Ese "premio" Nobel de la Paz a María Machado, en principio, además de ser un suceso derivado de un género de baja ralea del periodismo sensacionalista que publicita con morbo tenebrosas crónicas de temas sobrenaturales, parece un buen chiste. No sólo por la catadura del personaje, sin una milésima de gramo de nobleza, sin ningún valor intelectual, sin ninguna obra destacada, estúpida y casi monosilábica. Machado es un verdadero disco rayado. No sólo por aupar una invasión militar. Es por su condición violentamente beligerante.
Es el "premio" a una beligerante de "fina estampa", como le dijo Chávez alguna vez.
Las intenciones son claras: crear la guarimbita con sus Comanditos del terror para engarzar con el asedio naval y darle foro para joder internacionalmente.
La puta madre que la parió. Provoca reírse. La comisión "nobel" sabe mamar gallo y también sabe a qué suerte de guerreristas le da el galardón.
Premio novel de la guerra. Sí. Con V, no es una errata del corrector. Es el nuevo "novel" reconocimiento para recordar la dinamita, más que al Alfred, su inventor. Y dar continuidad a los anteriores premios de la paz a Kissinger y a Obama, recordados por el golpe de estado a Allende, la guerra de Vietnam, y la guerra de Afganistán.
En la fila aspira Trump y su acoso a Venezuela. La organizadora de las "guarimbas", venezolanismo para las pequeñas guerras que inventó María Machado, podríamos añadir a las centenas de víctimas de las guarimbas, los miles de fallecidos anónimos en los hospitales víctimas de las sanciones y otras medidas coercitivas unilaterales que afectan directamente a la salud de todos los venezolanos.
Que en paz descanse el premio nobel. Conocido en Venezuela más que por el reconocimiento a un célebre inmunólogo binacional, por las omisiones al premio nobel de literatura al novelista Rómulo Gallegos, o al latinoamericano Jorge Luis Borges.
Esos fueron errores de omisión, ahora se premia todo lo contrario. Premio nobel de literatura para Delia Fiallo por sus guiones melodramáticos para las tele-Nobelas o culebrones, y el premio novel de la guerra a la jefa de la violencia y del tanathos en nuestro país, y que tiene culebra con la paz, no la paz de las tumbas cuando solicita una invasión a su país, o la paz Romana como se llamo al colonialismo bélico del imperio romano o de sus sucesores en el tiempo.
La academia Noruega y sus lobistas (de lobo y de lobby) quieren petróleo, no importa que venga mezclado con sangre.
Premio fiado hoy, y pago en petróleo a futuro.
Nosotros sabemos quién es María Corina Machado, a los que no conocemos es a los miembros del Comité noruego del Nobel. Que a diferencia de los otros premios otorgados por las academias suecas ( literatura, química, física, fisiología, etc) el premio de la paz lo otorga un comité de políticos elegidos a su vez por el Congreso (Storting) de Noruega.
Es dado por políticos y no por académicos. Los miembros son: Jorgen Watne Frydnes, Asle Toje, Anne Enger, Kristin Clemet, Gry Larsen y Kristian Berg Harpviken.
Las damas primero: Anne Enger ex primer ministro, aunque solo por tres semanas. Mucho más tiempo duro como MINISTRA DEL PETROLEO Y ENERGIA, líder del partido del centro. Se opuso al aborto y a la entrada de Noruega a la Unión Europea. Sus políticas le han valido el apodo de "la reina del No".
Le sigue Kristin Clemet, hija del que fue secretario general del partido conservador por una década. Inicio su carrera política desde joven como asesora de ministros y secretaria privada de un primer ministro. Kristin Clemet fue ministra de industria ( en un país que su primera industria es el petróleo) y directora de la confederación de empresas, la Fedecámaras noruega.
La tercera mujer en el jurado es política y empresaria: Gry Larsen, de la ONG CARE, y del partido laborista (los adecos noruegos). Es rica de cuna como la premiada, directora del holding del grupo Grieg, y asesora del ministro de asuntos exteriores y fue secretaría de estado. La empresa familiar (tres generaciones) Grieg Maturitas es de buques multipropósito, transportan maderas pesadas y productos forestales, también productos petroleros. En su sitio dice: "Griegs logistics es un proveedor de servicios marítimos y operaciones de terminales industriales para las industrias de petróleo, gas y transporte marítimo, plataformas offshore, marítimas y generales". Ahora los caballeros: Jorgen Wayne Frydnes es presidente del comité del Nobel y del PEN (poetas, ensayistas y novelistas) de noruega, aunque se conoce de él un solo libro publicado en su madurez sobre una matanza de jóvenes ocurrida en una isla recreacional en 2011.
El PEN en Venezuela es una ONG antigubernamental, actualmente dirigida por escritores poco conocidos en el medio, aquí lo preside un tal Carlos Engaña, lo conocerán en noruega y lo tratarán de tu). Le sigue Asle Toje, el único académico del grupo, ensayista, con varias publicaciones, politólogo pro-OTAN, apoya intervenciones internacionales en países en conflicto. Es el vicepresidente del comite. El secretario es el emotivo Kristian Berg Harpvinken, especialista en Afganistán, migraciones por guerras. Así vemos que es un comité mayoritariamente de políticos y empresarios, o ambos roles, como parece ser característico de este país petrolero.
A los políticos noruegos, país que compite con Venezuela en los mercados emergentes del gas y del petróleo, le vendría bien que nuestra principal industria esté sancionada, o afectada por intervenciones militares extranjeras como las propuestas por María Machado.
Pero pensemos no en el país, Noruega, sus nobles habitantes y su principal industria, sino individualmente en los intereses de estos ex ministros de petróleo, ex ministros de industrias, y empresarios del ramo del transporte marítimo de Petróleo, y los tanques de pensamiento y asesores de relaciones internacionales… a ellos no los conocemos, pero si al personaje, que además habla el mismo idioma (no el noruego se entiende...).
Política y empresaria como la mayoría del comité. ¿Le damos el beneficio de la duda o nos quedamos con la duda del beneficio ofrecido? Ronda la sospecha del cachea de la paz (y de la guerra): Premio nobel fiado, negocio petrolero a futuro: ¿Quien da más?