DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Había una vez…. Así comienzan casi
todos los cuentos infantiles que se han convertido en clásicos. De lo
que se trata ahora es de otro cuento que también se está convirtiendo en
clásico y no solo afecta a los infantes, sino a toda la humanidad. Lo
peor de todo es que, no ha sido una vez, sino varias, y se ha convertido
en una peligrosa y espeluznante regularidad – la posesión del armamento
nuclear.
La noticia ha pasado casi inadvertida y los grandes medios, ávidos de conseguir informaciones espectaculares cuando se trata de los países que no son del agrado de EE.UU, la han difundido con inusitada indiferencia – Arabia Saudita está a punto de obtener el Arma Nuclear.
Según un reporte firmado por Mark Urban, de fecha 6 de noviembre del 2013 y publicado por la BBC News, “Arabia Saudí ha invertido en proyectos de armas nucleares de Pakistán, y cree que podría obtener bombas atómicas a voluntad”.
Lo más interesante del caso es que si en lugar de Arabia Saudita, fuera Venezuela, Cuba o Nicaragua, el escandalo se oiría en Saturno y el Consejo de inSeguridad se reuniría de inmediato para decidir un amplio abanico de sanciones que irían desde matar de hambre a la gente, hasta limitar el comercio con el “infiel”.
Los portaviones norteamericanos estarían infectando el Mar Caribe y Caracas, Managua o La Habana se convertiría en un avispero de disidentes y conspiradores occidentales tratando de desestabilizar el país.
El bombardeo a las instalaciones supuestamente nucleares seria ordenado por el “Eje de la Guerra” y los rusos y los chinos se quedarían paralizados ante el “peligro” que significa que otro y no ellos posea el arma nuclear.
Les aseguro que, estoy a favor de lo no proliferación nuclear, pero que esta a su vez conduzca al desarme nuclear. No tiene sentido decir que no se debe permitir la proliferación, mientras hay unos pocos que poseen enormes arsenales que les permite chantajear al mundo entero.
Por otro lado, mientras existan armas nucleares y países que se dediquen a producirlas y perfeccionarlas, habrá la posibilidad de proliferación descontrolada y será muy difícil evitarla.
La historia nos señala el camino que algunos no quieren ver. Los países poseedores del armamento nuclear se rasgan las vestiduras en cuanto foro internacional se organice para decir que ellos apoyan la no proliferación del armamento nuclear. Inclusive se muestran extremadamente celosos cuando algún país no deseado, organiza un programa nuclear con fines pacíficos.
La realidad nos dice que hay dos tipos de proliferación de armas nucleares: la conveniente, que es la transferencia que las potencias realizan en la sombra, como si nadie supiera que de la noche a la mañana un país determinado no puede desarrollar el enorme, costoso y tecnológicamente complejo proceso de producción de las armas nucleares.
Para los neófitos en el tema, entre los que me encuentro, puede parecer que el desarrollo del arma nuclear es solo un problema de tener los recursos materiales y humanos para hacerlo.
En realidad el problema del arma nuclear comienza después que se tiene. Su mantenimiento y seguridad es un proceso tan complejo y costoso que sería mejor no meterse en eso. El proceso de mantenimiento es muy riguroso y no admite errores ni postergaciones.
Igualmente el país que la posea se convierte en blanco de los demás, que de desde ese momento lo consideraran una amenaza y apuntaran las suyas contra el.
El otro peligro estriba en que en caso de un conflicto convencional con algún vecino, este puede utilizar los medios nucleares como blanco para destruir a su adversario. O sea, si golpean sobre tus instalaciones nucleares el efecto prácticamente es el mismo que si hubieren empleado el armamento nuclear contra ellos
Existe también la proliferación por simpatía, consistente en que a algún país al que ya se le dio los recursos y medios para la producción del arma, disemina está a países que son de la conveniencia de las potencias para que la obtengan.
Así las cosas el caso de Arabia Saudita es la segunda variante. Resulta que Riad invirtió recursos financieros en la producción de estas armas en Pakistán y ahora está a punto de recibir su pedido macabro.
