Hermoso espectáculo que en realidad es una alegría de tísico. Es sólo nieve que desaparece en uno o dos días, dejando descubierta la Sierra "Nevada". En mi ciclo vital he visto el retroceso definitivo de los glaciales, hasta el punto de que sólo quedan "manchas" en el pico Bolívar y en la cara Norte del Humboldt. Cuando llegué a Mérida aún quedaban varias hectáreas de glaciales, al parecer no sensiblemente menos que las que podemos apreciar en dibujos de viajeros del XIX y de fotos tempranas.
La desaparición de los glaciales ha sido progresiva desde la década de los sesenta, pero desde la de los noventa se convirtió en galopante. Por lo que he seguido con atención, calculo que en aproximadamente cinco años más, tendremos glaciales en el recuerdo y en los documentos gráficos.
Desde luego que es una manifestación del cambio climático, que golpeó primero los glaciales tropicales, pero que avanza a otras latitudes. A nivel del mar, es escalofriante el derretimiento de las grandes superficies heladas de las zonas polares, fenómeno que está augurándonos un planeta con un clima desequilibrado, inóspito, errático, que amenaza las formas de vida, entre ellas la del ser humano depredador.