ENTREVISTA CON IMMANUEL WALLERSTEIN
El autor pasó por Madrid para hablar en un ciclo sobre la crisis del capitalismo organizado por la Universidad Nómada y el Museo Reina Sofía
Wallerstein es una de las mayores autoridades mundiales en el estudio de sistemas económicos.
Cuando Immanuel Wallerstein (Nueva York, 1930) predijo, en
plena apoteosis de la Guerra Fría, que el bloque soviético se iba a
derrumbar, algunos pensaron que estaba metiendo la pata hasta el fondo.
Obviamente, eran ellos los que estaban equivocados. Y es que el
sociólogo estadounidense lleva toda su vida académica estudiando las
tendencias a largo plazo de los sistemas económicos mundiales desde el
Centro Fernand Braudel (Universidad Estatal de Nueva York).
Wallerstein, autor de libros como El moderno sistema mundial (Nueva York, 1930) o Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos
(Akal, Cuestiones de Antagonismo, 2004), pasó por Madrid para hablar en
un ciclo sobre la crisis del capitalismo organizado por la Universidad
Nómada y el Museo Reina Sofía. Durante su charla, celebrada en un
abarrotado salón de actos del museo madrileño, lo que da idea de la
expectación que despiertan últimamente las voces críticas con el sistema
económico, Wallerstein dejó toda una serie de titulares para la
historia: "¿Obama? Por favor, no hemos elegido al Che Guevara; en EEUU,
no se puede votar al Che Guevara" o "A día de hoy, se ven las cosas
mucho más claras en Porto Alegre que en Davos".
Usted se ha especializado en el análisis a largo plazo del capitalismo y en su división, siguiendo los estudios de economistas como Kondratieff, en ciclos coyunturales. Según sus estudios, en la primera parte del ciclo actual (1945-1975), el beneficio lo generó la producción industrial. Ahora estamos en la segunda parte de ese ciclo. ¿Cómo situaría la crisis económica actual en ese contexto?
Lo que está ocurriendo ahora no es nada más que la fase final de un ciclo que se ha repetido muchas veces en los 500 años de historia del sistema capitalista. Ahora nos encontramos, en efecto, en la fase final de un ciclo de Kondratieff.En este sentido, la crisis que estamos viviendo no tiene nada de novedoso. La actual crisis, sobre la que todo el mundo discute como si fuera lo nunca visto, es similar a las ocurridas en otros momentos históricos, como la Gran Depresión o el periodo transcurrido entre 1893 y 1896. Es decir, se trata de un periodo que empieza con un endeudamiento masivo de las economías, sigue con una explosión de burbujas y acaba con una sucesión de quiebras. Así las cosas, lo que estamos viendo ahora es el colapso del periodo especulativo que arrancó en los años setenta. Hasta aquí, todo normal. Ahora bien, hay que saber distinguir entre los fenómenos cíclicos que se repiten y los cambios extraordinarios que ocurren sólo una vez, entre lo que es normal y lo que es extraordinario.
De
hecho, usted sí cree que el capitalismo está viviendo un momento nunca
visto hasta ahora ¿Qué tiene de extraordinario lo que le está ocurriendo
al sistema desde hace unos años?
Lo extraordinario es que el ciclo coyuntural se agrava al enmarcarse dentro de otra crisis de mucho más largo recorrido que arrancó hace 30 años. Me refiero al fin del actual sistema-mundo capitalista y la consiguiente transición hacia otro sistema. Todavía no sabemos qué va a ocupar el lugar del capitalismo porque dependerá del resultado de una lucha política que aún se está dirimiendo.
¿No podemos estar ante el enésimo ciclo de caída y auge del sistema capitalista?
Definitivamente,
no. Las posibilidades de acumulación del sistema han tocado techo.
Podemos estar seguros de que en 30 años ya no viviremos bajo el
sistema-mundo capitalista. Pero, ¿en qué sistema viviremos entonces?
Podría ser un sistema mucho mejor o mucho peor. Todas las posibilidades
están abiertas. La solución la encontraremos cuando se resuelva el
conflicto entre lo que yo denomino el espíritu de Davos y el espíritu de
Porto Alegre. Ahora bien, si no se afronta políticamente la cuestión
del fin del capitalismo, es posible que lo que surja sea aún más extremo
que el sistema actual, que en mi opinión es tremendamente injusto.
¿Qué papel puede jugar Obama en el actual contexto de crisis económica?
