19 de diciembre del 2008 (LPAC).— Al terminar la conferencia de prensa en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Lyndon LaRouche habló brevemente con algunos corresponsales de la televisión italiana y vía telefónica con algunas cadenas de radio que llamaron desde Italia. A continuación la entrevista de LaRouche con la Televisión Pública Italiana.
HELGA ZEPP-LAROUCHE: Hola.
PERIODISTA: Mi nombre es Mariolina Sattanino, de la Televisión Pública Italiana [TG1].
ZEPP-LAROUCHE: Soy la señora LaRouche.
SATTANINO: Mucho gusto.
Señor LaRouche, soy Mariolina Sattanino, corresponsal de la Televisión Pública Italiana en Bruselas.
LYNDON LAROUCHE: Bueno.
SATTANINO: Y yo fui corresponsal en los Estados Unidos. Me da mucho gusto estar con usted. Okay, me daría mucho gusto entrevistarlo unos momentos...
Si me permite, respuestas muy breves. Trabajo para los noticieros y yo...
LAROUCHE: ¡Que bueno! [risas]
SATANINO: ¡Bueno, uno nunca sabe! [risas]
Profesor LaRouche, usted predijo la crisis económica hace muchos años. ¿Qué es lo que se necesita ahora en su opinión?
LAROUCHE: Bueno, yo creo que hemos hecho énfasis en la importancia del Estado nacional soberano, porque sin poner de relieve al Estado nacional soberano es imposible organizar el crédito, el crédito de largo plazo, dentro de las naciones y entre ellas, debido al factor internacional. Y, por tanto, si no se controla el sistema de crédito, su propio sistema de crédito, no se puede organizar el crédito y no se puede remediar el tipo de problemas que enfrentan hoy día cada nación en Europa.
SATANINO: ¿Qué piensa de los primeros pasos del Presidente electo Obama?
LAROUCHE: Bueno, Obama obviamente dijo que él basará su gobierno en la tradición de Franklin Roosevelt. Así que yo creo que eso es bueno. Ahora, por otra parte, yo conozco mucha de la gente que ha designado a la rama ejecutivo del gobierno: esta gente tenderá ahora a estar de acuerdo conmigo. De otra manera, he sido muy exitoso en pronosticar y estos caballeros saben que lo que yo pronostico es con lo que se tienen que enfrentar. De manera que tengo mucha confianza en ellos. Yo esperaría que mantengan la confianza que tienen en mí, ahora, y yo haré lo mejor que pueda. Pero estoy muy optimista ahora de este gobierno. Pero sin garantizar nada: porque no sé —nadie lo sabe— los problemas que va a enfrentar el mundo en este momento. Más creo que logramos una situación bastante buena en este preciso momento.
SATANINO: ¿Y qué piensa usted de la reciente reducción de las tasas de interés de la Reserva Federal?
LAROUCHE: Oh, que es una locura! ¡Toda una locura! Lo que necesitamos es una reforma inmediata, una reforma internacional. Yo creo que podríamos lograrla si los Estados Unidos la propusiera. Este gobierno, el actual gobierno, no lo hará. Así, mi esperanza es que sobrevivamos hasta el 20 de energo. Si sobrevivimos, entonces, en ese momento, entonces creo que podríamos lograrlo. Pero el gobierno actual en los Estados Unidos es toda una locura! Y toda una locura lo que llevan a cabo ahora.
SATANINO: ¿Por qué? ¿Por qué es así?
LAROUCHE: Porque ellos representan los intereses financieros del tipo especulativo que que han cometido efectivamente crímenes motales contra la humanidad, con la forma en la que han saqueado la sociedad. Y robado a la gente de los Estados Unidos para rescatar a los banqueros que jamás se ganaron un centavo. Así, por tanto, estos no son buenos tiempos.
Yo creo que el nuevo gobierno que llega va a tener una perspectiva diferente, y creo que se apegarán a ella.
SATANINO: Muchas gracias.
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REPORTERA: [En francés. Nombre inaudible] Mucho gusto. Me gustaría preguntarle cuánto durará la crisis en su opinión. ¿Qué tan larga será?
