ALVARO VERZI RANGEL – Freedom House, una organización no
gubernamental digitada por la central estadounidense de inteligencia
CIA, continúa asesorando y financiando a la oposición venezolana, ahora
en estrategias de guerra sicológica. con el único de fin de derrocar el
gobierno constitucional de Hugo Chávez.
La última estrategia es la campaña “casa por casa, el recorrido de
los caminos de progreso”, operación que, ampliamente publicitada en el
país y en el exterior, trata de “demostrar” la penetración del candidato
opositor en las barriadas populares.
Esta operación es parte del incremento exponencial de operaciones
psicológicas dirigidas desde Washington contra Venezuela en particular y
América Latina en general.
La oficial principal de programas de FH para América Latina,
Viviana Giacaman, atiene Venezuela y cumple la función de asesorar a la
oposición y, sobre todo, afianzar la candidatura de Henrique Capriles
Radonsky, con técnicas de operación sicológica nada originales, ya
que ya fueron aplicadas anteriormente en Panamá, Nicaragua y El
Salvador. Durante meses permaneció en territorio venezolano, alojada en
Altamira Suites de Caracas.
Además de apoyar a Capriles en su búsqueda de una victoria, FH
“coopera” en diseñar la guerra sucia y de desinformación sobre
Venezuela, campaña para la cual cuenta con el apoyo de los cartelizados
medios de comunicación comerciales, venezolanos y extranjeros.
Ya en 2002, cuando el frustrado golpe de Estado contra el gobierno
constitucional del presidente Hugo Chávez, Feedom House reaccionó
aceptando que “trabajábamos con los que buscan detener la dirección
autoritaria del gobierno de Chávez”. Traducción: estábamos involucrados
en el golpe.
La campaña de desinformación es diseñada para que, llegada la
victoria chavista el 7 de octubre, la oposición pueda sustentar la
existencia de un fraude electoral. Para desarrollar la estrategia han
creado una “sala situacional” –que maneja los distintos escenarios y
propone “soluciones y acciones” para cada alternativa- bajo la fachada
de trasnacional Procter and Gamble.
Dentro de estas estrategias está la publicitación de un plan de
gobierno por parte del candidato opositor, mientras se oculta el
proyecto real que se prepara para implementar si llegara al gobierno que
mucho tiene que ver con los intereses económicos, ideológicos y
políticos de Washington.
El abogado constitucionalista (y dirigente opositor) Hermann
Escarrá calificó al documento denominado Primeras ideas de acciones
económicas a tomar por el Gobierno de la Unidad Nacional, como el texto
más grave que ha leído en los últimos años y señaló que “es disolvente
de la República, es un documento que agrede de manera extremadamente
seria a la Constitución”.
Según Escarrá, el programa económico de la MUD también contempla
unas medidas “que pareciera que fueran de emergencia, pero son muy
graves”, como la paralización del sistema de jubilaciones. “Se dice que
no son viables, es la palabra que se utiliza, las misiones. Imagínate
por un momento que a alguien se le ocurriera desconocer las misiones
(sociales) y el trabajo de las misiones en relación con el pueblo de
Venezuela y sobre todo de los sectores más frágiles, más desposeídos”,
agregó.
Una historia de terror
Freedom House tiene su thinh tank en Washington DC y oficinas en
una docena de países. Fue fundada por Wendell Willkie, Eleanor Roosevelt
(esposa del entonces presidente Franklin Delano), George Field, Dorothy
Thompson, Hebert Bayard Swope, entre otros, en 1941, más de 70 años
atrás, para promover dentro de la opinión pública estadounidense la
aceptación de que el país entrara en la guerra contra los países del
Eje.
Después de la guerra, Freedom House ajustó sus actividades hacia la
lucha en contra del comunismo, uniéndose al aparato de inteligencia y
desestabilización de Washington durante la Guerra Fría. En los años
1970, Freedom House entregaba recursos a medios que repetían la agenda
política e ideológica de Washington, como Radio Free Europe/Radio
Liberty, y en los 1980 estuvo involucrada en la guerra psicológica que
desarrollaba Washington y sus aliados en Centroamérica junto a la recién
creada Nacional Endowment for Democracy (NED).
