29 de septiembre de 2014

LAS "DOLOROSAS" VACACIONES DE LEONARDO PADRÓN Y SU ATAQUE A VENEZUELA

Parece que para algunos la dignificación del pueblo venezolano les da piquiña.
Leonardo Padrón, conocido guionista y escritor venezolano, colgó en su blog personal una crónica sobre sus vacaciones en el estado de Florida, Estados Unidos. En el texto deja claro que no ha perdido la costumbre de criticar a como dé lugar, toda obra revolucionaria. 

Desde que comienza la crónica, nos da un tono melodramático, el mismo tono que ha hecho exitosa su carrera como guionista de telenovelas pero, señores, la ficción es la ficción y la realidad casi siempre es otra. La realidad en este caso es que el tan acontecido Padrón se fue a liberar el sufrimiento que aqueja a los venezolanos por allá en Norteamérica ¡pobre hombre! en Venezuela no hay ni con qué comer –según sus aseveraciones– pero sí para pagar un viaje para él y su familia a Florida.

Dice, por ejemplo, “Busch Gardens. Trescientos treinta y cinco acres de pura adrenalina. El parque de montañas rusas más salvaje de los Estados Unidos contiene a tres de las mejores del mundo”, se nota que está sufriendo y que es insoportable el desconsuelo que alberga su corazón por estar en tan penosa situación.

¿Cuándo, señor Padrón, la oposición venezolana –e incluso los actores de hoy, miembros encallados en la IV República– se han sensibilizado por las necesidades básicas del pueblo venezolano? No por la necesidad de ir a Florida de vacaciones, sino por la necesidad de una vivienda digna, de acceso gratuito a sistemas de salud que respondan a enfermedades que de otro modo un venezolano de a pie –no un guionista pagado por melodramático– no pudiera cubrir, la necesidad de precios justos para la comida –no el precio del caviar– y sobre todo la necesidad de darle al pueblo el poder de decisión sobre sus líderes –que siempre han sido elegidos de forma constitucional, no impuestos–.

¿Usted quiere escuchar un tema para llorar? Vaya a un barrio venezolano y pregunte a la gente como antes de la Misión Vivienda a nadie le importaba que estuvieran en ranchos en terrenos peligrosos ante la imposibilidad de habitar las buenas y céntricas zonas tomadas por terratenientes o negociantes inmobiliarios. Porque lo que usted llamó “ese desbarajuste de la arquitectura de la prisa” para referirse a las casas y edificios que se construyeron a partir del proyecto de esa misión socialista, benefició a más de 260 mil familias solo en su primer año de ejecución, mientras que ningún gobierno anterior sobrepasó la cifra de 80 mil.

Los barrios urbanos, los de las casas de cartón y techos de zinc que bien supiera retratar en sus canciones Alí Primera, fueron la expresión más visible de este drama que la revolución bolivariana ha intentado solucionar, y que, efectivamente se ha comenzado a hacer, con la participación del pueblo organizado, que hoy ve no solo la posibilidad de cambiar y mejorar sus condiciones de vida, sino la realidad, con obras que se construyen a gran velocidad y con miles de familias, que pasan de oír la triste y temida lluvia en sus casas de cartón a verla caer en las ventanas de sus hogares, dignos y seguros.

Parece que para algunos, la dignificación del pueblo venezolano les da piquiña y tienen que ir a rascarse en San Petersburgo, o “en la playa de Hollywood”.

Y para finalizar con el señor Leonardo, ese que usted llama “El comandante galáctico” con su tono burlesco, fue hasta el día de su muerte un luchador incansable de la revolución, un hombre sensibilizado con la realidad de los que, por mucho tiempo, padecieron sus propias telenovelas. Una persona humana y consciente, de los que no solo se sientan a contemplar “paisajes como pintados por Monet” sino de los que se ponen en pie de lucha para acabar con el hambre, la corrupción, el imperialismo y el sistema de economía salvaje que lideraban los esbirros del país que usted visitó. Así que, para próximas oportunidades, más respeto al hombre que legó un país soberano e independiente, y capaz de proteger su sistema de injerencias y manipulaciones extranjeras.

(LaIguana.TV)