Según informaciones “filtradas” ahora, no hace 20 años cuando los sauditas comenzaron la busqueda de estos artefactos, Amos Yadlin, ex jefe de la inteligencia militar israelí, dijo en una conferencia en Suecia que “si Irán tiene la bomba, los saudíes no esperarán un mes. Ellos ya pagaron por la bomba, van a ir a Pakistán y llevársela a casa”.
El propio Pakistán fue de los que obtuvo la capacidad nuclear por “conveniencia” de EE.UU que en su Guerra “fría” contra la extinta Unión Soviética, necesitaba rodear al oso soviético de aliados con capacidad nuclear que le permitiera lograr una superioridad que nadie sabe para qué le serviría, pues ha sido siempre de todos harto conocido que en el tema de las armas nucleares la supuesta superioridad nuclear no es manejable, pues su uso afectará tanto a los agredidos como a los agresores.
El caso de la India es otro que “por conveniencia” de los soviéticos y para contrarrestar la capacidad nuclear de Pakistán, se convirtió en poseedor “autorizado” aunque no legalizado, del armamento nuclear.
Sudáfrica fue otro capítulo triste de este proceder tenebroso y suicida en que un país se convierte en poseedor del armamento nuclear.
Todos conocemos que el régimen del apartheid obtuvo “por simpatía” de Israel al menos 5 armas nucleares, autorizadas y entregadas por nada más y nada menos que el premier israelí en esa época Shimon Peres, Premio Nobel de la Paz y dirigente de otro país que las obtuvo por “conveniencia” de EE.UU.
Informaciones obtenidas con posterioridad nos muestran que inclusive estuvieron a punto de emplearlas contra Angola cuando sus tropas estaban siendo derrotadas, en su incursión en ese país, por las unidades angolano-cubanas que defendían el territorio africano de la invasión del régimen del apartheid.
Por su parte Corea del Norte, aunque no recibió apoyo de China y la Unión Soviética para el desarrollo de su programa nuclear, si se hicieron estos los de la vista gorda para no detenerlo y hoy cuenta con varias de esta armas.
Ha habido otros intentos, pues según documentos obtenidos por los combatientes islámicos que derrocaron al Sha de Irán, su gobierno había tenido conversaciones con los israelíes para obtener dichas armas y no las obtuvo porque la revolución iraní se les adelanto. De esa forma los actuales dirigentes iraníes se hubieran convertido en poseedores del armamento nuclear sin desearlo y como es lógico la guerra iranio – iraquí no hubiese ocurrido.
Saddam Hussein también estuvo a punto de ser uno de los elegidos por EE.UU para “desarrollar” el arma nuclear pues estos le ofrecieron por intermedio de Francia la tecnología y los medios para ello. Esto era como una especie de pago por el papel que Iraq jugo en el intento por derrocar a los revolucionarios iraníes.
Solo que, la posición nacionalista de Hussein y su fantasía de convertirse en “Gran Potencia”, hizo dudar a Washington, que prometió pero no cumplió.
También hubo coqueteos con Khadafi, al cual occidente prometió “lealtad” y ayuda si abdicaba de su apoyo a la causa palestina y de su alianza estratégica con la Unión Soviética.
Como vemos el juego macabro de diseminar las armas nucleares no es nuevo ni es prerrogativa de países emergentes. Detrás de cada jugada están las potencias que la poseen, quienes directa o indirectamente convierten en potencias nucleares a cualquiera que responda a sus intereses sin valorar que después se les puede ir de las manos.
El problema ahora radica en que algunos de estos “nuevos gendarmes” nucleares se les pueden ir de control y emplear estos medios contra alguien, pensando en que esto soluciona algo. La vida ha demostrado a todos que el empleo del arma nuclear es algo que no se puede considerar como una opción militar y mucho menos política.
Según la publicación militar Jane existe a unos 200 kms de Ryad un emplazamiento no revelado, de misiles de alcance intermedio que evidentemente apuntan a Irán. Las características del lugar y su enorme estructura de enmascaramiento y protección, apuntan a un emplazamiento para misiles con cabezas nucleares.
