Cuatro veces en la historia estadounidense el candidato con menos votos ha ganado la presidencia, recuerda BBC Mundo en un analisis revelador sobre las elecciones norteamericanas.
Esto es debido a que el ganador de la elección necesita capturar la mayoría de los votos del colegio electoral y no el voto popular.
La elección presidencial en EE.UU. es en efecto, una elección de 51 concursos separados (50 estados y Washington DC), dando como ganador al que obtenga 270 votos.
En el año 2000, George Bush ganó medio millón de votos menos que Al Gore pero como obtuvo 271 votos electorales, ganó la presidencia.
Un escenario previsto por analistas, es que Barak Obama podría salir triunfador en los votos electorales, mientras Romney podría ganar en el voto popular gracias a la simpatía que genera en estados con mucha población como Texas y Georgia.
Por otra parte, Romney podría llegar a ser presidente y Biden reelegido vicepresidente.
De acuerdo a la Constitución de Estados Unidos, si el colegio electoral termina en empate, la elección sería definida por los 435 miembros de la Cámara de Representantes. Al estar controlada por el Partido Republicano, no cabe duda de que su decisión sería darle la presidencia a Romney.
Pero la misma cláusula otorga la facultad de escoger el vicepresidente al Senado, liderado por los demócratas.
Sólo un tercio de Estados Unidos importa.
El 6 de noviembre la elección será determinada por menos de un tercio de los estadounidenses. La mayoría de los estados, incluyendo cuatro de los cinco más poblados, son muy sólidos en su apoyo a republicanos y demócratas, al punto que los candidatos no se molestan en hacer campaña allí.
En cambio, cada parte se pelea por obtener el apoyo de los estados indecisos, donde vive el 30% de los votantes. Para el 70% restante, que vive en California, Texas, Georgia, Nueva York, Illinois, y los 35 estados asegurados, sus votos cuentan en el total del colegio electoral, pero no son decisivos en la elección.
A pesar de que Dakota del Norte fue de los primeros estados en EE.UU. en adoptar el sistema de inscripción para votar en el siglo XIX, fue abolido en 1951. La página web del estado explica que la razón es la íntima relación de las autoridades con las comunidades rurales.