4 de febrero de 2015

¿Dónde está mi chopo?

¡(Título alterno: ¡Pueblo armado jamás será derrotado!

Basta unas zancadas en la historia, para ratificar lo que sabemos nos sucederá si el fascismo opositor logra hacerse del gobierno.  Dos ejemplos son suficientes: el de Chile, 1963, bastante conocido y cercano, e Indonesia, donde en menos de un año (1965), tras la caída de Sukarno, fueron asesinados más de un millón de comunistas.  Detrás de Pinochet y Suharto estuvieron los Estados Unidos y Holanda, que pasa por no haber roto platos en la historia, pero sus aventuras coloniales fueron igual de dañinas a las más conocidas.  Ante estas enseñanzas de la historia, en un escenario del ascenso de los fascistas criollos al gobierno y el apoyo de los Estados Unidos y la Unión Europea, sería estúpido dejarse cazar como curíes o repetir comportamientos como el de la mayoría de los judíos asesinados por los nazis.
Manifiesto que no creo en las elecciones burguesas, falsas de toda falsedad (véase aquí mismo,“Entrampados como estamos en el sistema electoral burgués”, entrada del 22 de enero) y que no arriesgo nada por la institución ejército, entre otras instituciones que rechazo pero que hoy no vienen al caso.  No hablo de la coyuntural FANB, que aún está insuflada por la sabiduría de Chávez y el vuelco nunca visto que comenzó a darle, de lo que le quedan reservas importantes;  hablo del ejército histórico de los países explotados, ese que  más que Soberanía guarda intereses de las clases dominantes internas y de sus amos imperialistas, reversión de estrategia que bien puede sufrir pronto la FANB… a no ser que, además de la continuación y profundización del apego a la doctrina militar revolucionaria en la formación de los oficiales, se garantice la presencia de combatientes políticos en el seno de los soldados, encargados de animarlos a fusilar oficiales que ordenen la represión fascista.  

La milicia no es que me enamore, pero creo que parte de ella puede ser la reacción positiva ante intentonas de desbancar la Constitución, y el eje para organizar los militantes decididos a combatir.  Sin querer, adelanté la salida del factor determinante del enfrentamiento final contra el fascismo, los militantes decididos a combatir.  Los fascistas no se imaginan la cantidad ni el nivel de decisión de esos militantes, que podrían cavar sus tumbas…. de cumplirse determinados requisitos y de no repetir la lastimosa historia de los golpes triunfantes por la indefensión de los decididos a defender revoluciones.  Y de esa enseñanza histórica nace mi pregunta, que es la pregunta de miles de miles de militantes revolucionarios venezolanos, ¿dónde está mi chopo?
¿Hay dirigentes revolucionarios y oficiales patriotas que tengan claro esta verdad histórica?  ¿Han establecido los signos decisivos que les obligarán a proceder a armar al pueblo?  ¿Nos dejarán a merced de los leones?  ¡Camaradas, la historia los juzgará!  Para utilizar una frase más pavosa e insustancial que la de el pueblo unido jamás será vencido, grito agónico de quienes han sido masacrados por el brazo ejecutor del imperialismo.
Fue un planteamiento superficial del mayor peligro presente en el futuro (¿inminente?  ¿cercano? ¿lejano?) de la Revolución Bolivariana.  ¿Mejor análisis?  ¡Pronto y mientras el “teclado” aguante!