Henry Escalante - www.aporrea.org
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Continua el tema universitario, ocupando espacios en los medios de comunicación, aunque, por las señales emanadas del ente rector en la materia pareciera indicar que, muy pronto, va haber pronunciamientos sobre la problemática de fondo que aqueja al sector y sus trabajadores y trabajadoras: el aumento salarial y la contratación colectiva. La salida de Yadira Córdova ha traído cierta tranquilidad a las y los trabajadores universitarios, esta compañera se había convertido en una tira piedra a todo lo que oliera a beneficiar a la clase trabajadora universitaria. Fueron dos años y tres meses con sus días, en los que su discurso frente a las exigencias de sus trabajadores y trabajadoras fue siempre: “son unos golpistas”, “son minorías”, “los paros son políticos”, “obedecen a intereses electorales”, “son injustificados”, nada de diálogo. En los años que llevamos de Revolución Bolivariana, nunca antes habíamos estado en presencia de una funcionaria con tamaña impericia en el manejo de un ministerio tan complejo como lo es, el de la educación universitaria. Para colmo, el camarada Presidente Chávez, le asignó la vicepresidencia de lo social en el gabinete y casi liquida las misiones sociales, solo un miope político no vería esa pésima actuación. En plena campaña para los comicios del 07 de octubre de 2012, anunció desde el Estado Lara que, el ministerio a su cargo estaba estudiando las posibilidades de incrementar los salarios al sector universitario, incluso mencionó como posibilidad de incremento el 40%, pasó casi un año y nada. De allí que el nuevo ministro del área, Pedro Calzadilla, reciba un ministerio problematizado y lleno de problemas acumulados por falta de respuestas. Alejándome un poco del tema propuesto en el título del artículo, no puedo dejar de referirme a algunos ministros/ministras que, apenas asumieron su cartera arrancaron a todo vapor, bien por Dante Rivas, bien por Héctor Rodríguez, bien por Alejandra Benítez, bien por Miguel Rodríguez Torres, mal por Pedro Calzadilla quien, inició su gestión reuniéndose con quienes no están interesados en dar solución a la problemática universitaria, sino dar continuidad a la gestión conflictiva de Yadira Córdova. Nos preguntamos: ¿qué busca Carlos López impulsando un paro de universidades?, sus últimas declaraciones contrastan notablemente con las dadas por el jefe del despacho universitario: “Carlos López, coordinador general de la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela (FETRAUVE), alertó a la población sobre un supuesto paro del sector universitario de derecha “el cual tiene como finalidad crear una rebelión cívica nacional para pretender tumbar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro”. “Entre las personas involucradas en ese acto desestabilizador se encuentran Marcela Máspero, de UNETE; Ricardo Sánchez, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV); el ciudadano Adrián Bolívar, miembro del Politécnico Luis Caballero Mejías, ubicado en La Yaguara; y Lourdes De Viloria, presidenta de Federación de Asociaciones de Profesores (FAPUV), quienes están montando esta matriz conspirativa en alianza con otros sectores”. (Diario Vea, 08-05-2013). López se convierte, con estas declaraciones en un notable pajúo, palabra cuyos orígenes algunos lo remontan a la antigua Roma, “cuando los custodios de las Leyes de las Doce Tablas, cuenta la leyenda, que uno de ellos estaba cargándolas para limpiarlas cuando un senador lo denunció ante los demás custodios, creyendo que se la estaba robando. Los custodios enfurecidos, acusaron al senador de traidor ante el Senado usando la frase “pajuum pajunatum est”, que en la traducción quiere decir “he aquí al pajúo”. (http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Paj%C3%BAo). Algo debe irle muy, pero muy mal, al Carlos López para denunciar a sus compañeros de clase como golpistas, el mismo discurso de Yadira Córdova, pero solo que, esta vez, los señala con nombres y apellidos. Incurre, Carlos López, en la presunción de un delito de carácter penal. El susodicho, debe demostrar con hechos que sus acusaciones tienen fundamento. Somete López, a los señalados en esa declaración, al escarnio público; pudiendo ser imputado por calumnia, simulación de hechos punibles y delitos contra el honor y la reputación de los allí señalados/señaladas. López menciona, en su declaración: “un supuesto paro del sector universitario”, valga decir, aún no ocurre. Además, añade que, el fin que persigue el “supuesto paro” no es otro sino “tumbar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro”. Desconoce, el señor López que, nuestra Constitución Bolivariana le otorga rango constitucional al legítimo derecho a la Huelga: “Todos los trabajadores y trabajadoras del sector público y privado tienen derecho a Huelga, dentro de las condiciones que establezca la Ley”. (CRBV, Artículo 97). La LOTTT amplía ese derecho y establece las condiciones y requisitos para el ejercicio de ese derecho