20 de julio de 2012

El HSBC, el "banco central de Narcotráfico S.A.", en el banquillo de los acusados

19 de julio de 2012 — De 1978 a 1980 el Partido Laboral de Estados Unidos del movimiento de LaRouche, junto con la Superintendente Bancaria del estado de Nueva York, Muriel Siebert, y la Asociación de Banqueros Independientes de Nueva York, llevaron a cabo una vigorosa batalla para evitar que el notorio Banco de Hong Kong y Shanghai consiguiera una posición estratégica en el sistema bancario estadounidense, a través de la compra de la mayoría de las acciones del 13avo banco más grande de la nación, el Marine Midland de Nueva York. El movimiento de LaRouche sacó un expediente, basado en su explosivo libro best-seller, Dope, Inc. (Narcotráfico, S.A. fue su versión en español), que documentaba que el Hong Shang, conocido hoy como el banco HSBC, se había fundado como el "banco central" del tráfico de opio del imperio británico, y estaba siendo desplegado como la primera pieza de una estrategia de los británicos para reorganizar al sistema bancario de Estados Unidos bajo el control británico. Con ayuda del enemigo, el entonces presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, esa batalla específica se perdió finalmente en 1980.
Un cuadro de que tan feas fueron las consecuencias que siguieron a esa derrota, y la sistemática eliminación del control soberano de Estados Unidos sobre su sistema bancario que culminó en 1999 con la eliminación de la ley Glass-Steagall, se dio a conocer a los estadounidenses este martes en las audiencias que llevó a cabo la Subcomisión Permanente de Investigaciones del Senado (SPSI, en sus siglas en inglés), sobre la "Vulnerabilidad de Estados Unidos ante el lavado de dinero, las drogas y el financiamiento al terrorismo: el caso histórico del HSBC".
Altos funcionarios del banco HSBC fueron interrogados por horas por el senador Carl Levin (demócrata de Michigan) y el senador Tom Coburn (republicano de Oklahoma) quienes presiden la SPSI, sobre la documentación obtenida por la subcomisión que muestra cómo el HSBC, a sabiendas, subvirtió las leyes de Estados Unidos en contra del lavado de dinero para legitimar miles de millones de dólares provenientes de los carteles de la droga y del terrorismo, lavado a través del sistema bancario de Estados Unidos, en el transcurso de la última década.
El banco que encabezó el tráfico de opio en el siglo 19, controla el 60% del lavado del dinero del narcotráfico que viene a través de México hacia Estados Unidos, le dijo un ex funcionario del HSBC a sus superiores. Y 80% de las drogas que hoy entran a Estados Unidos vienen vía México. Desde mediados del 2006 hasta mediados del 2009, el banco estadounidense afiliado al HSBC, la corporación financiera HBUS, cooperó con el HBMX, banco afiliado al HSBC en México, para transferir 15 mil millones de dólares en billetes de baja denominación, es decir, transportando a través de la frontera billetes de dólares físicos. En el momento de mayor actividad, el HBMX, que opera libremente con el HBUS, manejaba 50.000 cuentas con unos $2100 millones de dólares en su "dizque" sucursal de las Islas Caimán; "dizque", dijo el senador Levin, porque en realidad esa era una sucursal de pura pantalla, sin oficina ni empleados en las Caimán, pues todo se estaba haciendo desde su sucursal mexicana.
Eso es solo un pequeño ejemplo de la evidencia que se presentó en esta audiencia y del informe de 335 páginas elaborado por la SPIS y que presentó allí, sobre cómo el HSBC ha estado facilitando financiamiento de las drogas y del terrorismo a través del sistema bancario de Estados Unidos. Los cinco funcionarios del HSBC que rindieron cuentas ante la comisión se "disculparon" por lo que llamaron descuidos inexplicables de profesionalismo, reconociendo "a posteriori" que las cosas definitivamente se veían mal, y prometieron que tanto el personal, la práctica, y la "cultura" del banco ha cambiado totalmente. Inclusive anunciaron que, tan pronto como puedan, cerrarán las 20.000 cuentas restantes del HBMX en las Islas Caimán.
Pero la cuestión implícita que se planteó en la audiencia va más allá de la descarada criminalidad del HSBC, que alcanza al sistema bancario mismo, en el que el crimen cometido por el HSBC ejemplifica lo que son los "negocios de costumbre". En su declaración de apertura, el senador Levin señaló que el HSBC no es el único "banco global" que estableció en Estados Unidos un banco afiliado para tener acceso a nuestro sistema bancario, y luego jugar "a su antojo" con las leyes de Estados Unidos, "ayudando y en complicidad" con los carteles de las drogas y los terroristas.
Levin retomó esto, de manera mucho más enfática, después de que el ex subsecretario del Tesoro de Estados Unidos para el Terrorismo e Inteligencia Financiera (bajo los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama), Stuart Lavey, quién reencarnó hace seis meses como Jefe de Abogados del HSBC, y que ahora atestiguó que el ya "reformado" HSBC está totalmente comprometido a darle a las agencias de policía y seguridad del Estado toda la información que el HSBC "legalmente puede" dar.
El senador Levin le increpó: "¿Qué 'legalmente puede?' " ¿Los mismos de la ralea de los de las Islas Caimán? Los bancos internacionales han establecido un sistema que moviliza transacciones alrededor de todo el globo, atravesando fronteras juridiccionales, en segundos, pero cuando se les pide información por razones de aplicación de las leyes, se paran en seco, y entonces los bancos apelan a las leyes juridiccionales y a las leyes locales, señaló Levin.
Otro intercambio que destacó en la audiencia fue entre Levin y el ex presidente de la División de Cheques del Banco HSBC, el mafioso de Christopher Lok, en torno a un correo electrónico que Lok le había enviado a un funcionario del banco (un correo que formaba parte de las evidencias que se presentaron) en el cual se notaba el tipo de calaña de estos hampones. Lok ridiculizaba a un funcionario que había sugerido que el HSBC no debería cooperar con un banco en particular en el que la corrupción "anda desatada", con el argumento de que: ¿Cómo diablos no se podría esperar una conducta indebida en un banco tan grande?