Freedom House se convirtió en una de las piezas claves de los
golpes “suaves” en Europa Oriental y el Cáucaso, participando
activamente en el financiamiento y la promoción internacional de las
organizaciones involucradas junto a la NED, la USAID, el Open Society
Institute y el Project for Transitional Democracy. Cada año publica un
informe titulado “El Estado del Mundo”, que divide todos los países en
tres categorías: países libres, parcialmente libres o dictaduras, una
división totalmente acorde a los intereses de Washington.
En 2005 Freedom House comenzó a trabajar en Venezuela con
financiamiento de la USAID para asesorar y financiar a varios grupos,
surgentes ONGs y proyectos de la oposición. En 2008, aumentó en 90% sus
recursos hacia las organizaciones de la llamada “sociedad civil” en
América Latina en comparación con las cifras entregadas en 2006.
Cuba y Bolivia fueron los países hacia donde se dirigió
principalmente este incremento. En el caso de Venezuela, Freedom House
lo clasificó en 2008 como país “parcialmente libre”, aumentando su
presupuesto en el país a un millón de dólares.
Numerosos personalidades del sector neoconservador estadounidense
han sido o son miembros de la Junta directiva de Freedom House,
como Morton Abramowitz (miembro del CFR y miembro de las Juntas
Directivas del International Crisis Group y la NED), Zbigniew Brzezinski
(miembro del CFR, la Comisión Trilateral y el Grupo Bilderberg), Samuel
Huntington (inventor de la teoría imperialista del “choque de
civilizaciones” y miembro de la Comisión Trilateral), Thomas Foley
(miembro del CFR, presidente de la Junta Directiva de la Comisión
Trilateral), Otto Reich y Donald Rumsfeld. Hasta 2005, el antiguo
director de la CIA, James Woolsey fue presidente de Freedom House.
En el 2005, Peter Ackerman, antiguo miembro de la Albert Einstein
Institution (AEI), fundador del International Center on Non Violent
Conflict (ICNC) reemplazóa Woolsey. En la actual Junta Directiva, se
encuentra la esposa de John Negroponte, Diana Villiers-Negroponte.
El 29 de marzo del 2006, el Presidente George W. Bush, dio un
discurso en la sede de Freedom House, en lo cual agradeció la labor
hecha por la organización. El primero de mayo del 2007, en colaboración
con el Broadcasting Board of Governors, Freedom House organizó una
conferencia sobre las amenazas a los medios de comunicación. La invitada
principal fue Karen Hughes, entonces Subsecretaria de Estado por la
Diplomacia Pública (la oficina de propaganda). Dentro de los voceros que
participaron a las plenarias, se encontraba el director de RCTV
Internacional: Marcel Granier.
El Instituto George W. Bush y Freedom House convocaron el 19 de
abril de 2010 en Dallas, Texas, un encuentro de “activistas por la
libertad y los derechos humanos” y “expertos en Internet” para analizar
el “movimiento global de ciberdisidentes”.
Al mismo, asistieron Rodrigo Diamanti de la organización Futuro
Presente de Venezuela; Arash Kamangir de Irán; Oleg Kozlovsky de Rusia;
Ernesto Hernández Busto de Cuba; Isaac Mao de China y Ahed Alhendi de
Siria.
También estuvieron presentes miembros del gobierno estadounidense y
otras organizaciones vinculadas con la comunidad de inteligencia de
Washington, como Oscar Morales Guevara, fundador del movimiento “un
millón de voces contra las FARC” y promotor de un movimiento contra el
Presidente Chávez a través de Facebook; junto a Jennifer Windsor,
directora ejecutiva de Freedom House.
Hoy Freedom House se publicita como una voz a favor de la
democracia en el mundo, pero se financia con fondos públicos
estadounidenses, de la USAID, la NED y la CIA, de la Fundación Nacional
Demócrata, y de la World Anticomunist League, el gobierno de Holanda, el
Departamento de Estado (DOS), la Open Society Institute, entre otras
organizaciones.
La cuarta generación, la guerra sicológica
El Centro Nacional de Inteligencia del Ejército de EEUU
desclasificó –claro, parcialmente- un documento que confirma que el
equipo de operaciones más poderosos del Pentágono está empleando sus
esfuerzos para descabellar la administración bolivariana.
