7 de abril de 2014

TERRORISTAS LE CAEN A GOLPES A OPOSITOR EN CAURIMARE: LE DIJERON QUE RECIBÍAN "ÓRDENES" (+FOTO)

Esta publicación se hace con el propósito de divulgar la verdad que se vive dentro de las mal llamadas protestas "pacíficas" de la oposición, llenas de agresividad e intolerancia.
Un joven opositor de nombre Pedro Armando Medina escribió en su cuenta en Facebook este sábado lo que vivió en Caurimare al tratar de pedir a guarimberos (algunos de ellos ajenos a la zona, según el testimonio) que abrieran un canal de circulación para que él y las personas que viven allí pudieran pasar con sus carros y llegar a sus casas. La conversación que sostuvo con jóvenes de las guarimbas, que portaban radios y otros implementos, daban a entender que recibían órdenes y eran pagados para cumplirlas. Uno de ellos, a quien nunca habían visto en la zona, lo agredió físicamente y sin razón en dos ocasiones. La Policía de Baruta, lejos de actuar, le sugirió “reventarlos a tiros”. Publicamos el texto para revelar la peligrosidad e implicaciones de estos guarimberos violentos y los perjuicios que generan a vecinos que legítimamente y, sin importar su ideología política, quieren continuar con su ritmo de vida.

Medina ya borró el texto de su cuenta, pero lo publicamos transcrito, así como también la captura (a tiempo) de la denuncia realizada a través de su perfil en la mencionada red social:

Hola, les quiero comentar que me pasó esta mañana.

Anoche estaba regresando del Club Los Cortijos a mi casa con Alan Sarria y nos metimos por Caurimare a ver si habían levantado la tranca. Vemos que está todo trancado y estacionamos mi carro un poco antes de Gamma Express para conversar con los muchachos de la guarimba.

Empezamos a hablar con ellos, los escuchamos, dimos nuestro punto de vista, uno de ellos nos dijo: “¿Ustedes creen que queremos estar aquí a esta hora? ¡Esas son las órdenes!”, es decir, que alguien los mandaba y les pagaba. También quiero agregar que tenían hasta radios para comunicarse, pero equis, ese no es el punto.

Mientras hablábamos llegó un chamo que nunca había visto en mi vida (tengo 26 años viviendo en El Cafetal) y empezó a agredirnos, obviamente yo me alteré también y nos gritamos. Para hacer el cuento corto, el tipo le lanzó par de piedras a mi carro (no le pegó ninguna) y agredió a Alan. Nos montamos y nos fuimos para Macaracuay.

En el camino voy molesto diciendo que quería denunciar a ese chamo con la Policía por sus agresiones y luego de dejar a Alan me fui para San Luis a la Policía de Baruta. Ahí me dijeron así mismo: “esos carajitos de mierda vale, reviéntalos a tiros si puedes”. Yo sólo quería que detuvieran al chamo de la agresión (que repito, nunca había visto en mi vida).

Me monté en el carro y cuando bajé al Boulevard me junté con uno señores y fui a hablar para que levantaran al menos un canal de paso. Le expliqué a una señora lo que había pasado y cuando vi al chamo de nuevo y dije “Él me lanzó piedras, a mí, que soy de la comunidad y en teoría pienso igual”. El chamo me vio y me dijo, “vamos a hablar pues”. Me acerqué y le dije que bajara la guardia y comencé a hablar, a los 10 segundos me tiró una mano a traición por la cara, y luego una patada. Me tiró al piso y me empezó a ahorcar (quizás no sé pelear realmente). Ahí nos separaron y empecé a decir: “¿esto es lo que quieres? ¿Esta es tu protesta?”. Ahí mismo uno de los chamos me auxilió con alcohol y hielo, y me fui para la Policía de nuevo. Sólo para que me dijeran: “te dijimos que los reventaras”.

Bueno, en fin, decidí escribir esto para que sepan que así estamos. Que esta mierda sólo genera más conflicto entre nosotros mismos.

Personalmente, tomé la decisión de irme del país, ahí buscaré opciones. Así podré criticar desde afuera. Los quiero.

Esta publicación se hace con el propósito de divulgar la verdad que se vive dentro de las mal llamadas protestas "pacíficas" de la oposición, dejándose ver el grado de intolerancia y agresividad que se trata de ocultar. Los comentarios en la publicación del joven opositor fueron omitidos en la captura debido a su alto grado de intolerancia y agresividad hacia la persona por haber hecho público su testimonio de una realidad que muchos quieren negar.

(Alba Ciudad)