Pero, esto tiene otras aristas. En realidad ¿cree alguien que EE.UU, firme aliado de la familia real Saudita, estaba al margen de estos preparativos? ¿Piensa alguien que a Washington, que tiene en la nación árabe un inmenso aparato de espionaje y militar, que ha penetrado hasta los huesos las FF.AA de ese país y que no le pierde ni pie ni pisada a los gorditos multimillonarios, que hoy se aprovechan del paraguas norteamericano para amasar sumas multimillonarias y mañana, creyéndose ser todopoderosos por obra y gracia de sus fortunas, pretendan independizarse de la tutela yanqui, e írseles de control?
La ingenuidad tiene un límite, y la irresponsabilidad nuclear también.
Por eso no entendemos del porque la marcada obsesión por la posible posesión de armas nucleares por los iraníes y la absoluta indiferencia por las que posee Israel, Pakistán y otros países aliados de Washington.
Esto es un juego muy peligroso y no se va a frustrar hasta que no desparezca y sea verificable la no posesión y producción de armas nucleares.
Es una verdadera irresponsabilidad de EE.UU, quien evidentemente está detrás del “programa nuclear saudí”, facilitar vía Pakistán, con el pretexto de la posible posesión de armas nucleares por Irán, la adquisición de estos terribles medios a la corrupta y totalitaria, familia real en Arabia Saudita.
Por lo pronto y alianzas aparte, la supuesta develación del “secreto” puede más estar relacionado con la arrogancia actual de los dueños del poder en Ryad que molesta a EE.UU y es característico que cuando los aliados se vuelven inmanejables el poder estadounidense lo convierte por obra y gracia de la magia virtual, en demonios que hay que destruir y derrocar.
¿Sera la familia del Rey Abdullah el próximo satanas árabe al que EE.UU pretenderá destronar, después de haber sido su aliado en todas las fechorías acometidas en el Oriente Medio?
¿Sera todo esto una pantalla para justificar la posesión de estas armas por parte de Arabia Saudita y no caer en contradicción con la posición agresiva con respecto a Irán?
Del infierno se puede esperar cualquier cosa y pienso que la caldera del diablo está a punto de estallar..
Solo pienso que en este caso, como en los otros, EE.UU está jugando con fuego y los sauditas pueden en algún momento perder la cabeza, claro que antes deberían tener una.
La noticia ha pasado casi inadvertida y los grandes medios, ávidos de conseguir informaciones espectaculares cuando se trata de los países que no son del agrado de EE.UU, la han difundido con inusitada indiferencia – Arabia Saudita está a punto de obtener el Arma Nuclear.
Según un reporte firmado por Mark Urban, de fecha 6 de noviembre del 2013 y publicado por la BBC News, “Arabia Saudí ha invertido en proyectos de armas nucleares de Pakistán, y cree que podría obtener bombas atómicas a voluntad”.
Lo más interesante del caso es que si en lugar de Arabia Saudita, fuera Venezuela, Cuba o Nicaragua, el escandalo se oiría en Saturno y el Consejo de inSeguridad se reuniría de inmediato para decidir un amplio abanico de sanciones que irían desde matar de hambre a la gente, hasta limitar el comercio con el “infiel”.
Los portaviones norteamericanos estarían infectando el Mar Caribe y Caracas, Managua o La Habana se convertiría en un avispero de disidentes y conspiradores occidentales tratando de desestabilizar el país.
El bombardeo a las instalaciones supuestamente nucleares seria ordenado por el “Eje de la Guerra” y los rusos y los chinos se quedarían paralizados ante el “peligro” que significa que otro y no ellos posea el arma nuclear.
Les aseguro que, estoy a favor de lo no proliferación nuclear, pero que esta a su vez conduzca al desarme nuclear. No tiene sentido decir que no se debe permitir la proliferación, mientras hay unos pocos que poseen enormes arsenales que les permite chantajear al mundo entero.
Por otro lado, mientras existan armas nucleares y países que se dediquen a producirlas y perfeccionarlas, habrá la posibilidad de proliferación descontrolada y será muy difícil evitarla.
