28 de febrero de 2010

Los haitianos se preparan a morir para satisfacer los impulsos genocidas de Obama

27 de febrero de 2010 (LPAC).— Los elementos del plan que Lyndon LaRouche demandó para que Estados Unidos ponga a disposición de Haití, bajo un acuerdo binacional, de un programa encabezado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, incluyendo contratistas privados y una fuerza efectiva de jóvenes del Cuerpo Civil de Conservación (CCC), ambos bajo la dirección del Cuerpo de Ingenieros, para mover a más de un millón de haitianos amenazados a campamentos seguros y sanitarios, son bastante bien conocidos para la mayor parte de los especialistas, especialmente para aquellos con antecedentes militares. La única razón por la que Barack Obama la descartó es su profundo compromiso personal con las políticas genocidas de "reducción poblacional" británicas del príncipe Felipe de Gran Bretaña y los quitamotas del príncipe Felipe como el controlador inmediato de Obama, el primer ministro mentiroso Tony Blair.
¿Qué otra cosa que no fuera este profundo compromiso personal con el genocidio, podría explicar la insistencia de Obama, hasta en esta fecha tan reciente, de seguir adelante con la llamada reforma a los servicios de salud, modelada en los nazis, con sus páneles de la muerte "IMAC", ya tan rotundamente rechazados por la población estadounidense, y que ha hecho trizas el ala Obama en el Partido Demócrata en solo un año?
Ahora que el gobierno haitiano (y los cuerpos de las Naciones Unidas y las ONG que controlan los recursos ahí) han sido informados que Obama no tiene la intención de hacer algo para impedir la muerte masiva de las víctimas del terremoto en Haití una vez que empiece la temporada de lluvia el próximo mes, se han ajustado a esta nueva realidad. El "nuevo programa" que está por anunciarse en Haití, solo buscará, en vez de mover a las víctimas desamparadas a zonas seguras, lejos de las planicies proclives a las inundaciones y terremotos, mover solo a unos cuantos miles de ellos de regreso a sus viejas vecindades. La mayoría van a ser abandonadas exactamente en donde están, es decir, abandonadas a su suerte.
Por lo tanto, si los estadounidenses permiten que Obama continúe en funciones aunque sea unas semanas más, sin enjuiciarlo o forzar su renuncia —como hizo Nixon para evadir el juicio político— se verán forzados a presenciar las muertes masivas innecesarias de haitianos hundiéndose en una nueva edad de las tinieblas.
Y eso pudiera suceder aquí también, empezando este lunes. ¿Quién fue aquel que dijo, "No, ellos nunca permitirían que suceda"? El lunes, 1 de marzo, terminarán las extensiones federales al seguro de desempleo en los Estados Unidos. Aquellos que están recibiendo prestaciones extendidas continuarán recibiéndolas hasta que se venzan, pero no se aceptarán nuevas solicitudes. La aseguradora COBRA terminará al mismo tiempo y de la misma manera, un programa que da a los trabajadores que han sido despedidos la capacidad de continuar con el seguro de salud provisto por el empleador a tasas subsidiadas. El lunes, los reembolsos por Medicare (el servicio médico gubernamental para mayores de 65 años) a los doctores se reducirá drásticamente en un 21.2%. Muchos doctores van a recortar el número de pacientes que atienden con Medicare. Otros se van a salir totalmente del programa; muchos van a abandonar la práctica médica. Muchos ciudadanos de la tercera edad que están incorporándose al Medicare van a tener dificultades para encontrar a un doctor que los atienda. Ahora, no se engañen creyendo que esto es culpa del senador Bunning. Este es un resultado directo del compromiso de Obama con el genocidio malthusiano y las políticas resultantes en las que ha persistido testarudamente desde que tomó posesión.
Nadie puede pronosticar que tipo de turbulencia veremos en EU el lunes por la mañana. Pero no se puede tolerar al gobierno de Obama por un minuto más; ¡llegó la hora de su juicio político!

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