El presidente de Panamá está implicado en un presunto caso de extorsión internacional a la empresa Impregilo
10.04.14 - 01:33 -
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, será imputado
en Nápoles una vez haya cesado sus funciones por un presunto caso de
extorsión internacional a la empresa Impregilo --por el que en estos
momentos está siendo juzgado el empresario italiano Valter Lavítola--,
un juicio al que el mandatario panameño también tendrá que acudir como
testigo, según informan fuentes judiciales italianas.
De acuerdo con esta información, facilitada al diario
panameño 'La Prensa' por parte de los fiscales de Nápoles, la compañía
Impregilo habría sido presionada para concretar una promesa incumplida
por el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi. El compromiso era
construir un hospital pediátrico en la provincia de Veraguas a cambio de
la adjudicación de las obras del Metro de Panamá a la misma empresa.
Esta noticia sale a la luz el mismo día en el que se
celebra el juicio contra Lavítola, acusado de extorsión internacional, y
que deberá contar -según los mismas fuentes- en calidad de testigos de
la defensa con el presidente panameño y el empresario estadounidense
Rogelio Oruña. Además, tal y como han avanzado los fiscales, ambos serán
objeto de procesos similares.
Sin embargo, por el momento solo enfrenta cargos Lavítola
por supuesta extorsión a la citada empresa. El hospital de la provincia
panameña de Veraguas fue prometido por Berlusconi, quien finalmente no
cumplió su compromiso, a pesar de que Martinelli había anunciado
públicamente la donación tras un viaje realizado a Italia en 2009.
"La promesa de Impregilo de asumir los cargos económicos
relativos a la construcción del hospital pediátrico a cambio de la
adjudicación de la obra del Metro de Panamá no era otra cosa que un modo
enmascarado e indirecto para ofrecer al presidente Martinelli, a través
de un empresario estrechamente ligado a él (Rogelio Oruña), indebidas
utilidades económicas", denuncian los fiscales al periódico panameño.
Finalmente la licitación del Metro no fue adjudicada a
Impregilo -que sí forma parte, por otro lado, del consorcio que trabaja
en la ampliación del Canal de Panamá-, sino al consorcio
español-brasileño FCC-Odebretcht, por lo que la empresa italiana se negó
a construir el hospital prometido. No obstante, las presiones
continuaron.