Por: Pedro CarreñoTribuna Popular – OPINIÓN.- El Jueves 13 de Junio, los venezolanos quedamos estupefactos con la atroz noticia de que un grupo de parlamentarios de la derecha (Julio Borges, María Machado, Miguel Ángel Rodríguez, Julio Montoya, William Dávila, Homero Ruiz, Abelardo Díaz, Gavino Paz, Gustavo Delgado, Álvaro Peña y Leomagno Flores); los alcaldes Onésimo Duarte y Fernando Andrade de los municipios Michelena e Independencia del estado Táchira, sostendrían una “Minicumbre” con lo más granado del narcoparamilitarismo uribista, organizada por el Centro de Pensamiento Primero Colombia (CPPC) en el hotel Casino Internacional de Cúcuta, donde estarían presentes, Uribe Vélez, José Obdulio Gaviria Vélez, Francisco Santos, Oscar Iván Zuluaga y Plinio Apuleyo Mendoza; tristes protagonistas de la historia más cruenta que ha vivido el hermano pueblo colombiano.
Recordemos que los estrechos nexos de Álvaro Uribe con los carteles de la droga, además de su relación familiar, datan de la época en que fue Director de Aeronáutica Civil, cuando fortaleció a los narcotraficantes con el otorgamiento de licencias a pilotos y aeronaves, hangares en aeropuertos y autorización de pistas en las narcohaciendas de Pablo Escobar, Carlos Lehder, Jorge Ochoa, Fabio Ochoa, Justo Pastor Rodríguez Gacha, o durante su paso como gobernador de Antioquia cuando creó las cooperativas convivir para proteger a los hacendados y narcotraficantes, las cuales se constituyeron en la génesis de los verdugos criminales grupos paramilitares.
Su primo hermano José Obdulio Gaviria Vélez, Director del CPPC, ligado al narcotráfico a través de su primo hermano Pablo Escobar y sus hermanos Luis Mario Gaviria Vélez y José Fernando Gaviria Vélez, presos en Estados Unidos por narcotráfico y primo de Jesús Gaviria Rivero, segundo al mando del cartel de Medellín, además es el estratega ideológico de la Doctrina de Seguridad Democrática que hizo de Colombia durante la gestión de Uribe, el país con más desplazados por encima de Sudán y cerebro de las criminales ejecuciones extrajudiciales a través de los falsos positivos e involucrado en la fosa común “La Macarena” cementerio clandestino más grande en Latinoamérica. No es mera coincidencia que este siniestro personaje fue contratado por el alcalde de Chacao Emilio Graterón para que lo asesorara en materia de seguridad ciudadana.
Es así como éstos personajillos carentes de ética y principios, aunado a la ausencia de sensibilidad y respeto por el ser humano, son los maestros asesores de la apátrida derecha reaccionaria venezolana, que ahora asiste en calidad de alumno a esa minicumbre, donde seguramente las lecciones versaron sobre pactos con el narcotráfico, mecanismos para conformar grupos paramilitares, siembra de inocentes a través de los falsos positivos con sus respectivas fosas comunes.