constitucional: “El procedimiento conflictivo comenzará con la presentación ante la Inspectoría del Trabajo de un pliego de peticiones, en el cual la organización sindical expondrá sus planteamientos…” (LOTTT, Artículo 476). Todo un Capítulo, el III, está dedicado a desarrollar y regular el ejercicio de ese derecho constitucional, mal puede quien se llama “dirigente sindical” atentar contra el ejercicio de derecho consagrado no sólo, en nuestra Constitución Bolivariana y leyes de la República, sino en Tratados Internacionales de los cuales nuestra República es signatario y, por ende, adquieren rango constitucional. Esta postura, lo que busca en el fondo, es criminalizar dicho derecho. Con ello, liquida la posibilidad de que nuestra organizaciones de trabajadores y trabajadoras puedan hacer uso de ese derecho consagrado en nuestra Constitución y, que tanto ha costado a la clase trabajadora internacional ejercerlo. ¿Qué lleva a Carlos López a ejercer este sicariato moral, acusar a sus compañeros y compañeras de clase ante la opinión pública de desestabilizadores y golpistas? Sin duda que, el odio enfermizo. El actual conflicto de universidades, mató sus aspiraciones de acceder a un cargo burocrático (viceministerio) en el aparato de Estado burgués. Por lo demás, este conflicto ha desbancado por completo a Fetrauve, federación que se ha convertido en un cascarón vacío, tipo CTV. Cada día, son más y más, las organizaciones sindicales que abandonan ese Titanic. El mismo Carlos López, se ha visto imposibilitado de asistir a asambleas ya que el repudio es generalizado en todas las instituciones de educación universitaria. Si alguien ha conspirado contra la candidatura y ahora, la presidencia de Nicolás Maduro, ese es, Carlos López y su banda. La cantidad de votos chavistas que se convirtieron en opositores es imposible cuantificarla, pero, esa ha sido la gran labor de Carlos López, su banda y la ex ministra Yadira Córdova, trabajar para el contrario, en lo político. Su frustración, no debe ser causa para generarle un conflicto al sector universitario en el que las y los grandes perdedores serían las y los estudiantes de la Patria. Estimamos que, cuando el camarada Nicolás Maduro como Presidente de la República, decidió ratificar a María Cristina Iglesias como ministra del trabajo, lo hizo sopesando su labor al frente del Despacho, su equilibrio y equidad en el trato a los problemas de la clase trabajadora universitaria. Su disposición a ser democrática e incluyente en los temas de la contratación colectiva. Carlos López, con su fogón en las manos, se coloca en la acera de enfrente al lado de las y los verdaderos conspiradores que, desde dentro de nuestra Revolución corroen sus cimientos y los van destruyendo poco a poco. El 14A, tuvimos los resultados de tales políticas conspirativas. El conflicto universitario debe dársele pronta solución, mucho tiempo acumulado de conflicto, conduce a situaciones nada buenas para una sociedad que procura su estabilidad política. Finanzas, debe pronunciarse sobre la propuesta de Normativa Laboral Unificada que, ya tiene meses reposando en algún despacho ineficiente de algún burócrata. El aumento salarial extracontrato debe anunciarse ya, sobre la base que, al anunciar el Presidente Maduro el incremento del Salario Mínimo Nacional, el setenta por ciento (70%) de las y los trabajadores universitarios se colocó por debajo del mismo. Añádasele que, los tiquet de alimentación, aún no se les actualiza a la nueva unidad tributaria fijada en febrero de este año. Agréguense las deudas que mantiene el ministerio con ese sector de trabajadores y trabajadoras, como el mal cálculo de las Fórmula Opsu para los bonos de fin de año y vacacional, 2002-2009; y otras, que tienen que ver con las contrataciones colectivas (vestuarios, becas y útiles, primas de profesionalización, anticipos de prestaciones sociales). En fin, toda una olla de vapor a punto de explotar es lo que hereda el ministro Calzadilla de la pésima gestión de la Córdova. Pero, la solución no la va encontrar reuniéndose con quienes causaron el problema. Amplitud en el diálogo y, la búsqueda de las soluciones urgentes, es lo que viene reclamando la clase trabajadora universitaria. Anunciar el ajuste salarial y, a la vez, montar las mesas de diálogo para darle curso al Contrato Colectivo, revisar lo que haya que revisar, ajustar las cláusulas que hayan que revisarse, en función de garantizar la viabilidad de la propuesta de Normativa Laboral Unificada. Las soluciones son para ya. Estimamos que, el profesor Calzadilla, no sufra del mismo mal de procrastinación que sufría su predecesora. Seguiremos siendo optimistas en que, este problema tendrá solución más temprano que tarde, para que, con ello, vuelva la paz y el trabajo constructivo a nuestras instituciones universitarias. Para que, su Democratización alcance concresión en la ratificación del artículo 34 de la LOE y, la Transformación de nuestras instituciones universitarias sea una realidad palpable. henryesc@yahoo.es Caracas, 08-05-2013 |