La troika de acreedores de Grecia exige al gobierno heleno cambios radicales en el derecho laboral para que los trabajadores puedan hacer jornadas de hasta 13 horas diarias si la empresa lo considera necesario, según informaron este miércoles fuentes del Ministerio de Trabajo de Atenas.
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sep
El Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea proponen además que se instaure la semana laboral de seis días y que la edad de jubilación se eleve de 65 a 67 años.
Además, se pide que se reduzcan a la mitad los plazos de anuncio de despido y las indemnizaciones, y que se eliminen 15.000 puestos de trabajo públicos hasta final de año. Atenas rechaza por ahora estas exigencias.
Los líderes de los partidos que forman la coalición de gobierno griega siguen sin ponerse de acuerdo sobre el nuevo plan de recortes, de 11.500 millones de euros, que estos días se debate con la troika.
“No pueden tomarse medidas de austeridad que destruyan a la sociedad griega”, dijo el líder de la Izquierda Democrática, Fotis Kouvelis, quien se ha reunido en numerosas ocasiones con el líder del socialista PASOK, Evangelos Venizelos, y el primer ministro consevador Antonis Samaras.
“Las discusiones continuarán”, añadió Fotis, después de un encuentro de tres horas en la residencia oficial y oficina del primer ministro.
El punto central en disputa es que los partidos de izquierda, los socialistas y la Izquierda Democrática rechazan la exigencia de 15.000 nuevos despidos de empleados públicos hasta finales de año y recortes entre quienes menos ganan.
Entretanto, los maestros de escuelas primarias comenzaron este miércoles una huelga de un día para protestar contra los recortes de salarios incluidos en el plan de ajustes. Los docentes de institutos participaron en la protesta con un paro de tres horas y en las universidades se suspendieron los exámenes de septiembre.
También protestaron médicos de hospital o trabajadores municipales, así como oficiales del Ejército y soldados de profesión. “Hemos perdido en los últimos años casi el 50 por ciento de nuestros ingresos. Con 1.000 euros al mes no podemos defender al país”, dijo un teniente general a los periodistas. Los manifestantes marcharon al Ministero de Finanzas y entregaron en la secretaría una protesta por escrito.