de Diputados para saltar el fuero del presidente no electo, refiere el diario brasileño O Globo.
“Entre los meses de marzo a abril de 2017, con voluntad libre y consciente, el presidente Temer, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo recibió para sí, en calidad de sobornos, y por intermedio de Rodrigo Santos da Rocha Loures, quinientos mil reales ofrecidos por el presidente de la sociedad empresarial J&F Inversiones”, dijo Janot, luego de presentar los cargos contra Temer.
El Presidente también enfrenta acusaciones de extorsión y obstrucción a la justicia. Sin embargo, Janot considera realizar una a la vez, en lugar de presentar todos los cargos juntos, una estrategia que busca debilitar a su defensa, según una fuente de la fiscalía.
Temer, que actualmente cuenta con apenas 7% de apoyo en las encuestas, deberá lidiar con su impacto judicial y con la amenaza de una erosión de su deteriorada base oficialista.
Desde que a mediados de mayo salió a la luz una grabación donde parece dar aval al pago de un soborno, el presidente conservador ha ido sorteando obstáculos: superó un juicio en el tribunal electoral que podía haber anulado su mandato y ha logrado contener la deserción de su principal socio de gobierno, el PSDB.
Pero la Policía Federal concluyó el pasado viernes la pericia de la famosa grabación, y trascendió que el audio no estaba editado ni manipulado, como había denunciado el Mandatario.
Ejecutivos de la empresa dijeron en un testimonio de delación compensada que el Mandatario recibió cerca de USD 5 millones en sobornos, a cambio de ayudar a la firma a resolver temas tributarios, liberar préstamos de bancos estatales y otros asuntos.
Bajo la ley brasileña, cualquier cargo criminal contra un presidente en funciones debe ser aprobado por dos tercios de la Cámara Baja del Congreso para que el STF pueda someterlo a juicio.
No obstante, en diputados, la mayoría oficialista cada vez se tambalea más. Un sondeo de Estadao, entre los líderes parlamentarios de la base aliada, reveló que no está asegurado un veto a la acusación de Janot, cuyo tenor puede convencer a congresistas cercanos a Temer.
Entre ellos, el expresidente Fernando Henrique Cardoso quien declaró que, luego de la denuncia del fiscal, apoyará el reclamo –que hasta el momento parecía ser una bandera del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva– de llamar a elecciones anticipadas.
HUELGA EN CIERNES
Como si lo anterior fuese poco, los trabajadores de Brasil anuncian una huelga general para el próximo viernes, con el propósito de exigir la renuncia de Temer.
Asimismo, la protesta se hará para rechazar las reformas laboral y jubilatoria promovidas por el gobierno de Temer.
El secretario de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Sergio Nobre, precisó al respecto que “si el Congreso Nacional resuelve anticipar la votación de las reformas, vamos a adelantar también las movilizaciones”.