Tribus que vivían en la planicie de Jamuén, a la llegada de los españoles. “Indios de Lagunillas: Mucuúnes, Jamuenes, Casés, Orcasés, Quinaroes, Mucumpíes, Tibicuates, Maculares, Mucumpús”. (Sanoja y Suescum. Pág. 25).
De qué manera se expresó el fiscal García
Valverde del capitán Juan Rodríguez Suárez luego de que este último
penetrara en la Provincia de las Sierras Nevadas de Mérida, en 1558,
ante la petición que le hizo el obispo del Nuevo Reino de Granada, Fray
Juan de los Barrios. “… es incendiario de mieses, de pueblos de
indios y de los mismos indios, porque quemó muchos indios vivos en sus
propios bohíos, mató muchos indios, tomándoles sus tierras, mujeres e
hijos, los apedreó e hizo comer de los perros, para que estas crueldades
sonasen entre los indios. De noche estando los indios en sus casas los
ranchaba, tomaba y empalaba vivos… corrompió y dio causa que
corrompiesen y tomasen por fuerza muchas indias, muchachas vírgenes…”.
(Parada. Pág. 25).
“Bartolomé Gil Naranjo funda 50
pueblos… agrupados en comarcas, la primera de ellas estaba ubicada en
triángulo formado por las actuales poblaciones de Lagunillas, La Sabana y
Jají, en aquel entonces constituidas por los asentamientos de… La
Sabana… Mucurusturu… Este último encomendado a Andrés de Vergara. (Parada. Pág. 23).
Si se observa el Mapa Nº 1, que apoya
esta información, se deduce que el área circunscrita allí, abarca el
sitio donde actualmente se ubica La Trampa, y por ende, muy cerca o
allí, Gil Naranjo en 1586 fundó la comarca de Mucurusturu. Entre 1619 y
1620 fueron reagrupados y fundados varios pueblos y comarcas
indígenas por Vásquez de Cisneros, desapareciendo Mucurusturu.
“En este contexto, es que el
encomendero Francisco de Trejo alegará en 1619 la conveniencia de juntar
indios de distintos repartimientos en la población de La Sabana, por
ser camino real de La Grita para el puerto de San Pedro”. (Parada. Pág. 24).
De esto, se intuye que entre 1619 y 1620
varias comarcas fueron reagrupadas y, por tanto, fueron refundados
otros pueblos indígenas por Vásquez de Cisneros, desapareciendo la
comarca Mucurusturú que ocupaba el sitio donde hoy está La Trampa.
Sobre el abuso que cometían los curas
(sacerdotes) contra los indios, el obispo Hernández Milanés, en su
acción pastoral manifestó: “En nuestra visita, y antes de ella
habemos llegado á entender que muchos Curas Doctrineros, disponen
encarcelar, prender, y castigar á los Indios, azotarlos, y cortarles el
cabello, y que todo esto lo practican muchas veces por sí mismos contra
lo dispuesto en la Ley 6, lib. 1º, tit. 13 de la Recopilación que sólo
les permite obrar de algún modo de los expresados teniendo comisión del
Obispo”. (Giordano. Pág. 35).
“La nación de las Lagunillas se
subdividían en las subtribus llamadas Cacés, Mucuinamos, Tibicuayes,
Maculares, Mucusumpús, etc.”. “… la mayor parte de las tribus del estado
Mérida, hablaban una lengua matriz, subdividida en dialectos tan
parecidos que se entendían los indios unos con otros”. (Salas. Pág. 24). No poseían lenguaje escrito.
Los indios eran “… pequeños, anchos
de busto, de color oscuro y llevaban barba y bigotes poblados, por lo
que los españoles los llamaban barbudos”. (Villamizar. Pág. 26). Esto, referido a la fisionomía de nuestros aborígenes.
Las tribus que habitaron el territorio
que actualmente ocupa Lagunillas se distinguían por dos razones
relacionadas con su hábitat “… la tierra seca que necesita ser
irrigada y la presencia de un elemento natural: el urao, extraído de la
laguna, elemento de la mayor importancia para los naturales por cuanto
será usado como moneda, como sal en la comida y que entrará en la
composición del chimó…”. (Rojas. Pág. 11).
“El indio quinaró (de Lagunillas) es
de un color más oscuro, pudiera decirse que es negro, de labios más bien
finos, de vientre desarrollado, grueso de cuerpo y miembros delgados”. (Rojas. Pág. 20).
“Muchos grupos y familias se
refugiaron en efecto en los cerros a la llegada de los españoles, y a
partir de entonces sólo vivieron abajo los indios encomendados…“ (Clarac. Pág. 23).
Se concluye que nuestros indígenas no
poseían lenguaje escrito, se comunicaban oralmente. ¡Lástima que ningún
español o merideño haya recopilado de forma sistemática, traducido al
Español, la lengua y los dialectos de nuestros indígenas. A principios
del siglo pasado aún se hablaban algunos, conservados en los
indígenas sobrevivientes, pero al morir el último de ellos esta
posibilidad se perdió para siempre…
-Sanoja y Suescum. (Clasificación de
tierras con fines agrícolas y conservacionistas. (Margen derecha de la
cuenca media-inferior del río Chama. Sector Chiguará – La Trampa –
Lagunillas. Estado Mérida. ULA. Facultad de Ciencias Forestales. Escuela
de Geografía – Mérida – Venezuela. 1989.
-Parada Soto, Ana Isabel. [
Pueblos de Indios de la Provincia de Mérida: Su evolución (1558-1657)
Trabajo de Ascenso. ULA. Facultad de Humanidades y Educación. Escuela de
Letras. Departamento de Historia del Arte. Mérida. Venezuela. 1992].
-Giordano Palermo, Juan Antonio. [Historia de la Diócesis de Mérida
(1778-1873). Imprenta Oficial del Ejecutivo del Estado Mérida. Mérida
1983].-Salas, Julio César . [Etnografía de Venezuela. (Estados Mérida, Trujillo y Táchira). Los Aborígenes de la Cordillera de Los Andes. ULA. Mérida. 1997]
-Villamizar, Julio. (La fundación de Santiago de Las Lagunillas. Publicación del Concejo Municipal del Distrito Sucre. Lagunillas. Estado Mérida. 1983).
-Rojas, José de La Cruz. (Lagunillas en cinco crónicas. Lagunillas. Venezuela. 1978).
-Clarac, Jacqueline. [Dioses en exilio. (Representaciones y prácticas simbólicas en la Cordillera de Mérida. Ensayo Antropológico). Colección Rescate 2 (FUNDARTE). Editorial Arte. Caracas. Venezuela 1981].