El documento, de 2006, fue elaborado por el Grupo 4 de Operaciones
Psicológicas y el Centro Nacional de Inteligencia, ambos del ejército
norteamericano, y deja en claro que este único equipo de guerra
sicológica está trabajando en la región, contra el gobierno bolivariano,
como antes lo hiciera en Afganistán e Iraq. (1).
Esta unidad, cuya misión es la de desplegarse rápidamente en
cualquier lugar del mundo para planificar, desarrollar y conducir
operaciones sicológicas y asuntos civiles en apoyo a las fuerzas y las
agencias gubernamentales estadounidenses, está compuesta por mil 300
funcionarios, el 26% de los efectivos de operaciones sicológicas del
ejército. El 74% restante son reservistas.
El personal del Grupo 4 está compuesto por expertos regionales,
expertos en mercadeo, publicistas, historiadores, sociólogos y
lingüistas que pueden comprender las sutilezas y particularidades
políticas, culturales, étnicas y religiosas y que desarrollen su trabajo
a través de plataformas periodísticas (gráficas y de diseño e imagen,
sonoras, audiovisuales, comunicaciones tácticas) para lograr influir en
los imaginarios colectivos.
Las recomendaciones de Freedom House
Martin Edwin “Mick” Andersen fue director para América Latina y el
Caribe de los programas del National Democratic Institute for
International Affairs (NDI), como miembro profesional del comité de
Relaciones Exteriores del Senado estadounidense y Asesor del
Departamento de Planificación de Políticas del Departamento de Justicia.
Entre las recomendaciones que formula Martin Edward Andersen en la
página de Freedom House (cualquier parecido a la diatriba opositora ¿es
pura coincidencia?), se destacan:
a) Que el gobierno debiera tomar medidas para liberar al estado
de “excesivas regulaciones burocráticas” y otros controles que
“incrementan las oportunidades de corrupción”, que ayudarían al mayor
respeto a la propiedad privada, reducirían su papel empresario y
eliminarían “innecesarios procedimientos” que desestimulan el
crecimiento económico
b) Las leyes confiscatorias concernientes a los derechos de
propiedad deben ser abolidas y las disputas existentes, deben ser
puestas en manos de autoridades internacionales. Asimismo, el gobierno
debe reconocer tierras tradicionalmente habitados por “gente nativa”
como territorios pertenecientes a cada grupo indígena.
c) La utilización de militares activos y retirados de las
fuerzas armadas en la administración pública debe ser reducida
significativamente. Los militares deben ser sujetos al escrutinio de un
inspector general independiente.
d) Las torturas llevadas a cabo por agentes del estado deben
ser penalizadas con la misma severidad que el crimen. Deben dar órdenes
claras a los militares y a los agentes de seguridad para que no utilicen
“fuerza excesiva” para reprimir demostraciones y protestas públicas.
e) El Presidente y otros altos funcionarios deben refrenar sus
altamente cargadas e intimidatoria retórica contra opositores. Deben
re-redactarse las leyes y regulaciones para los organizaciones que
reciben recursos de gobierno extranjeros o cuyos líderes no sean
venezolanos.
f) Debe abolirse la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión.
Coincidentemente, el reporte global anual sobre libertad de
expresión difundido en mayo último por la organización estadounidense
Freedom House, ubica a Venezuela como un país sin prensa libre. “Muchos
países de la región ven a Venezuela como un modelo sobre el cambio de la
dinámica social y es un modelo muy negativo”, explicó Karin Karlekar,
directora para las Américas.
Agregó que el país “está exportando en la región su modelo en el
que hay medios subsidiados por el gobierno, para un mayor control del
contenido”. Tal como el año anterior, Freedom House incluyó a Venezuela
junto a Cuba, Honduras y México como los países sin prensa libre. En el
caso de Venezuela se ubicó en la posición 168 de los 197 países
evaluados.
Casualmente, como enviado de Newsweek, cubrió las operaciones de Sendero Luminoso en las selvas de Ayacucho, Perú, en 1981.
(1) Ver La Agresión Permanente, de Jean-Guy Allard y Eva Golinger.
Álvaro Verzi Rangel
Investigador del Observatorio en Comunicación y Democracia
http://alainet.org/active/58065