La historia nos señala el camino que algunos no quieren ver. Los países poseedores del armamento nuclear se rasgan las vestiduras en cuanto foro internacional se organice para decir que ellos apoyan la no proliferación del armamento nuclear. Inclusive se muestran extremadamente celosos cuando algún país no deseado, organiza un programa nuclear con fines pacíficos.
La realidad nos dice que hay dos tipos de proliferación de armas nucleares: la conveniente, que es la transferencia que las potencias realizan en la sombra, como si nadie supiera que de la noche a la mañana un país determinado no puede desarrollar el enorme, costoso y tecnológicamente complejo proceso de producción de las armas nucleares.
Para los neófitos en el tema, entre los que me encuentro, puede parecer que el desarrollo del arma nuclear es solo un problema de tener los recursos materiales y humanos para hacerlo.
En realidad el problema del arma nuclear comienza después que se tiene. Su mantenimiento y seguridad es un proceso tan complejo y costoso que sería mejor no meterse en eso. El proceso de mantenimiento es muy riguroso y no admite errores ni postergaciones.
Igualmente el país que la posea se convierte en blanco de los demás, que de desde ese momento lo consideraran una amenaza y apuntaran las suyas contra el.
El otro peligro estriba en que en caso de un conflicto convencional con algún vecino, este puede utilizar los medios nucleares como blanco para destruir a su adversario. O sea, si golpean sobre tus instalaciones nucleares el efecto prácticamente es el mismo que si hubieren empleado el armamento nuclear contra ellos
Existe también la proliferación por simpatía, consistente en que a algún país al que ya se le dio los recursos y medios para la producción del arma, disemina está a países que son de la conveniencia de las potencias para que la obtengan.
Así las cosas el caso de Arabia Saudita es la segunda variante. Resulta que Riad invirtió recursos financieros en la producción de estas armas en Pakistán y ahora está a punto de recibir su pedido macabro.
Según informaciones “filtradas” ahora, no hace 20 años cuando los sauditas comenzaron la busqueda de estos artefactos, Amos Yadlin, ex jefe de la inteligencia militar israelí, dijo en una conferencia en Suecia que “si Irán tiene la bomba, los saudíes no esperarán un mes. Ellos ya pagaron por la bomba, van a ir a Pakistán y llevársela a casa”.
El propio Pakistán fue de los que obtuvo la capacidad nuclear por “conveniencia” de EE.UU que en su Guerra “fría” contra la extinta Unión Soviética, necesitaba rodear al oso soviético de aliados con capacidad nuclear que le permitiera lograr una superioridad que nadie sabe para qué le serviría, pues ha sido siempre de todos harto conocido que en el tema de las armas nucleares la supuesta superioridad nuclear no es manejable, pues su uso afectará tanto a los agredidos como a los agresores.
El caso de la India es otro que “por conveniencia” de los soviéticos y para contrarrestar la capacidad nuclear de Pakistán, se convirtió en poseedor “autorizado” aunque no legalizado, del armamento nuclear.
Sudáfrica fue otro capítulo triste de este proceder tenebroso y suicida en que un país se convierte en poseedor del armamento nuclear.
Todos conocemos que el régimen del apartheid obtuvo “por simpatía” de Israel al menos 5 armas nucleares, autorizadas y entregadas por nada más y nada menos que el premier israelí en esa época Shimon Peres, Premio Nobel de la Paz y dirigente de otro país que las obtuvo por “conveniencia” de EE.UU.
Informaciones obtenidas con posterioridad nos muestran que inclusive estuvieron a punto de emplearlas contra Angola cuando sus tropas estaban siendo derrotadas, en su incursión en ese país, por las unidades angolano-cubanas que defendían el territorio africano de la invasión del régimen del apartheid.
Por su parte Corea del Norte, aunque no recibió apoyo de China y la Unión Soviética para el desarrollo de su programa nuclear, si se hicieron estos los de la vista gorda para no detenerlo y hoy cuenta con varias de esta armas.
Ha habido otros intentos, pues según documentos obtenidos por los combatientes islámicos que derrocaron al Sha de Irán, su gobierno había tenido conversaciones con los israelíes para obtener dichas armas y no las obtuvo porque la revolución iraní se les adelanto. De esa forma los actuales dirigentes iraníes se hubieran convertido en poseedores del armamento nuclear sin desearlo y como es lógico la guerra iranio – iraquí no hubiese ocurrido.