Todo el mundo ha recibido a Obama con los brazos abiertos. El mandato de Bush fue tan terrible que la gente aprecia la llegada de un hombre joven e inteligente al poder. Además, la llegada de un afroamericano a la presidencia es importante desde un punto de vista simbólico. Todo esto es positivo. Creo que es bueno que Obama haya llegado a la presidencia, pero no creo que vaya a ser capaz de cambiar fundamentalmente la situación. Y, aunque quisiera, tampoco tiene el poder para hacerlo. ¿Actuará Obama más inteligentemente que Bush? Por supuesto, pero eso tampoco significa gran cosa: el gobierno de Bush fue muy derechista. Su Administración actuó de un modo tan poco inteligente que aceleró el declive definitivo de EEUU como sistema dominante. Pero, ojo, Obama no puede revertir esa situación.
Al hilo de esto, también ha asegurado que la crisis se corresponde con el fin de un ciclo político, el de la hegemonía estadounidense. ¿Se trata de una decadencia irreversible?
Estados Unidos seguirá teniendo un peso importante, pero dudo de que pueda reconquistar su posición dominante debido a la multiplicación de centros de poder como China, Brasil, Europa, etc.
"La crisis económica actual es similar a otras crisis históricas"
Usted se ha especializado en el análisis a largo plazo del capitalismo y en su división, siguiendo los estudios de economistas como Kondratieff, en ciclos coyunturales. Según sus estudios, en la primera parte del ciclo actual (1945-1975), el beneficio lo generó la producción industrial. Ahora estamos en la segunda parte de ese ciclo. ¿Cómo situaría la crisis económica actual en ese contexto?
Lo que está ocurriendo ahora no es nada más que la fase final de un ciclo que se ha repetido muchas veces en los 500 años de historia del sistema capitalista. Ahora nos encontramos, en efecto, en la fase final de un ciclo de Kondratieff.En este sentido, la crisis que estamos viviendo no tiene nada de novedoso. La actual crisis, sobre la que todo el mundo discute como si fuera lo nunca visto, es similar a las ocurridas en otros momentos históricos, como la Gran Depresión o el periodo transcurrido entre 1893 y 1896. Es decir, se trata de un periodo que empieza con un endeudamiento masivo de las economías, sigue con una explosión de burbujas y acaba con una sucesión de quiebras. Así las cosas, lo que estamos viendo ahora es el colapso del periodo especulativo que arrancó en los años setenta. Hasta aquí, todo normal. Ahora bien, hay que saber distinguir entre los fenómenos cíclicos que se repiten y los cambios extraordinarios que ocurren sólo una vez, entre lo que es normal y lo que es extraordinario.
"Las posibilidades de acumulación del capitalismo han tocado techo"
Lo extraordinario es que el ciclo coyuntural se agrava al enmarcarse dentro de otra crisis de mucho más largo recorrido que arrancó hace 30 años. Me refiero al fin del actual sistema-mundo capitalista y la consiguiente transición hacia otro sistema. Todavía no sabemos qué va a ocupar el lugar del capitalismo porque dependerá del resultado de una lucha política que aún se está dirimiendo.
¿No podemos estar ante el enésimo ciclo de caída y auge del sistema capitalista?
"La lucha entre Davos y Porto Alegre determinará el futuro sistema"
¿Qué papel puede jugar Obama en el actual contexto de crisis económica?
Todo el mundo ha recibido a Obama con los brazos abiertos. El mandato de Bush fue tan terrible que la gente aprecia la llegada de un hombre joven e inteligente al poder. Además, la llegada de un afroamericano a la presidencia es importante desde un punto de vista simbólico. Todo esto es positivo. Creo que es bueno que Obama haya llegado a la presidencia, pero no creo que vaya a ser capaz de cambiar fundamentalmente la situación. Y, aunque quisiera, tampoco tiene el poder para hacerlo. ¿Actuará Obama más inteligentemente que Bush? Por supuesto, pero eso tampoco significa gran cosa: el gobierno de Bush fue muy derechista. Su Administración actuó de un modo tan poco inteligente que aceleró el declive definitivo de EEUU como sistema dominante. Pero, ojo, Obama no puede revertir esa situación.
Al hilo de esto, también ha asegurado que la crisis se corresponde con el fin de un ciclo político, el de la hegemonía estadounidense. ¿Se trata de una decadencia irreversible?
Estados Unidos seguirá teniendo un peso importante, pero dudo de que pueda reconquistar su posición dominante debido a la multiplicación de centros de poder como China, Brasil, Europa, etc.