Fermín E. Osorio C.
Agua para mi molino, vaina que no me
gusta y sólo he hecho en última instancia.
Hasta ahora mi queja se había mantenido
en Tuiter (unos 150-200 tuitazos en varias fechas; ayer, 27 disparos) y en los
correos-e institucionales que nadie abre.
Cansado, decidí traer este problema a aporrea, portal al que son muy
sensibles las orejas de las instituciones morosas. Cansado, dije, porque ¿quién no se cansa
esperando algo durante 186,5 semanas? ¡Ni tan buena que estuviera!
Por ahí tengo el “dossier” de tuitazos y
los milagros que me ha tocado hacer en mensajes de 140 caracteres: hablarles de
la CANTV antes de ser regalada, de los culpables del estropicio, de los hitos
más importantes acaecidos durante la esquilada, de la burla a los accionistas
trabajadores y a los jubilados de la empresa, de las expectativas de su
renacionalización, de los logros y aplazamientos, de su propaganda parcial y
engañosa; además de invitarlos a recurrir al IVIC o a la NASA (que no a la NSA)
para solucionar el problema “técnico” que me tiene jojoto… Es decir, historia
en ráfagas de 140 proyectiles. Y desde
luego, mostrar mi perplejidad por tenerme esperando 186,5 semanas (CIENTO
OCHENTA Y SEIS semanas y media) por un teléfono fijo: lo solicité el
16/12/2009, solicitud que he renovado en los plazos exigidos.
Estoy cansado, arrecho, defraudado con,
aclaro perfectamente, las gerencias de CANTV responsables, sin extenderlo más
allá, como no lo hago ni en este reclamo público. Soluciones se me han atravesado: bajarme de
la mula, como lo hizo un vecino con menos preocupaciones sobre la corrupción
(entre ejecutivo de CANTV y vecino, le arrebataron el teléfono a otro que debía
como dos meses de renta); comprar a un alto precio su teléfono a un vecino
necesitado de unos riales, que también es como despojarlo; recurrir a palancas
de amistades históricas muy bien colocadas… ¡coño! ¡no! Soy un ciudadano, con iguales derechos y
deberes; existe una empresa nacional dedicada a proveer lo que vengo
solicitando y estoy en el derecho de exigirle.
Claro que se por qué “actualmente no es posible atender tu
solicitud por motivos técnicos, disculpe las molestias causadas” como la
compu-CANTV me tuiteó la primera vez, suavizada después de mi burla por ese
mensaje, con: “Buen día, tu caso ha
requerido mayor tiempo de solución, se escala (SIC) nuevamente a la unidad
encargada. Te ofrecemos disculpas”. Claro que lo sé, si he tenido la oportunidad
de hablar con trabajadores de CANTV de todas los escalafones y oído
pacientemente sus versiones (coherentes, por lo demás) de la incapacidad de la
empresa para resolver mi problema y que se resume en falta de inversión en el
estado Mérida, donde hay instalaciones y servicios en el límite del caos. ¡Paciencia del historiador!
¿Qué recomendaría la NASA o la empresa
china fabricante de satélites? ¡Matar como cuarenta pájaros de un tiro! Que
para eso está el Simón Bolívar: mientras se arreglan los detalles técnicos para
una solución normal (que es lo que lleva ya 186,5 semanas y pueden pasar otras
tantas) una antenita y tendríamos en la loma internet las familias campesinas originarias
que no pueden pagar el de la competencia de CANTV, y los intrusos que hemos
llegado a establecernos en sus vecindades y no lo tenemos porque ABA esta
pegadito a los teléfonos fijos que casi nadie tiene.