Saddam Hussein también estuvo a punto de ser uno de los elegidos por EE.UU para “desarrollar” el arma nuclear pues estos le ofrecieron por intermedio de Francia la tecnología y los medios para ello. Esto era como una especie de pago por el papel que Iraq jugo en el intento por derrocar a los revolucionarios iraníes.
Solo que, la posición nacionalista de Hussein y su fantasía de convertirse en “Gran Potencia”, hizo dudar a Washington, que prometió pero no cumplió.
También hubo coqueteos con Khadafi, al cual occidente prometió “lealtad” y ayuda si abdicaba de su apoyo a la causa palestina y de su alianza estratégica con la Unión Soviética.
Como vemos el juego macabro de diseminar las armas nucleares no es nuevo ni es prerrogativa de países emergentes. Detrás de cada jugada están las potencias que la poseen, quienes directa o indirectamente convierten en potencias nucleares a cualquiera que responda a sus intereses sin valorar que después se les puede ir de las manos.
El problema ahora radica en que algunos de estos “nuevos gendarmes” nucleares se les pueden ir de control y emplear estos medios contra alguien, pensando en que esto soluciona algo. La vida ha demostrado a todos que el empleo del arma nuclear es algo que no se puede considerar como una opción militar y mucho menos política.
Según la publicación militar Jane existe a unos 200 kms de Ryad un emplazamiento no revelado, de misiles de alcance intermedio que evidentemente apuntan a Irán. Las características del lugar y su enorme estructura de enmascaramiento y protección, apuntan a un emplazamiento para misiles con cabezas nucleares.
Pero, esto tiene otras aristas. En realidad ¿cree alguien que EE.UU, firme aliado de la familia real Saudita, estaba al margen de estos preparativos? ¿Piensa alguien que a Washington, que tiene en la nación árabe un inmenso aparato de espionaje y militar, que ha penetrado hasta los huesos las FF.AA de ese país y que no le pierde ni pie ni pisada a los gorditos multimillonarios, que hoy se aprovechan del paraguas norteamericano para amasar sumas multimillonarias y mañana, creyéndose ser todopoderosos por obra y gracia de sus fortunas, pretendan independizarse de la tutela yanqui, e írseles de control?
La ingenuidad tiene un límite, y la irresponsabilidad nuclear también.
Por eso no entendemos del porque la marcada obsesión por la posible posesión de armas nucleares por los iraníes y la absoluta indiferencia por las que posee Israel, Pakistán y otros países aliados de Washington.
Esto es un juego muy peligroso y no se va a frustrar hasta que no desparezca y sea verificable la no posesión y producción de armas nucleares.
Es una verdadera irresponsabilidad de EE.UU, quien evidentemente está detrás del “programa nuclear saudí”, facilitar vía Pakistán, con el pretexto de la posible posesión de armas nucleares por Irán, la adquisición de estos terribles medios a la corrupta y totalitaria, familia real en Arabia Saudita.
Por lo pronto y alianzas aparte, la supuesta develación del “secreto” puede más estar relacionado con la arrogancia actual de los dueños del poder en Ryad que molesta a EE.UU y es característico que cuando los aliados se vuelven inmanejables el poder estadounidense lo convierte por obra y gracia de la magia virtual, en demonios que hay que destruir y derrocar.
¿Sera la familia del Rey Abdullah el próximo satanas árabe al que EE.UU pretenderá destronar, después de haber sido su aliado en todas las fechorías acometidas en el Oriente Medio?
¿Sera todo esto una pantalla para justificar la posesión de estas armas por parte de Arabia Saudita y no caer en contradicción con la posición agresiva con respecto a Irán?
Del infierno se puede esperar cualquier cosa y pienso que la caldera del diablo está a punto de estallar..
Solo pienso que en este caso, como en los otros, EE.UU está jugando con fuego y los sauditas pueden en algún momento perder la cabeza, claro que antes deberían tener una.