LAROUCHE: La crisis es indefinida. Vea, lo que propongo es esto: que los Estados Unidos hablen con Rusia, hablen con China y hablen con India. Acabo de estar en India en ese tipo de discusiones, con ese propósito, de tratar de fortalecer esta propuesta: que si estos países llegan a un acuerdo en una cierta reforma, yo sé que las otras naciones los van a seguir, incluyendo las naciones de Europa occidental tenderán a seguirlo. Italia, por ejemplo, Francia, Sarkozy obviamente irá en esa dirección. Yo pienso que hay un cambio en Alemania, que tiende a moverse en una dirección diferente que antes, ahora con la Sra. Merkel. Espero que sea cierto.
Así que si llegamos a ese acuerdo, con esas naciones de Asia, las naciones euroasiáticas, croe que podemos resolver el problema... pero necesitamos tener [ese acuerdo]... mantener fuera de ello si se quiere tener éxito, mantener fuera a los británicos, hasta que se logre la reforma.
REPORTERO: ¿Qué clase de reforma es necesaria?
LAROUCHE: Primero que nada, se tiene que afirmar el principio del Estado nacional soberano. No más política después de Westfalia. Lo que trajo Blair como política postwestfaliana ha sido un crimen contra la humanidad. ¡Paren eso! Regresen al Estado nacional y a los acuerdos entre Estados nacionales, no la disolución de Estados nacionales. Y el principio de Westfalia debe sostenerse: no se puede poner orden en este planeta sin el principio de Westfalia. A menos que cada nación se comprometa con las otras naciones, cada población comprometida con otras poblaciones —¡primero!— no se puede tener un sistema cooperativo exitoso bajo estas condiciones. Y, por tanto, nosotros tenemos que afirmar de nuevo estos valores de Westfalia.
Y comenzar de nuevo, con pueblos disímiles: China es distinta; Rusia es distinta; India es distinta; Europa occidental es distinta, cada nación. Por tanto, debe haber el Principio de Westfalia, para la cooperación a favor del bien común entre las anciones soberanas respectivas. Sin eso, no existe esperanza.
Por lo tanto, mantengan fuera a los británicos. Ellos quieren un imperio. Los demás, queremos soberanía y cooperación.
REPORTERA: Gracias. Muchas gracias.
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REPORTERO: Podría hacerle una pregunta —no soy de la televisión, pero quiero preguntar una cosa más. Hubo un momento cuando el gobierno de Clinton abolió la separación, no recuerdo el nombre de la Ley [Glass-Steagall; edit.], entre la banca comerical y la banca de inversión, que Roosevelt había introducido.
LAROUCHE: Oh, sí. Eso fue bajo la debilidad de Clinton, cuando estuvo débil físicamente debido a lo que le hicieron.
REPORTERO: Sí, pero ¿piensa usted que fue un factor de la crisis y piensa que esó debiera reinstituirse, como la ley Roosevelt?
LAROUCHE: Sí, definitivamente. Definitivamente. Debiera hacerse pero también ampliarse. La ley era necesaria entonces; todavía lo es, pero nosotros tenemos que agregar algunos condiciones adicionales para que funcione, porque tenemos una crisis ahora mucho más allá de lo que Roosevelt enfrentó.
REPORTERO: ¿Qué condiciones?
LAROUCHE: Oh, la condición de un sistema de crédito nuevo, por ejemplo. Hay que tener medidas positivas, al igual que defensivas. Esto fue... Vean, hemos destruido el sistema bancario con esta contaminación de los bancos especulativos con los bancos convencionales. Tenemos que regresar a los bancos convencionales, pero hay que tomar en cuenta que nosotros !ya hemos destruido el sistema! De manera que, ahora, tenemos que dar marcha atrás al efecto, que en esencia quiere decir que tenemos que quitar a los bancos convencionales de las manos de los bancos que ahora los controlan: hemos tenido a los bancos especulativos acabando con los bancos convencionales. Así que tenemos que salvar la parte convencional de los bancos y tirar la otra parte del banco lejos, como basura. [Risas]
REPORTERO: Gracias.
LAROUCHE: Gracias.
“La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura”. Lin Yutang
Cervantes
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobretodo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dondequiera que esté.
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha.
La Colmena no se hace responsable ni se solidariza con las opiniones o conceptos emitidos por los autores de los artículos.
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