Por: Verdad Abierta
Martes, 03 Septiembre 2013 04:05
La parapolítica se volvió un término
común en las noticias de Colombia. Los vínculos entre políticos y
paramilitarismo se extendieron en el territorio y se estrecharon en
algunas regiones, que incluso llevó a algunos políticos regionales a
orquestar masacres junto con las autodefensas para derrotar a
competidores políticos que no podían derrotar en las urnas.
Sin embargo, la historia no es toda negra. Hace ocho años, de la mano de unos académicos valientes, de periodistas avezados y una Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia admirable, se hicieron públicos esos lazos, y en los últimos seis años, solamente contando a los congresistas, han sido condenados 60.
VerdadAbierta.com presenta en este especial, la completa lista de los senadores y representates a la Cámara que han sido condenados por aliarse con las autodefensas, con una pequeña reseña del fallo judicial y la sentencia completa descargable. En una próxima entrega, presentaremos a mandatarios regionales y locales que también han sido condenados por sus vínculos con estos grupos violentos.
La revisión de las sentencias dictadas por juzgados y la Corte Suprema desde el 23 de noviembre de 2007 hasta julio de 2013, revela que tanto paramilitares como candidatos al Congreso tenían interés en hacer acuerdos. Los primeros querían “institucionalizar” y extender su proyecto ilegal por todo el país e incidir directamente sobre la aprobación de las leyes. Los segundos buscaban apoyarse en una maquinaria que aterrorizaba a pobladores y candidatos de la oposición, para despejar así su camino al Senado o la Cámara.
El caso más antiguo que documenta estas mutuas conveniencias es el del ex congresista liberal César Pérez. Según la Corte, éste se alió con Fidel Castaño y Henry Pérez, jefe de las autodefensas del Magdalena Medio, para golpear por lo bajo a la naciente Unión Patriótica que lo estaba derrotando en las elecciones locales del nordeste de Antioquia.
Ver en perspectiva los seis años de condenas contra los ex congresistas revela, por ejemplo, que algunos de los partidos que estaban constituídos prácticamente sólo de parapolíticos, como Colombia Viva o Convergencia Popular Cívica, desaparecieron. Esto ha sido en parte gracias a que muchas de sus figuras fueron llevadas a juicio, pero también a que, con la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, perdieron el garrote con el que forzaban a la gente a votar por ellos.
El especial también lleva a cuestionarse a partidos más establecidos, como Cambio Radical, sobre cómo fue que terminó con el mayor número de congresistas condenados, comparado aún con partidos mucho más grandes.
El informe muestra los ritmos de la justicia en las condenas, revela que hay casi tres generaciones de políticos condenados, desde uno de 27 años hasta otro de 77 años, lo que debe llevar a reflexionar sobre el modelo político que hizo que se reprodujeran patrones de corrupción política casi idénticos desde comienzos de los años ochenta, hasta mediados de la década del 2000.
El análisis que hemos hecho de las sentencias de la Corte, también arroja patrones de los procesos judiciales. Por ejemplo que, de los 38 procesos que se llevaron a la Corte Suprema y contaron con la postura de la Procuraduría, el representante del Ministerio Público pidió 21 absoluciones y 17 condenas.