La modernizacion de IPOSTEL: una medida antiinflacionaria y antiespeculativa
En días pasados compré una nevera usada de exhibición en S. Cristobal. Le pedí a la persona que le compré, que me la enviara. La nevera pesa unos diez kilos y ocupa un volumen de 180x40x60 cms, relativamente pequeña. Por Zoom me pidieron 750 BsF, ningún carrito o autobus quiso traerla, así que tuve que ir personalmente a buscarla.
Hace apenas un año compré un televisor de plano por 5.500 BsF. Fui a la tienda a comprar otro y me pidieron 9.500 BsF por el mismo televisor. Pregunté por qué había doblado el precio y el encargado me respondió que los habían comprado a dólar “libre”. Pensé en comprarlo en otro sitio que si hiciera los trámites de CADIVI, pero sólo encontré negocios en otra ciudad. Llamé por teléfono y no hubo forma que alguien me hiciera el envío.
Estas dos experiencias me recordaron La Poste francesa y como en Francia era posible enviar desde un tornillo a un elefante a través del correo. Es más, un paquete o una carta depositados en la mañana, era recibido ese mismo día en la tarde.
Si bien es cierto que el Internet es mucho más rápido y cómodo para enviar mensajes, el correo es sumamente importante para el desarrollo de la red comercial de un país. No hace falta crear nuevos organismos, basta con modernizar a IPOSTEL, aumentar su flota de transporte, el número de empleados. Cambiar la imagen de una señora mayor en una taquilla vendiendo estampillas a un moderno terminal de recepción para todo tipo de encomiendas.
“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”. Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.