26 de febrero de 2017

Pablo Escobar ha resucitado: aumenta la producción de drogas en Colombia

Contrariamente a la creencia de la muerte de Pablo Escobar en los años 90 como inicio del fin de un ciclo de narcotráfico desde Colombia, lo cierto parece ser, que las cabezas del monstruo se han multiplicado.


El Plan Colombia, supuestamente concebido como una estrategia de militarización imperial del territorio colombiano para, en teoría, pacificar a Colombia y derrotar al narcotráfico, ha sido -por el contrario- un fracaso. Sobre el tema de las drogas, a la luz de las cifras que la misma Colombia y otras instancias internacionales han revelado sobre la producción de drogas en terreno colombiano, la tendencia del fracaso parece sostenida y viene señalándose desde hace varios años.

Aumento en cultivos de coca y producción de cocaína

Un ejemplo del fracaso del Plan Colombia es el crecimiento interanual de la producción de cocaína reflejado del año 2013 al 2014 en más de 52%, léase bien, en sólo un año, dicho así por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) en su informe anual sobre la producción de estupefacientes en América Latina. Han determinado que el país vecino produce más coca que Bolivia y Perú juntos e igualmente, lo que más asombra de su contenido, es que siendo Colombia el país que mayor "ayuda" recibe de los Estados Unidos en la región para impedir que eso suceda, su producción de cocaína asociada al aumento del cultivo de la hoja de coca se incrementó en 52% en 2014, respecto de lo registrado en 2013.
El citado informe del organismo mundial señala que "el área de cultivo de coca subió un 44%, de 48 mil hectáreas en 2013 a 69 mil en 2014, mientras que la producción potencial de cocaína, a su vez, aumentó de 290 a 442 toneladas métricas en el mismo período, lo que representa un aumento del 52%".
En 2015 el dato de la ampliación de los sembradíos de coca en Colombia fue ratificado. De acuerdo con un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), también otro organismo de las Naciones Unidas, Colombia es el país del mundo "con mayor superficie destinada al cultivo de coca", que creció hasta las 69 mil hectáreas. Dato curioso este de que Colombia supere a Bolivia, entendiendo que este país tiene permitido (bajo supervisión) el cultivo de la hoja de coca la cual tiene varios empleos ancestrales en ese país y en el presente se comercializa hasta en refrescos de fabricación boliviana.
Más dramático aún es el informe divulgado en marzo de 2016 por la misma Casa Blanca a través de la Oficina Nacional para el Control de las Drogas (Ondcp). Los cultivos ilícitos en Colombia se dispararon durante 2015 a niveles casi nunca antes vistos en los últimos 15 años.
Plan Colombia, un éxito en militarizar el país al lado de las reservas más grandes de petróleo
De acuerdo con estadísticas de la Casa Blanca, en 2015 las hectáreas cultivadas con coca alcanzaron las 159 mil, una cifra que no se veía desde 2007 y que representa un aumento del 42% con respecto a los cultivos registrados en 2014. Pero el dato más dramático de la nueva estadística estadounidense es que representa una triplicación de los cultivos de coca en el país en tan sólo dos años.
En 2016 el gobierno de Panamá advirtió el aumento de los sembradíos de coca en Colombia, apuntando la necesidad de redoblar la vigilancia aeronaval, pues la fachada caribe colombiana es en esencia un corredor vital de narcóticos, uno de los más activos del mundo.

Fracaso del Plan Colombia

El fracaso estruendoso del Plan Colombia en la lucha antidrogas a más de 15 años de su puesta en marcha, yace en el incumplimiento casi absoluto de los objetivos para los cuales supuestamente fue creado. Lo que desdibuja el Plan en sí mismo, pues a la luz de los eventos a escala planetaria donde EEUU ha efectuado intervenciones militares de alto o bajo impacto, es difícil cuestionar la eficacia del complejo industrial militar norteamericano.
Dicho de otra manera, si el Plan Colombia era exclusivamente una política para pacificar a Colombia y detener la industria del narcotráfico, el plan ha sido un fracaso absoluto. Si por el contrario el Plan Colombia fue diseñado para ocupar con bases militares a Colombia para emplear a este país como portaviones en Suramérica, justo al lado de las reservas petroleras más grandes del mundo, el Plan Colombia ha sido entonces un incuestionable éxito.
Las contradicciones de la lucha en Colombia contra los narcóticos es tal, que se revisten en un problema de alcance regional. El Caribe y el Pacífico, desde Colombia y con proyección a Centroamérica, lo que existe es una "Ruta de la Seda" de las drogas, especialmente de la cocaína que sale desde Colombia de manera desproporcionada, que detona en consecuencia un conjunto de dispositivos de seguridad por parte de países con menor presupuesto y apoyo que Colombia para combatir estos flagelos. Países como Panamá, República Dominicana, Honduras y Guatemala reciben menos ayuda en su lucha contra las drogas que Colombia y, en esencia, lidiando contra ingentes envíos que salen del país neogranadino.
En Venezuela, país declarado por la ONU como libre de cultivos ilícitos, en años recientes por la puesta en marcha de una legislación ideada por Hugo Chávez, más de 100 narcoaeronaves se han inmovilizado, detenido o derribado por cazas venezolanos. La zona de mayor incidencia de este tipo de eventos es el sur del estado Apure, tratándose de aviones con placas colombianas y mexicanas que provienen de territorio colombiano, bien sea porque despegaron de allí o porque atravesaron sin inconvenientes los cielos de Colombia.